SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La llegada de polvo del Desierto del Sahara ha sido detectada en varios países del Caribe y en el caso de República Dominicana no reviste mayor peligro sanitario porque se registra un máximo de solo 13 micrones por metro cúbico y no los 25 a 60 que "pueden aumentar las afecciones respiratorias y otras alergias", explicó el subdirector de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Miguel Campusano.
Alertó sin embargo de un incremento de esas cantidades a partir de junio, como es habitual en esta época del año y la temporada ciclónica.
Adicionalmente, el Instituto de Meteorología e Hidrología del Caribe (CIMH, en inglés), con sede en Barbados, advirtió de los efectos sobre ríos y embalses de la sequía que sufre la región desde hace años y que se espera que se prolongue, al menos, hasta finales del presente mes de mayo.
El organismo informó en su boletín mensual que la sequía entre los pasados meses de enero y marzo afectó a casi todas las islas del este del Caribe y que en las próximas semanas se dejará sentir además en los recursos hídricos de las aguas subterráneas de las islas del sur, especialmente en las Islas Caimán y Belice.
El llamado Boletín de Sequía del Caribe del CIMH señala que la parte norte, noroeste y las zonas más secas del sur del Caribe oriental han sido las más afectadas por la falta de lluvias y que la situación de Belice se repetirá en Guayana y Guayana Francesa.
El boletín señala además que la situación de sequía a largo plazo es una amenaza más clara para el centro y oeste de Belice y "está evolucionando" en Aruba, Bonaire y Curazao, así como en Surinam, Trinidad y Tobago y las Islas de Barlovento, excepto Granada.
El CIMH resaltó que las áreas que terminen en situación de sequía a finales de mayo experimentarán una reducción de reservas en grandes embalses, ríos y aguas subterráneas, lo que puede afectar a sus suministros de agua y economías, ahondando la crisis ya agravada por la pandemia de coronavirus.
La organización regional Caribbean Climate Outlook Forum (Caricof) ya advirtió el pasado mes diciembre de que la escasez de agua se convertiría en una importante preocupación para el área caribeña a partir de febrero debido a la evolución del patrón de sequía en distintos territorios de la región.
Caricof señaló entonces que los períodos secos en la mitad oeste del Caribe, junto con la evolución de la sequía a corto plazo en las Bahamas, Islas Caimán y el oeste de Cuba, podrían limitar la productividad de los cultivos y aumentar el potencial de incendios forestales.
En su perspectiva para el período de marzo a mayo de 2020, Caricof matizaba que las previsiones apuntaban a que la segunda mitad de la temporada seca 2019-20 podría terminar con menos lluvia de lo habitual en la región.
HURACANES
La compañía privada de servicios meteorológicos AccuWeather actualizó este jueves sus pronósticos para la temporada ciclónica 2020 en la cuenca atlántica, porque, aunque anunció que iba a ser por encima de lo normal, se quedó corta en las cifras de tormentas tropicales y huracanes.
En el pronóstico que actualiza el del 25 de marzo se agregan dos posibles tormentas tropicales para dejar un rango de 14 a 20, de las cuales entre 7 y 11 llegarán a ser huracanes, también dos más.
DE CUATRO A SEIS HURACANES MAYORES
Y la peor noticia de todas: de cuatro a seis de esos huracanes llegarán a categoría tres o más (en el anterior pronóstico eran de dos a cuatro), según un comunicado publicado este jueves.
Según el equipo de meteorólogos de AccuWeather que dirige Dan Kottlowksi, con 43 años de experiencia, entre cuatro y seis de los sistemas tropicales con nombre podrían impactar directamente en el territorio continental de Estados Unidos, Puerto Rico o las Islas Vírgenes estadounidenses.
El nuevo pronóstico de la compañía fundada en 1962 refuerza la idea de que la actividad ciclónica en el Atlántico será por encima de lo normal, como lo fue también en 2019, que ya estaba presente en el pronóstico de finales de marzo.
AUMENTA LA PREOCUPACIÓN
La información incrementa la preocupación en Florida, donde hay temor a que los esfuerzos centrados en la pandemia del COVID-19 reduzcan los necesarios para prepararse convenientemente para los huracanes, por no hablar del perjuicio adicional que pueden causar en su tocada economía los daños de un huracán.
Kottolowski señaló en el comunicado que el modelo climático que usan ha registrado una tendencia a que el fenómeno La Niña se desarrolle en la segunda mitad del verano de 2020.
"Eso puede significar una disminución de la cizalladura o corte vertical del viento que pueden limitar el desarrollo o intensificación de sistemas tropicales", agregó.
Con el nombre de cizalladura se conoce el cambio de velocidad o dirección del viento debido a la altitud. Es un fenómeno que puede hacer que las partes mas elevadas de una tormenta o huracán enfilen en la dirección contraria a la que el sistema se mueve,
SERÁ "MUY ACTIVA"
La temporada oficial de huracanes en la cuenca atlántica comienza el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre, pero los dos últimos años ha habido actividad ciclónica en mayo, con las tormentas Andrea (2019) y Alberto (2018) antes del calendario oficial.
Kottlowksi dijo que va a ser una temporada "muy activa", lo cual no es nunca bueno para la región, pero este año puede ser aun peor por la pandemia de coronavirus.
Según el meteorólogo de AccuWeather, en una temporada normal se producen unas 12 tormentas tropicales y 6 huracanes. Los huracanes con mayor fuerza suelen ser a lo sumo tres.
Las cuatro últimas temporadas han sido por encima de lo normal.
La de 2019, según AccuWeather, fue excepcionalmente activa, solo equiparable a la de 1969, con 18 tormentas, huracanes potentes como Dorian, Lorenzo y Humberto y pérdidas y daños por 11.000 millones de dólares.
¿REFUGIOS SOLO PARA CONTAGIADOS DE COVID-19?
Con cerca de 39.000 casos de COVID-19 y 1.600 muertes, Florida celebra en estos días la Semana de Preparación para los Huracanes, pero está pasando inadvertida por la pandemia y los primeros pasos del plan de reactivación de la economía.
El director de manejo de emergencias del estado, Jared Moskowitz, está trabajando con FEMA, la agencia federal para esos temas, sobre los posibles cambios que deberán hacerse en los planes de evacuación y refugio debido al COVID-19.
Según declaraciones publicadas este miércoles, se piensa en refugios solo para personas contagiadas y en ordenar a alguna gente quedarse en casa en lugar de evacuar sus viviendas. EFE