Associated Press/Traducción Iván Pérez Carrión

EE.UU. y Cuba celebraron ayer viernes 27 una segunda ronda de negociaciones sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, interrumpidas por algo más de medio siglo aunque parece poco probable un avance inmediato, dijo la agencia Associated Press.

El gobierno de Obama desea tener abiertas las embajadas en ambos países en abril de este año, cuando se celebre la cumbre de líderes de América, a la cual se espera que asistan los presidentes Barack Obama y Raúl Castro.

Sin embargo, los cubanos han estado insistiendo en que el país sea eliminado de una lista de países terroristas o que auspician el terrorismo de Estados Unidos, lo cual les impide ejecutar operaciones bancarias en EE.UU. y llevar a cabo otros negocios básicos necesarios para una embajada en ese país.

La Habana dice que las sanciones de EE.UU. a los bancos que hacen negocios con Cuba impiden la realización y el desarrollo de los asuntos diplomáticos en ese país.

Se ha dicho que el gobierno estadounidense está analizando el asunto, pero no se ha decidido nada hasta ahora.

Roberta Jacobson, jefe de la diplomacia para América Latina del Departamento de Estado, representó a los EE.UU. en las conversaciones de un día en el la sede del órgano. Frente a ella, en la mesa estaba Josefina Vidal, jefe de la diplomacia de Cuba para Estados Unidos.

En una conferencia de prensa el viernes con el presidente de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que los debates sobre el restablecimiento de las embajadas son técnicos y diferentes del examen legal de Estados Unidos de la trayectoria de Cuba contra en relación con el terrorismo.

“Es una serie de negociaciones bastante normales con respecto al movimiento de los diplomáticos, el acceso, los viajes, cosas diferentes”, dijo Kerry. La calificación sobre el patrocinio estatal del terrorismo es un proceso aparte, recalcó Kerry. “No es una negociación. Se trata de una evaluación que se realiza bajo un conjunto muy estricto de requisitos, ordenado por el Congreso”, que tiene que ser analizarse por separado.

EE.UU. declaró a Cuba patrocinador del terrorismo en 1982, y acusó al gobierno comunista cubano de proporcionar refugio a miembros del grupo separatista vasco ETA y del movimiento revolucionario de izquierda FARC de Colombia.

El miércoles pasado, un alto funcionario del Departamento de Estado dijo a la prensa que el gobierno de Obama está a punto de completar su revisión del lugar de Cuba en la lista, lo que debe ser presentado al Congreso antes de que el nombre de Cuba se puede quitar, señaló Reuters.

El informe sobre el terrorismo más reciente del Departamento de Estado señaló que Cuba ha sido recientemente la sede para los esfuerzos de paz entre las FARC y el gobierno de Colombia. Sin embargo, mencionó las facilidades de vivienda, alimentación y apoyo médico que el gobierno cubano ofrece a fugitivos buscados en Estados Unidos.

Al término de la segunda ronde de conversaciones, refiriéndose al tema de la solicitud de Cuba, Josefina Vidal dijo: “No hemos establecido enlaces entre la reapertura de embajadas y la eliminación [de Cuba] de la lista de patrocinadores del terrorismo” de Estados Unidos (…) “Lo que hemos dicho es que es importante que este asunto se resuelva a lo largo del proceso de restablecer las relaciones”, añadió Vidal.

Comenta la AP, que la probabilidad de que se prolonguen las conversaciones entre EE.UU. y Cuba sobre la normalización de relaciones ha aminorado un poco la emoción generada en diciembre, cuando Obama y Castro anunciaron que intercambiarían espías encarcelados y que estaban decididos a poner fin a más de cinco décadas de enemistad.

Aunque EE.UU. ha aliviado algunas restricciones comerciales y de viaje, el embargo económico a Cuba sigue vigente. Por su parte, Cuba aún no ha dicho si va a satisfacer la demanda estadounidense de que acceda sin restricciones el acceso diplomático en la isla. Además de que persisten las mismas preocupaciones sobre democracia y derechos humanos que han dificultado durante largo tiempo la relación permanecen.

Ambas partes consideran la apertura de embajadas como un primer paso hacia la reducción de la brecha histórica.

Al final de esta jornada se anunció alrededor de seis visitas programadas de empresarios de distintos sectores áreas y funcionarios del gobierno estadounidense en las próximas semanas a La Habana.

El clima de la segunda ronda de conversaciones entre Estados Unidos y Cuba para restaurar las relaciones, celebrada en Washington el viernes, según expresó el portavoz de la delegación cubana, fue “positivo, constructivo y respetuoso”.

Durante su visita a Washington, Vidal, la figura principal de la delegación cubana, planeaba reunirse con miembros de la comunidad empresarial de Estados Unidos interesados en hacer negocios con Cuba, así como con miembros del Congreso que han empujado para mejorar las relaciones entre los dos países, dijo la AIN.