SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Si a mí me preguntan cuál es la epidemia más perversa en la humanidad, digo yo que es el narcotráfico”, dijo el magistrado José Alejandro Vargas de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional para preparar el camino ante su decisión sobre las medidas de coerción aplicables a Rafael Reyes, Marisol Franco, Alan Gilbert Alcequiez y Edward Patricio Montero Cabral en el caso del narcotraficante César Emilio Peralta, alias César el Abusador.
Sin referirlo con palabras directas, ratificó la solicitud del órgano persecutor de declarar el caso complejo al decir que “estos tipos de casos son difíciles y peligrosos por los intereses que convergen aquí y por las personas de diferentes estratos sociales que participan”.
Tras una explicación detallada y ejemplificada, Vargas falló para los cuatro imputados. Tres para prisión preventiva y uno en prisión domiciliaria con prohibición de salida y brazalete electrónico.
“Usted no podía estar ajena a las actividades de su esposo, aunque no fuera responsable”, señaló Vargas.
Sobre Marisol, el juez entendió que la pertenencia de un reloj de más de 700 mil pesos es un elemento de prueba para que la investiguen, ya que al cuestionarla esta no supo explicar su origen.
Tras la oración “le pregunté a usted lo que más quería en la vida y dijo que sus cuatro hijos”, el magistrado reflexionó sobre la medida que impodría sobre ella, esposa de César el Abusador, al entender que una vez este llegue a la extradición, o sigan cayendo piezas del juego, todo aquel que hizo negocios con él correrá riesgo.
“Por los vínculos que usted tiene yo podría imponerle una medida cautelar menos drástica, pero estoy pensando más allá de eso. Estoy pensando en sus cuatro hijos y en la necesidad que tiene el Estado de protegerla a usted, porque a usted en la calle la pueden desgraciar para meterle presión a su esposo”.
A Marisol Franco le dictaron tres meses de prisión preventiva en la cárcel Najayo Mujeres, a ser conocida una revisión el 27 de noviembre. “Lo hago en nombre de sus niños, que tienen derecho a que su madre se la preserven”, aclaró el juez.
Rafael Reyes, gerente de VIP Room y supuesto relacionado con César Peralta, recibió tres meses de prisión preventiva en la cárcel La Victoria. La revisión de esta se pauta desde el momento para el 2 de diciembre.
Como parte de las pruebas, el Ministerio Público ofreció conversaciones donde César reclama sus derechos sobre el nombre de VIP Room.
Junto a Reyes, a Alan Gilbert se le impusieron tres meses de prisión preventiva en la cárcel La Victoria. Según el expediente, este servía dólares a personas vinculadas a la red. Dentro del entramado, sus transacciones eran ilegales porque actuaba como casa de cambio sin regulación.
Por el hecho de que su casa de cambio no presenta regulación fiscal alguna, se plantea que le permite hacer transacciones para el lavado de activos, que es lo que el Ministerio Público está investigando.
Mientras, la madre de Edward Montero entraba a la sala de audiencia. Ella fue quien regaló un negocio a cada uno de sus críos para que produjeran por su cuenta para la vida. De ahí que el negocio de su hijo se llame “El Zapatazo”, y que a él lo apoden como Zapatazo.
Sin embargo, es a él a quien la justicia dominicana le imputa “bajar” dinero de Estados Unidos usando como medio su negocio, así como enviar droga a Puerto Rico, Miami y Rotterdam, según señaló el Ministerio Público.
-Yo nunca he ido a Puerto Rico, interrumpió Montero airado.-No, pero has mandado droga a Puerto Rico, Miami y Rotterdam. ¡¿Quieres que te lo diga?!, retó el representante del Ministerio Público.
“Quizá los vínculos que presenta el Ministerio Público no tengan fortaleza necesaria para que yo tome una decisión excesivamente arbitraria, pero sí yo la voy a ayudar a usted a sacar a su hijo de la calle. No voy a enviarlo a prisión porque los elementos de prueba no están fundamentados, pero sí se lo voy a dejar preso en su casa, y ojalá se le quede un tiempo ahí”, explicó el juez a la progenitora de Montero.
De los cuatro, Edward Montero fue el único al que "le cantaron" distinta. Prisión, sí, pero domiciliaria; sumada a la prohibición de salida del país y al uso de un brazalete electrónico.