Copenhague, 28 oct (EFE).- El papa Francisco, que la próxima semana participará en Suecia en los actos de la Federación Luterana Mundial por el quinto centenario de la Reforma, afirmó hoy que Lutero llevó la Biblia al pueblo y elogió su defensa del cambio.
"Lutero tomó un paso decisivo poniendo la palabra de Dios en las manos del pueblo. La importancia de las reformas y de la Biblia son dos de los elementos fundamentales en los que podemos tener un aprecio más profundo al hablar de la tradición luterana", dijo el papa en una entrevista a la revista católica sueca Signum.
Martín Lutero, señaló Francisco en la entrevista adelantada hoy por el diario Dagens Nyheter en su edición digital, quiso transformar la Iglesia en una situación "difícil", aplicando remedios "en duras circunstancias", lo que llevó a una separación y no a una reforma, debido a factores políticos.
"Necesitamos aprender a trascender nuestras limitaciones para juntarnos con otras personas, si no lo hacemos, los cristianos resultaremos dañados por nuestras divisiones. Mi esperanza es que podré tomar pasos para acercarnos unos a otros, para acercarnos a mis hermanos y hermanas que viven en Suecia", afirmó
El papa, que estará el lunes y el martes en Suecia, mostró su deseo de estrechar la relación entre el catolicismo y el protestantismo.
"Necesitamos aprender a trascender nuestras limitaciones para juntarnos con otras personas, si no lo hacemos, los cristianos resultaremos dañados por nuestras divisiones. Mi esperanza es que podré tomar pasos para acercarnos unos a otros, para acercarnos a mis hermanos y hermanas que viven en Suecia", afirmó.
Francisco reveló que solo tenía previsto participar en el acto ecuménico del aniversario de la Reforma del lunes para subrayar el mensaje de universalidad, pero que decidió prolongar su visita y dar una misa por la "fuerte demanda" de la comunidad católica nórdica.
"Pero no quise que fuera ni el mismo día ni en el mismo lugar que la reunión ecuménica, para mantener los dos eventos separados. El encuentro ecuménico debe mantener su importancia vital en el espíritu de unidad, ese es también mi espíritu", sostuvo Francisco, quien afirmó que "no se puede ser católico y sectario".
Francisco desligó el terrorismo de la religión y tildó de "herejía" y de "diabólico" usar la violencia en nombre de Dios, independientemente de la confesión, y sostuvo que solo una mente "retorcida" puede justificar ese tipo de actos apelando a Dios.
La religión, insistió el papa, no es la causa de la violencia, sino que esta tiene sus raíces "en una forma de idolatría que se relaciona a sí misma con la religión".
El papa criticó también el "terrorismo de la calumnia", del falso rumor, un vicio a su juicio difícil de erradicar y que es "una forma severa de violencia de unos contra otros", que solo se puede superar a través de una profunda transformación interior.
En la entrevista con Signum Francisco reveló su buena relación con un pastor sueco asentado en Buenos Aires en la década de 1950 y 1960, de nombre Anders Ruuth y que enseñaba en una facultad luterana próxima a otra jesuita en la que él también ejercía la docencia.
"Fue un período difícil en mi vida desde el punto de vista espiritual. Confié en él, le abrí mi corazón. Fue de gran ayuda en esa situación", cuenta Francisco, quien vio por última vez a Ruuth cuando este viajó años después a Argentina a oficiar una boda.
Gracias a una llamada de uno de los hijos de Ruuth, fallecido en 2011, Francisco se enteró de la muerte del pastor, a quien dijo recordar "con mucho afecto y gratitud". EFE