LA HAYA, Países Bajos.- Dominic Ongwen, un fanático religioso excomandante ugandés del Ejército de Resistencia del Señor (ERS), se convirtió en las últimas horas en el primer condenado por la Corte Penal Internacional (CPI) por perpetrar el crimen de "embarazo forzado", una de los tres causales para abortar legalmente en muchos países, próximamente también República Dominicana si así consta en una reforma al Código Penal en estudio.
Una de la mujeres víctimas prestó declaración de forma anónima ante la CPI. Relató que fue reclutada a la fuerza por el ERS y el ahora condenado Ongwen la nombró como una de sus “esposas” y en esa condición la obligó a mantener sexo “de forma repetida y siempre que Dominic Ongwen quisiera”, se dice en el veredicto.
En su primer encuentro sexual con el entonces comandante del ERS, la victima (solamente identificada como “P-0214) tenía quince años. En un principio se negó a entrar a su tienda de campaña, pero fue forzada a hacerlo por guardias de seguridad.
Tras ser amenazada con un arma por el propio Ongwen, la menor dijo que nunca había mantenido relaciones sexuales. Los escoltas del líder militar “la tomaron de las manos mientras Dominic Ongwen la sostuvo por la fuerza" y la violó, mientras ella “lloraba y sangraba”. Como consecuencia de las violaciones, la adolescente tuvo un niño en 2004 y una niña en 2005.
La misma testigo añadió que los miembros del ERS cometían abusos sexuales contra niñas que tenían “entre once y doce años” y “las convertían en esposas a edades muy tempranas”.
La otra víctima del crimen de embarazo forzado –un eufemismo de embarazo tras violación– también prestó declaración de forma anónima, como la testigo P-0214, y contó que Ongwen le ordenó que fuese a su habitación.
“Ella se negó a ir, pero vio a tres escoltas con palos”, se dice en la sentencia, y decidió obedecer. “P-0214 sintió dolor y miedo porque nunca antes se había acostado con un hombre” añadieron los jueces. Tras repetidas violaciones, la víctima dio a luz a una niña en diciembre de 2005.
61 CRÍMENES DE GUERRA Y DE LESA HUMANIDAD
Estas testigos son solo dos de las siete mujeres sometidas a abusos sexuales por Ongwen entre 2002 y 2005. Sus declaraciones han servido, en parte, para condenarlo por 61 crímenes de guerra y de lesa humanidad, entre ellos el de embarazo forzado, matrimonio forzado, tortura, violación, esclavitud sexual y ultrajes a la dignidad personal.
Otros delitos cometidos por el excomandante del ERS son ataques contra la población civil, asesinato, tortura, persecución, esclavitud y reclutamiento de niños soldado.
La mayoría de los crímenes ocurrieron en ataques del grupo armado contra cuatro campamentos de desplazados internos localizados en el norte de Uganda que, supuestamente, eran defendidos por el Ejército.
El magistrado Schmitt, que hizo la lectura pública del veredicto, leyó en voz alta los nombres de decenas de víctimas y explicó que los miembros del ERS “también dispararon contra civiles. Tenían orden de dispararles en la cabeza y en el pecho para asegurarse de que morían”.
El equipo legal de Ongwen, que tiene la posibilidad de presentar un recurso de apelación, había argumentado que su cliente fue una víctima del ERS, pues fue enrolado al grupo armado cuando era un niño y decía obedecer ciegamente a su líder, Joseph Kony.
No obstante, Schmitt indicó que el condenado “no estaba en una situación de completa subordinación a Kony y actuó con frecuencia de forma independiente” en su rol de comandante.
La fiscal general de la CPI, Fatou Bensouda, se felicitó por la sentencia y dijo en un comunicado que sus pensamientos “están con las víctimas de los atroces crímenes que presenciamos” y “los desgarradores relatos de las víctimas, finalmente reconocidos a través de este veredicto”.
La jurista dijo que tiene esperanza en “la determinación colectiva de la comunidad internacional de poner fin a la impunidad” de los delitos juzgados, “incluidos los sexuales, por razón de sexo y los crímenes contra los niños”.
El ERS nació a finales de los años 80, es de inspiración cristiana y se calcula que a lo largo de su historia ha reclutado a más de 20 mil niños soldados en su lucha contra el Gobierno de Yoweri Museveni, aunque en la actualidad se encuentra muy debilitado.
La directora asociada del programa de Justicia Internacional de la ONG Human Rights Watch, Elise Keppler, dijo a Efe que el veredicto de Ongwen “es un hito para la justicia y para las víctimas del ERS” porque “es la primera vez que uno de sus líderes es condenado en la CPI”.
El tribunal, con sede en La Haya, dará a conocer en una vista posterior cuántos años de cárcel deberá pasar en prisión Ongwen, que fue detenido y trasladado a La Haya enero de 2015.
Tres causales
Lo histórico de la sentencia de la Corte Penal Internacional es que condenó el delito de embarazo forzado y lo catalogó como una violación al derecho a la autonomía reproductiva de las mujeres. Esto es clave en el proceso de "las tres causales".
Cualquiera de las partes del proceso podrá apelar el veredicto dentro de los 30 días siguientes a la notificación del fallo.
La Sala de Primera Instancia IX de la CPI, integrada por el magistrado Bertram Schmitt, el magistrado presidente, el magistrado Péter Kovács y el magistrado Raul Cano Pangalangan, analizó las pruebas presentadas y discutidas ante ella en el juicio y encontró, más allá de toda duda razonable, que Ongwen es culpable de los siguientes delitos :
- ataques contra la población civil como tal, asesinato, intento de asesinato, tortura, esclavitud, atentados a la dignidad personal, saqueos, destrucción de bienes y persecución; cometidos en el contexto de los cuatro ataques especificados contra los campamentos de desplazados internos ("campamentos de desplazados internos") Pajule (10 de octubre de 2003), Odek (29 de abril de 2004), Lukodi (el 19 de mayo de 2004 o alrededor de esa fecha) y Abok (8 de junio de 2004) );
- delitos sexuales y de género, a saber, matrimonio forzado, tortura, violación, esclavitud sexual, esclavitud, embarazo forzado y atropellos a la dignidad personal que cometió contra siete mujeres (cuyos nombres e historias individuales se especifican en la sentencia) que fueron secuestradas y colocadas en su casa;
- Varios otros delitos sexuales y de género que cometió contra niñas y mujeres dentro de la brigada Sinia, a saber, matrimonio forzado, tortura, violación, esclavitud sexual y esclavitud; y
- El delito de reclutar a niños menores de 15 años en la brigada Sinia y utilizarlos para participar activamente en las hostilidades.
La Sala determinó que estos crímenes se cometieron en el contexto de la rebelión armada del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) contra el gobierno de Uganda. El LRA, incluido Dominic Ongwen, percibido como asociado con el gobierno de Uganda y, por lo tanto, como el enemigo, los civiles que viven en el norte de Uganda. Esto se refería en particular a aquellos que vivían en campos de desplazados internos establecidos por el gobierno.
La Sala determinó que Dominic Ongwen es totalmente responsable de todos estos crímenes. La Sala no encontró pruebas que respaldaran la afirmación de que padecía alguna enfermedad o trastorno mental durante el período relevante a los cargos o que cometió estos delitos bajo coacción o bajo alguna amenaza.
Tras este veredicto, la Sala impondrá a Dominic Ongwen la pena por los delitos por los que ha sido condenado. A tal efecto, recibirá presentaciones sobre la sentencia correspondiente por parte del Fiscal, la Defensa de Dominic Ongwen y los representantes legales de las víctimas participantes.
El tratado fundacional de la CPI, el Estatuto de Roma, no prevé la pena de muerte; la pena puede ser de hasta 30 años de prisión (y en circunstancias excepcionales de cadena perpetua) y / o una multa. Además, se abrirá una etapa dedicada a la reparación de las víctimas. (Con informaciones de EFE y otros servicios de Acento)