Santiago (República Dominicana) (EFE).- Los padres de los menores que fueron abusados sexualmente por el sacerdote polaco Wojciech Waldemar (padre Alberto Gil), en Juncalito, provincia de Santiago, en el norte de República Dominicana, se mostraron satisfechos tras la decisión del religioso de declararse culpable de los cargos durante un juicio en Varsovia (Polonia).
Según los progenitores, su conciencia comienza a tranquilizarse, porque piensan que, por fin, se hará justicia en este caso.
Ramón Peralta, padre del primero de los menores que denunció los abusos del sacerdote mientras dirigía la parroquia de Juncalito, indicó que los familiares de los adolescentes afectados confían en la justicia dominicana y la polaca.
Además, aseguró que todo indica que el cura "pagará por los hechos" que cometió y que eso "devuelve un poco la tranquilidad a las familias afectadas".
Los padres de muchos de los menores afectados por los supuestos abusos sexuales del padre Gil los enviaron a Santiago para protegerlos de los comentarios, las conjeturas y la burla de muchas personas de la comunidad.
Solo el hijo de Peralta ha decidido permanecer en el lugar, por lo que grupos de la Iglesia Católica han formado grupos que orientan a los vecinos para que eviten la burla y los comentarios peyorativos en su contra, porque con ello los convierten en víctimas por partida doble.
El pasado 20 de marzo comenzó en Varsovia (Polonia) el juicio contra el sacerdote acusado de abusar de seis jóvenes durante su etapa en la República Dominicana, y de otros dos menores en su país antes de partir hacia el Caribe, hechos de los que se declaró culpable. EFE