SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Cientos de mujeres y hombres aprendieron un oficio que los ha ayudado a crecer en lo laboral y económico, pudiendo apoyar a sus seres queridos.

“Pasé de ser una madre desempleada a toda una maestra que está terminando su carrera de educación”, manifiesta Eneroliza de León quien desde hace 7 años imparte tapicería en una de las escuelas laborales de enseña a jóvenes y adultos dependientes del Ministerio de Educación (Minerd).

Eneroliza, madre de tres, señaló que se vio en la necesidad aprender un oficio que no solo le ayudara a sostener a su familia si no que aportara a su desarrollo profesional y le proporcionara tiempo para sus vástagos.

"Soy madre soltera de tres niñas preciosas y me motivé porque una amiga me invitó a un evento-exposición que hicieron"

Explica que tras integrarse, en poco tiempo pasó de ser una estudiante a una maestra de la escuela laboral Mercedes Durán Castillo en el sector Catanga de Los Mina.

“Tras mi dedicación y esfuerzo en realizar un oficio que es considerado como para hombres, en menos tiempo de lo requerido dejé de ser una estudiante de tapicería a enseñarle a otras mujeres a realizarlo”, detalla.

Dice que aunque el trabajo de tapizar muebles y otros objetos implican mucho esfuerzo físico, ya se emplean muchas herramientas que permite mayor destreza y facilidad a quien lo realiza.

“No solo avancé y cambié mi forma de vida si no que también obtuve muchas hijas, que son mis estudiantes a las cuales me dedico para que obtengan un buen aprendizaje”, relató.

Al igual que Eneroliza, Miguelina Lorenzo es tapicera desde hace 15 años. Tiene su propio taller de tapicería en la Avenida Nicolás de Ovando.

“Me gusta cuando termino un mueble que lo veo, lo vivo”, manifiesta con un gesto placentero en su rostro.

De ella no solo dependen sus parientes directos sino también entre seis o siete personas que emplea en su taller.

“De mi regularmente dependen 6 ó 7 trabajadores y si estamos en temporada baja, solo son uno o 2 pero esto no es siempre”, señaló Miguelina.

En tanto, Stalin Sánchez de tan solo 17 años terminó un curso de preparación de conservas.

Destaca que nunca ese es tan joven para iniciar un oficio o aprender algo que puedes seguir desarrollándote. “Preparo conservas y bebidas con frutas, pienso seguir preparándome en el área de la cocina y llegar a ser todo un chef”.

Stalin mostró sus productos adornados en canastas listas para ser llevadas, durante la exhibición que se llevó a cabo en el hotel Crowne Plaza por segunda ocasión realizada por la dirección de Educación para Jóvenes y Adultos.

En dicha feria expositiva realizada el pasado miércoles 3 de junio, se presentaron distintos productos y trabajos de las escuelas laborales; así como una exposición de servicios mediante formas de talleres que se realizan en la cotidianidad

Escuelas laborales

Miriam Camilo Recio, directora general de Educación de Jóvenes y Adultos del MINERD, explicó que existen 90 escuelas en todo el país a las cuales pueden acceder personas de cualquier nivel educativo y edad.

“Puede llegar un profesional como uno que no esté capacitado y participar; tampoco hay discriminación de género ya que antes se tenía la percepción de que solo eran escuelas femeninas, pero ahora participan tanto hombres como mujeres”, resalta Camilo Recio.

Informó que las escuelas imparten más de 50 tipos de cursos, pero tradicionalmente se han destacado mucho en talleres de cuidado de la imagen personal, artesanía y electricidad residencial.

Relató que las escuelas llevan más de 80 años en servicio. “Estamos en una especie de relanzamiento, yo diría que estamos sacándolas de los rincones donde estaban metidas los cuales avergüenzan”.

Camilo Recio concluyó con que el Minerd desde el pasado año 2014 está transfiriendo recursos de descentralización para estos programas, todo depende de la cantidad de estudiantes en cada centro educativo.