SANTO DOMIGNO, República Dominicana.- La Cámara de Diputados convalidó hoy el acuerdo aprobado por el Senado de la República el 19 de enero para la compra de ocho millones de dosis de vacunas anticovid-19 a la farmacéutica Pfizer, que no se responsabiliza si llegase a incumplir con la fecha de entrega sin que el Gobierno pueda cancelar el pedido.

Las “Condiciones Vinculantes” que constan en el acuerdo establecen que las vacunas serían entregadas, a cambio de casi 96 millones de dólares, a partir del segundo trimestre del año, pero Pfizer y los proveedores “no serán responsables de que no se entreguen las dosis de conformidad con las fechas estimadas de entrega establecidas en el presente documento”.

La Cámara de Diputados aprobó en lectura única el acuerdo firmado por el Estado dominicano, representando por el Ministro de Salud Pública y Asistencia Social, y la farmacética Pfizer, Inc.

Con el permiso parlamentario las partes podrán ahora suscribir el contrato definitivo y formalizar la fase previa a la inoculación de 4 millones de personas (dos dosis por individuo).

República Dominicana prevé recibir un total de 20 millones de vacunas: 10 millones de dosis provendrán de Astrazeneca, 8 millones de Pfizer y 2 millones del sistema COVAX de la Organización Mundial de la Salud.

La vacuna de Pfizer requiere de un esfuerzo mayor, ya que necesita estar conservada por debajo de los 70° Celsius, temperatura mucho menor que la que cualquier congelador común puede ofrecer, por lo cual se requerirá de una logística adicional para el almacenamiento y la distribución de las vacunas, especialmente en áreas remotas.

El Gabinete de Salud, que coordina la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, dijo el 19 de enero que se están definiendo los detalles de la logística para recibir, almacenar, transportar y vacunar a la población contra la covid-19 y evitar los problemas registrados en naciones que ya comenzaron a inmunizar a sus conciudadanos.

Se ha reportado que en algunas naciones que han adquirido congeladores especiales la falta de un plan de vacunación óptimo ha implicado que las dosis se mantengan refrigeradas, pero siga retrasada su distribución.