DAVOS, Suiza (EFE).- Cerca de la mitad de los recursos públicos que los países pobres destinan a la educación benefician directamente a los niños del 10 % de las familias en mejor situación económica, reveló este jueves Unicef en el Foro Económico Mundial de Davos.
Si se considera también a los países de renta media, como la mayoría de Latinoamérica, el 26 % de los presupuestos de educación se concentran a favor del 10 % de escolares más pudientes y no de los más pobres.
"Este desequilibrio favorece de forma desproporcionada a los niños de hogares más acomodados y que típicamente son quienes alcanzan los niveles más altos de educación", afirma un informe presentado en el Foro, que reúne a 2.500 dirigentes políticos y de negocios, entre los más poderosos del mundo.
"Es otro problema de desigualdad. Pensamos que si se invierte más en educación los niños pobres serán beneficiados automáticamente, pero éste no es el caso", aseguró en una conferencia de prensa la subdirectora ejecutiva de Unicef, Yoka Brandt.
Según el organismo, el 20 % de niños del sector más pudiente en países pobres puede sacar provecho de hasta 18 veces más recursos públicos para la educación que el 20 % más pobre.
El nuevo análisis de Unicef subraya la profunda crisis en la que se encuentra la educación pública y confirma que el aumento de la tasa de escolaridad se ha estancado, con 58 millones de niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela.
En estas circunstancias, el Objetivo de Desarrollo del Milenio relacionado con un acceso universal a la educación primaria para este año no se cumplirá. "Este es un llamamiento para actuar. No tenemos la demografía de nuestro lado porque la población de niños en edad escolar aumenta rápidamente", dijo Brandt.
La proyección que indica que dentro de 15 años el número de niños que tendrían que estar escolarizados en África será de 440 millones (2,5 veces más que hoy) ilustra las necesidades que habrá en el futuro próximo en las regiones en desarrollo.
Sin embargo, la escolarización no resuelve todos los problemas, según constata Unicef, porque no todos los que van a la escuela aprenden realmente. Se ha establecido que 130 millones de niños que llegan al cuarto año de primaria no dominan las reglas básicas de la lectura y la aritmética.
La situación empeorará conforme la población en edad escolar aumente, pues para garantizar una educación básica universal, habría que incorporar al sistema educativo a 619 millones de niños entre los 3 y 15 años para 2030. Esa cifra representa un 57 % más frente a la población escolar actualmente.
Otro gran problema que evidencia Unicef es la permanente falta de recursos, con una brecha de 26.000 millones de dólares para garantizar educación universal en 46 países de escasos recursos.
Brandt dijo que esa cifra aislada puede parecer enorme, "pero si la ponemos en contexto veremos que no lo es, ya que representa apenas el 5 % de los beneficios anuales de las quince compañías que más ganan en el mundo". El ex primer ministro británico y actual enviado especial de la ONU para la Educación, Gordon Brown, denunció una "crisis de los niños, a los que hemos dejado en las condiciones más precarias y terribles".
Gordon se refirió, en concreto, a los 500.000 niños sirios exiliados en Líbano por la guerra en su país, de los cuales sólo 100.000 reciben educación en escuelas libanesas.
"Tenemos las escuelas, los profesores, el Gobierno del Líbano está de acuerdo, pero no hemos podido encontrar los 136 millones de dólares necesarios para educar a esos 400.000 niños. Bastaría con invertir un dólar diario para que cada uno de ellos pueda ir a la escuela", explicó.