REDACCIÓN INTERNACIONAL.-La petrolera estatal brasileña Petroleo Brasileiro S.A, y algunos de sus ejecutivos recibieron un fuerte golpe con una demanda colectiva de Estados Unidos puesta por los inversores en US$98 mil millones de los títulos de la compañía por un presunto esquema de sobornos y cohecho.

Las noticias incidieron para que las acciones de Petrobras cayeran más de 4%. A mediados de diciembre, la acción tocó su nivel más bajo en casi 10 años cuando una investigación cada vez más amplia sobre corrupción hizo que la compañía a retrasara el la publicación de sus ganancias del tercer trimestre.

El lunes, la calificadora de riesgo Moody 's Investors Service advirtió que había puesto las calificaciones de Petrobras en revisión para una rebaja ante la preocupación sobre la liquidez de la empresa. Moody ha había rebajado a Petrobras dos niveles por encima de la calificación “chatarra”, en octubre.

Petrobras ya había sido demandada por varios inversores estadounidenses que compraron American Depositary Receipts ‒certificados de título negociables emitidos por un banco de EE.UU. por una serie de acciones de una empresa no estadounidense‒ que había vendido la compañía en Nueva York.

El último caso se presentó el 24 de diciembre en la corte federal de Manhattan por la firma de abogados Labaton Sucharow en nombre de la ciudad de Providence, Rhode Island, que invierte en Petrobras.

La demanda se propone cubrir US$98 mil millones de los títulos que Petrobras vendió a partir de 2010, y cualquier decisión o acuerdo beneficiaría a los inversionistas que compraron esos títulos.

Las acusaciones incluyen que la compañía hizo declaraciones materiales erróneas sobre el valor de sus activos en documentos de oferta de bonos.

La acusación no requiere pruebas de que las declaraciones equivocadas se hicieron a sabiendas, y permite a los demandantes nombre como demandados los bancos brasileños e internacionales que gestionan la venta de dichos bonos.

A diferencia de las acciones de clase anteriores de los tenedores de ADR, la última demanda también nombrar como demandados a los ejecutivos de Petrobras, entre ellos su presidente ejecutivo de Maria das Gracas Foster.

A principios de este mes, el fiscal general de Brasil pidió que todo el equipo de liderazgo de Petrobras fuera sustituido. Varios políticos de la oposición han hecho llamamientos similares.

Maria das Graças Silva Foster dijo la semana pasada que ella se ofreció a dimitir tres veces a la presidenta Dilma Rousseff, pero que Rousseff le pidió que se quedara.

Una portavoz de Petrobras en Rio de Janeiro dijo que la compañía no había recibido citación de la demanda colectiva presentada interpuesta en la víspera de Navidad.

En el mercado de valores de Sao Paulo, las acciones de Petrobras cayeron un 4.5%. Las acciones estaban en camino de registrar su pérdida más pronunciada desde el 15 de diciembre cuando se hundieron aproximadamente 9.2%.

Hasta ahora 39 personas han sido acusadas por cargos que incluyen corrupción, lavado de dinero y crimen organizado en el esquema de Petrobras que supuestamente canalizó dinero hacia los partidos políticos, incluido el Partido de los Trabajadores de Rousseff y sus aliados en el Congreso.

El lunes, Dilma Rousseff, la presidenta del país dijo que no había pruebas de que la alta dirección de Petrobras estuviera implicada en el escándalo de corrupción.

La semana pasada, Petrobras dijo que reducirá el gasto para no tener que emitir deuda el año próximo. No puede emitir nueva deuda hasta que se publique las ganancias del tercer trimestre, que se retrasaron después que el auditor, PriceWaterhouseCoopers, se negó a certificarlas debido al escándalo de corrupción.