Hijastro mata padrastro a balazos

La Policía informó que persigue a un hombre de 28 años que mató ayer a balazos a su padrastro, luego de que éste amenazara con asesinar a su hermana, abuela y demás familiares, durante un incidente violento ocurrido en el sector Guachupita, de esta capital.

Dijo que Rafael Báez Morales (“Legal”) fue conducido muerto al Hospital Luís E. Aybar, a consecuencia de herida de bala en región frontal izquierda sin salida, que se la ocasionó su hijastro Neura Antonio Fortunato (“Neo”), de 28 años, con un arma de fuego corta.

El incidente se registró a las 2:45 de la tarde en la calle  Francisco del Rosario  Sánchez, número 48, parte atrás, del sector Jarro Sucio, Guachupita.

De acuerdo a versiones de la señora Sonia Paulina Fortunato, de 49 años, residente en la misma dirección, compañera del fallecido y madre del victimario, alrededor de la 1:30 de la tarde su marido había tenido una discusión con su hija Zuleyka Verónica Báez Fortunato, de 18 años, residente próximo a la referida residencia,  por un “Handsfree” de un celular suyo que ésta tenía.

Narró que en medio de la discusión su concubino con un cuchillo en las manos amenazó de muerte a su hija Zuleyka, a su abuela y a ella, por lo que su hijo Neo se presentó al lugar y le realizó varios disparos, ocasionándole la herida que le produjo la muerte.

Dijo, además, que su compañero portaba un arma de fuego, la cual fue tomada por un hombre identificado sólo como Elvin,  residente en las proximidades, quien la tiene en su poder.

En el lugar del hecho fueron recolectados cinco casquillos calibre 9mm, los cuales se encuentran en poder de la Policía Científica, para los fines correspondientes.

Chofer muere en lío por control de rutas

En otra información, la Policía persigue de manera activa a tres hombres que ayer 24 de mayo mataron a otro por heridas de arma de fuego, en medio de un incidente registrado en la calle Enrique Blanco, sector Los Guaricanos, Santo Domingo Norte, en disputa por el control de rutas del transporte urbano.

Joel Alfredo Decena, de 25 años, resultó muerto a causa de múltiples heridas de perdigones en el tórax y el cuello, que según declaraciones de sus familiares se las ocasionaron los tales “Anyelo El Cantante”, Álvaro Luis Gerónimo de la Rosa (“Batute”) y “Víctor El Varón”, quienes tan pronto cometieron el hecho emprendieron la huida.

El organismo del orden refiere que el incidente se registró momentos en que el fallecido realizaba un operativo en representación del Sindicato de Transporte la Ruta 6 de Los Guaricanos.

La agresión en su contra se produjo luego de una discusión por disputa de la referida  ruta, donde se presentaron sus agresores armados y le realizaron un disparo, ocasionándole la herida que posteriormente le produjo la muerte.

Al lugar se presentaron técnicos de la Policía Científica y oficiales de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), quienes asumieron las pesquisas del caso.

General investigará muerte de teniente por parte de un sargento

El jefe de la Policía, mayor general José A. Polanco Gómez, designó al Inspector General de esa institución y al director adjunto de Investigaciones Criminales en Santo Domingo Este, para que investiguen las circunstancias en que un sargento de esa institución ultimó por herida de bala a un primer teniente del mismo organismo durante un incidente originado en un cajero de una institución bancaria, ubicado en la Tienda Plaza Lama, de la carretera Mella, Santo Domingo Este.

Mediante el memorando 19451, el mayor general Polanco Gómez, instruyó al general Juan Brown Pérez y al coronel Manuel Antonio Hernández Almánzar, realizar las pesquisas correspondientes que determinen las circunstancias en que falleció el primer teniente Bernardo Montero de los Santos, herido de bala por el sargento Yuder de los Santos Concepción, quien también resultó herido.

El informe preliminar da cuenta que el incidente se originó a las 11:00 de la mañana motivado a que alegadamente el primer teniente Montero de los Santos realizaba múltiples transacciones de tarjetas, impidiendo que las demás personas que se encontraban en la fila avanzaran.