BEIRUT, Líbano.- El presidente del Líbano, Michel Aoun, declaró a la televisión francesa que está abierto a conversaciones de paz con Israel, palabras que generaron esperanzas. El Líbano y su vecino Israel están técnicamente en estado de guerra

El Hezbolá proiraní, que domina actualmente la vida política libanesa, e Israel, son enemigos jurados y han librado varios conflictos en las últimas décadas.

Aoun dejó abierta la puerta tras las acusaciones de que su aliado Hezbollah almacena armas en el puerto de Beirut.

Los periodistas franceses le preguntaron sobre si Líbano estaría dispuesto a sellar la paz con Israel y Michel Aoun respondió: "Depende. Tenemos problemas con Israel que primero debemos resolver".

Sobre el acuerdo de normalización de relaciones entre Emiratos Árabes Unidos e Israel anunciado el jueves, el presidente libanés reaccionó diciendo que Emiratos era un "país independiente".

La razón de que esa sencilla respuesta generara un impacto político es que Aoun no criticó el acuerdo, como lo hizo su aliado el Hezbolá, que lo calificó el viernes de "traición" al pueblo palestino.

Además, Aoun, quien vive momentos muy duros en su mandato, descartó abandonar el poder. Este ha sido un reclamo de la población libanesa tras la explosión del 4 de agosto en el puerto de Beirut. "Es imposible, habría un vacío. Si dimito, ¿quién va a garantizar la continuidad del poder?", dijo en BFMTV.

Políticos libaneses se rinden a "injerencia"

Ante la desconfianza y la desunión a nivel interno, los políticos libaneses ven cómo diferentes actores están cometiendo injerencias en los asuntos internos del Líbano tras la dimisión del Gobierno y la debilidad de las instituciones después de la explosión que costó la vida a al menos 178 personas y heridas a otras 6 mil.

La explosión del pasado día 4 de casi 3 mil toneladas de nitrato de amonio que estaban guardadas desde 2014 en un almacén del puerto de Beirut arrasó con el Gobierno nacional.

Este fin de semana han coincidido en Beirut la ministra de Defensa francesa, Florence Parly; el subsecretario de Asuntos Políticos estadounidense, David Hale, y el ministro de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, para ofrecer ayuda humanitaria y ayuda al Líbano.

"No todas las injerencias que hay ahora en el Líbano son a su favor", dijo hoy a Efe el político Mohammad Serhan, del partido Bloque Nacional.

"Este no es el único problema, sino también nosotros, con nuestros desacuerdos internos e involucrándonos en los ejes regionales", agregó, en referencia al eje pro-iraní y al pro-suní, así como a la tendencia más occidental.

¿INJERENCIA O AYUDA?

Sin embargo, el presidente del Líbano, Michel Aoun, dijo anoche en una entrevista a la cadena francesa "BFMTV", recogida hoy por los medios libaneses, que "cuando alguien viene y tiende la mano para ayudar, no es una injerencia".

Aoun hizo alusión durante la entrevista al presidente francés, Emmanuel Macron, que viajó a Beirut tan solo dos días después de la catástrofe para mostrar su solidaridad pero también para exigir reformas y solicitar un "nuevo orden político" en el Líbano.

Por su parte, el estadounidense Hale instó ayer, sábado, a acabar con la "corrupción endémica" de la clase política libanesa, mientras que el iraní Zarif pidió a la comunidad internacional que ayude al Líbano pero sin "imponerle un orden" ni "explotar" la tragedia humanitaria causada por la gran deflagración en el puerto.

"Estoy en contra de cualquier injerencia extranjera en el Líbano porque desafortunadamente cualquier país extranjero viene por sus propios intereses y agendas (…) Por eso tenemos que estar unidos como pueblo libanés", declaró hoy a Efe Paula Yacoubian, la primera diputada en dimitir tras la explosión.

PÉRDIDA DE CONFIANZA

Por su parte, el exdiputado del partido cristiano Kataeb Elias Hankach, que renunció también a su escaño, dijo a Efe que "desafortunadamente el Gobierno y el poder político no tienen la confianza de la comunidad internacional ni la del pueblo", desde el pasado 17 de octubre, cuando dio comienzo una ola de protestas en el Líbano.

Ahora, "el culmen de la desconfianza llega con la explosión como resultado de la corrupción de la administración (…) y por eso, pedimos una investigación internacional, porque tampoco confiamos en la investigación que se haga aquí", lamentó.

De hecho, está previsto que, a petición de las autoridades libanesas, llegue en breve a Beirut un equipo del FBI para participar en las investigaciones.

El propio Aoun admitió que la investigación "no logrará resolverse rápidamente, como sería de desear" y de momento se desconoce qué provocó la explosión de esas casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio, que llevaban almacenadas en el puerto beirutí desde 2014.

El presidente libanés dejó abierta la posibilidad, entre otras hipótesis, de que un misil pudiera haber provocado la deflagración del fertilizante, sin acusar a nadie del hipotético ataque.

ELECCIONES ANTICIPADAS

El patriarca de los cristianos maronitas del Líbano, Bechara Rai, instó hoy en su sermón dominical a celebrar elecciones parlamentarias anticipadas y a la formación de un nuevo Gobierno para poder atajar la crisis, la peor desde el final de la guerra civil (1975-1990).

El exdiputado Hankach también indicó que "se necesitan elecciones parlamentarias anticipadas con observadores internacionales" con el fin de que "salgan a escena nuevos rostros que puedan crear el nuevo Líbano al que todos aspiramos".

Además de Hankach, casi una decena de diputados han presentado su dimisión, pero no es suficiente para que se disuelva el Parlamento.

El siguiente paso es que el presidente de la República designe a un candidato para formar Gobierno con el respaldo parlamentario, mientras el Ejecutivo dimisionario de Hasan Diab continúa en funciones. (Con informaciones de EFE y otras fuentes)