NUEVA YORK, EEUU.- Una marea de decenas de miles de personas, 150.000 según la organización, inundaron el centro de Nueva York con los colores del arcoiris para celebrar el WorldPride, pero también para reivindicar un Orgullo LGTBI crítico que continúe con la lucha por los derechos de este colectivo.
Carrozas multicolores, zancudos, drag queens, heterosexuales, lesbianas, gais, ONG, activistas, actores, presentadores de televisión y políticos electos se dieron cita este domingo en la Gran Manzana para festejar las identidades sexuales y el 50 aniversario de los disturbios del bar gay Stonewall que dieron un vuelco a la lucha por estos derechos civiles.
Una fiesta que fue brevemente interrumpida por una tormenta de verano después de una mañana de sol y altas temperaturas.
No se perdieron el desfile ni el Gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ni el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, los máximos exponentes del poder político y demócrata que hicieron su aparición en la cabalgata.
También estuvo la famosa diseñadora Donatella Versace, que desfiló subida en la carroza del Stonewall Inn, y que afirmó a Efe sentirse orgullosa de estar presente como la "nueva embajadora" del emblemático local y que amaba a todo el mundo alrededor.
"Creo que es muy apropiado que estemos aquí hoy y que luchemos por los derechos humanos", aseveró Versace desde la Quinta Avenida con la calle 26, desde donde partía la comitiva.
El desfile estuvo encabezado, como todos los años desde 1986, por el club femenino de motoristas Sirens (sirenas, en español), que con alas multicolores en sus espaldas hicieron el recorrido en sus motos tipo "chopper".
"Este año es muy especial. Es la hora de recordar la rebelión del Stonewall, 50 años después, y celebrar el Orgullo Mundial en nuestra ciudad. Es maravilloso. He conocido a gente de todo el mundo", afirma a Efe emocionada la vicepresidenta de esta organización de moteras, Jen Baquial.
Las autoridades indicaron que esperaban entre tres y cuatro millones de turistas en la ciudad con motivo de las celebraciones del Orgullo que arrancaron el jueves y que concluirán la noche del domingo con un concierto en Times Square y con la actuación de Madonna, en un minifestival de música en la orilla del río Hudson.
En el desfile no faltaron banderas de múltiples países y ciudades invitadas a participar, localidades como Bologna, Roma, Venecia, Berlín -candidatas a acoger las próximas ediciones del WorldPride- o Copenhague, que será la anfitriona de la próxima edición en el 2021.
Horas antes del arranque del desfile, que fue también retransmitido en directo con la participación del actor gay Billy Porter, otra marcha reivindicando un Orgullo más crítico, partió de la calle Christopher, donde se ubica el icónico Stonewall.
La "Queer Liberation March" (La Marcha por la liberación LGTBI) marchó en paralelo siguiendo el mismo trazado que la primera marcha del Orgullo, celebrada en 1970 en el primer aniversario de las revueltas del Stonewall entre los clientes gays del bar y agentes de Policía.
Ann Northrop, una de las organizadoras de la marcha, insistió a Efe sobre la importancia de continuar la lucha por los derechos civiles de los LGTBI y denunció la participación de carrozas de empresas en la marcha oficial del Orgullo, así como de los líderes políticos y de la Policía.
"¿Justicia o grandes empresas?", esa es la elección que había que tomar este domingo, según cuenta a Efe Bill Bobs, otro de los organizadores de esta marcha alternativa, en relación al desfile oficial del Orgullo que arrancó a las 12.00 hora local (16.00 GMT).
"Es hora de parar los abusos y los atropellos hacia la comunidad trans, la mayoría de las que estamos aquí somos mujeres trans, latinas, inmigrantes e indocumentadas y lo único que estamos pidiendo es protección y que se garanticen nuestros derechos", dice a Efe Liam Winslet, de la organización Colectivo Intercultural TRANSgrediendo, del barrio neoyorquino de Queens.
Junto a varias compañeras de distintos países latinoamericanos, Liam insiste en que han decidido participar en esta marcha alternativa porque "el World Pride ha sido y sigue siendo algo comercial, donde la gente ve lo bonito del Orgullo pero no se da cuenta de una realidad como esta".
EFE, Álvaro Celorio y Jorge Fuentelsaz