BERLÍN, Alemania.- El índice de infección o de reproducción volvió a llegar al umbral de 1,0 este martes, según cifras publicadas por el instituto Robert Koch, encargado de vigilar la evolución de la pandemia en Alemania.
Las autoridades sanitarias alemanas advirtieron que al subir esta tasa de contagio la población debe seguir cumpliendo con las restricciones y las medidas de distanciamiento.
"Este es un llamamiento a que todos mantengamos lo que hemos conseguido, todos juntos lo hemos estado haciendo bien comparativamente", solicitó en una rueda de prensa Lothar Wieler, presidente del Instituto Robert Koch (RKI), centro alemán de referencia en epidemiología.
LETALIDAD TAMBIÉN SUBE
Además, la tasa de letalidad de casos de la COVID-19 sigue aumentando. Se estableció en 3,8%, según los últimos datos del instituto, pero sigue siendo inferior a los países vecinos. El martes, Alemania tenía 156,337 casos y 5,913 fallecidos.
Si prosigue esta tendencia al alza, ello podría complicar los esfuerzos de las autoridades para un retorno progresivo a la normalidad, mientras crece la impaciencia entre la opinión pública.
ADVERTENCIAS DE MERKEL
El gobierno federal y las regiones alemanas tienen la última palabra en temas de salud, y abordarán el jueves las próximas etapas del desconfinamiento, antes de una toma de decisiones el 6 de mayo.
Angela Merkel aboga por una línea de firmeza y expresó su preocupación ante la tentación de quemar etapas demasiado rápido.
Con un índice de infección de 1,1 "podríamos llegar a los límites de nuestro sistema de salud en camas de reanimación de aquí a octubre" advirtió Merkel recientemente. Con un "índice en 1,2, alcanzaríamos ese límite en julio. Y con 1,3, ello ocurriría en junio", según la canciller.
BERLÍN Y LA MASCARILLA
El gobierno de la ciudad-estado de Berlín impondrá a partir de mañana miércoles el uso obligatorio de mascarilla en los comercios, con lo que la medida pasa a ser vigente en toda Alemania, como lo era ya en el transporte público.
Las autoridades regionales berlinesas se sumaron así a la norma adoptada en el resto del país, que algunos "Länder" implementaron ya a mediados de la semana pasada, mientras que otros lo hicieron ayer lunes ante la pandemia del coronavirus.
De acuerdo a la práctica del sistema federal alemán, corresponde a cada "Land" aplicar las medidas de orden público o sanitario frente a la pandemia de la COVID-19. Ello implica tanto el calendario de actuación como la regulación de multas en caso de infracción.
Así, en Berlín no se ha estipulado por el momento qué sanciones se impondrán a quienes no usen mascarilla en el metro o autobús -donde, de hecho, no existe tal control-, como tampoco en los comercios.
En Baviera, los infractores se exponen a una multa de 150 euros. Los propietarios de comercios bávaros que no equipen a su personal con la correspondiente mascarilla pueden ser multados con hasta 5.000 euros.
El próspero "Land" bávaro, en el sur del país, es el más afectado por la pandemia y también el que mayores restricciones ha impuesto hasta ahora. En ese estado federado se han registrado 41.406 contagios y 1.681 fallecidos, del total de 156.337 infecciones y 5.913 víctimas mortales verificados hasta hoy en todo el país por el Instituto Robert Koch (RKI).
En Alemania, el quinto país del mundo en número de contagios tras EEUU, España, Italia y Francia, no se han adoptado medidas de confinamiento de la población, aunque sí de distanciamiento social y cierre parcial de la vida pública. Están permitidas las salidas de dos personas o entre gente que conviven, así como el deporte al aire libre de forma individual.
La canciller alemana y los líderes regionales, acordaron hace dos semanas una gradual vuelta a la actividad escolar y la reapertura de los comercios pequeños o de dimensiones medias.
El próximo jueves habrá otra reunión entre la jefa del Gobierno federal y los "Länder", de la que podría salir una línea común para permitir bajo restricciones la celebración de oficios religiosos, así como la reanudación de la temporada de la Bundesliga con partidos a puerta cerrada.
No se espera, en cambio, una apertura inmediata de los restaurantes y bares, que ahora solo pueden ofrecer servicios a domicilio o comida para llevar. Las grandes concentraciones están prohibidas de modo general hasta el 31 de agosto. EFE