México, 26 ago (EFE).- El presidente mexicano, Felipe Calderón, elevó hoy el tono de sus críticas contra las autoridades de EE.UU. y afirmó que si los estadounidenses "están resignados a consumir drogas", deben establecer otros puntos de acceso de narcóticos a su territorio "distintos a la frontera" con México.

El gobernante mexicano ofreció hoy un mensaje después de que un grupo de criminales incendió el jueves un casino en la norteña ciudad de Monterrey, en un hecho en el que murieron 52 personas y una decena más resultaron heridas.

"Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen entonces alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros distintos a la frontera con México, pero esa situación ya no puede seguir igual", sostuvo Calderón, en medio de un reclamo inusualmente duro contra EE.UU.

"México ya no puede ser la puerta de acceso ni tampoco pagar las consecuencias que ese mercado genera y que se traduce no sólo en cientos de millones de dólares ilícitos, provenientes del mercado negro, sino también en miles de muertos a consecuencia de la violencia que ejercen las bandas criminales abocadas a ese negocio", indicó Calderón, vestido de negro en señal de luto.

El gobernante, que se desplazará a Monterrey para visitar la zona del siniestro, hizo "un llamado a la sociedad, al Congreso y al Gobierno de los Estados Unidos" para pedirles que "reflexionen acerca de la tragedia" que vive "México y muchos países latinoamericanos a consecuencia, en gran parte, del consumo insaciable de drogas" de EE.UU.

En ese consumo de estupefacientes "participan millones y millones" de estadounidenses, que pagan miles de millones de dólares que "terminan armando y organizando a los criminales", dijo.

"Si están decididos y resignados a consumir drogas, busquen entonces alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros distintos a la frontera con México, pero esa situación ya no puede seguir igual"

Asimismo, el jefe de Estado pidió a las autoridades de EE.UU. que "cierren de una vez la criminal venta de armas de alto poder y fusiles de asalto a los delincuentes que operan en México y que solo obedece al lucro".

El Gobierno mexicano critica que en Estados Unidos haya más de 10.000 de tiendas a lo largo de la frontera común en las que se pueden adquirir armas fácilmente, muchas de las cuales van a parar a los grupos criminales de este país.

Las autoridades mexicanas han decomisado más de 100.000 armas cortas y largas a los grupos del crimen organizado desde que Calderón asumió el poder en 2006.

"Somos vecinos, somos aliados, somos amigos, pero también ustedes son responsables", aseveró el mandatario.

"Ese consumo de drogas debe reducirse drásticamente, y si eso no es posible, los Estados Unidos deben colaborar también, cuando menos, para evitar que su trasiego, el de los dólares a México, genere esta violencia insufrible", insistió.

Sin embargo, el gobernante manifestó que México necesita y agradece la cooperación que recibe de EE.UU. en materia de información e inteligencia, lo que le ha permitido a las autoridades "capturar a decenas de líderes del crimen organizado y golpear a las estructuras criminales".

Luto nacional por la matanza indiscriminada en un casino

México, 26 ago (EFE).- México se sumió hoy en su primer luto nacional por una masacre del crimen organizado, tras el incendio premeditado de un casino en el que murieron 52 civiles, lo que ha movido al presidente, Felipe Calderón, a endurecer su discurso y a exigir un mayor compromiso en la lucha contra el narcotráfico.

El país amaneció con la difusión, por parte de las autoridades, de un vídeo de seguridad en el que se ve a un grupo de entre 8 y 9 delincuentes llegar a plena luz del día al Casino Royale en la norteña ciudad de Monterrey, con frialdad sacar unos garrafones con combustible y prenderle fuego al establecimiento, ubicado frente a una congestionada avenida.

Los delincuentes, que tardaron solo dos minutos y treinta segundos en perpetrar el atentado, fueron calificados como "terroristas" por Calderón, cuyo Gobierno ha evitado hasta ahora referirse de esa manera a los grupos criminales que operan en el país y que han cometido otro tipo de crímenes atroces.

A juicio del mandatario, los autores del incendio en Monterrey, capital de Nuevo León, son "verdaderos terroristas sobre quienes debe caer no sólo todo el peso de la ley, sino el unánime repudio de la sociedad", y que han "rebasado todos los límites no solo de la ley, sino de elemental sentido común y de respeto a la vida".

El ataque "carece de razón y justificación, es el más grave contra la población civil inocente que haya visto el país en mucho tiempo", afirmó, y pidió la "unidad" de los mexicanos.

El mandatario decretó tres días de luto nacional -efectivos desde el jueves, día en que sucedió el ataque-, la primera vez que lo hace en su Gobierno por un delito cometido por el crimen organizado.

La fiscalía ofreció "hasta 30 millones de pesos" (unos 2,4 millones de dólares) de recompensa a quien proporcione información sobre los responsables del ataque, uno de los más graves ocurridos en los últimos años, y sólo superado en términos de víctimas por el hallazgo en agosto de 2010 de 72 indocumentados asesinados en el norteño estado de Tamaulipas.

Hay además una decena de lesionados por intoxicación y quemaduras, y 39 de las víctimas mortales han sido ya identificadas (8 hombres y 31 mujeres), a cuyos familiares se les pagarán los gastos funerarios.

Las autoridades indicaron que todos los fallecidos murieron por las llamas y no por heridas de arma de fuego, y se mostraron confiadas en que la cifra de muertos se mantenga estable, aunque no descartaron encontrar algún otro cadáver entre los escombros del lugar, donde hay riesgo de que el inmueble colapse.

En las investigaciones participan distintas dependencias federales, las fuerzas armadas y los cuerpos policiacos de Nuevo León, un estado asolado por la violencia del crimen organizado, desde que los cárteles del Golfo y de Los Zetas -que operan en esa zona- se declararon la guerra en 2010.

Además del vídeo, las fuerzas de seguridad hallaron hoy uno de los vehículos usados en el atentado en un barrio en el sur de Monterrey, y cuentan con el testimonio de 13 testigos de los hechos.

También se trabaja en la identificación de los propietarios del casino, que deberán declarar ante la fiscalía local, mientras se ha revelado que ese establecimiento operaba sin permiso, pero amparado por un juez.

El casino siniestrado, que ya había sido atacado en dos ocasiones, es propiedad del Grupo Royale, que posee establecimientos en las ciudades de Monterrey, Mazatlán, Los Cabos y Escobedo.

El establecimiento abrió sus puertas hace tres años y medio y tiene dos amplias plantas, en las que podía recibir a cientos de clientes, y un edificio contiguo de estacionamientos.

Calderón acudió hoy al lugar de la matanza y depositó una enorme ofrenda floral en compañía de otras altas autoridades.

El jefe de Estado también lanzó duras críticas contra EE.UU., al que pidió reducir su consumo de drogas y frenar la venta de armas a grupos criminales en México.

Si los estadounidenses "están decididos y resignados a consumir drogas, busquen entonces alternativas de mercado que cancelen las estratosféricas ganancias de los criminales, o establezcan puntos de acceso claros distintos a la frontera con México, pero esa situación ya no puede seguir igual", sostuvo, en medio de un reclamo inusualmente duro contra ese país. EFE