Naciones Unidas, 2 jun (EFE/Mario Villar).- La ONU consideró hoy que la carrera contra la epidemia de ébola en África Occidental está cerca de completarse con éxito, pero pidió a la comunidad internacional que no se relaje y siga apoyando los esfuerzos para erradicar la enfermedad y permitir la recuperación de los países afectados.
"Mi llamamiento es claro: estamos en la última milla de la respuesta, pero el trabajo no está terminado. Tenemos que continuar apoyando a la región para llegar a cero casos y luego empezar la recuperación", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en una intervención ante la Asamblea General.
Según Ban, el éxito final requiere de un compromiso continuado, por lo que llamó a los Gobiernos de todo el mundo a seguir respaldando las labores contra la enfermedad.
"Lo que va a pasar ahora será crítico. Después de haber conseguido tantos progresos y haber invertido de tal forma, no podemos bajar los brazos antes de que la epidemia esté completamente controlada", dijo el diplomático surcoreano.
Después de que Liberia -que llegó a ser el país más afectado- fuera declarado libre de ébola el pasado 9 de mayo, la ONU espera que Sierra Leona logre pronto esa meta, mientras que el optimismo es algo menor en el caso de Guinea.
"Si las autoridades y las comunidades siguen centradas, el brote en Sierra Leona seguirá una trayectoria descendiente similar a la de Liberia", dijo el jefe de la misión contra el ébola de la ONU, Peter Jan Graaff, que también compareció ante la Asamblea General.
Durante los últimos dos meses, el país ha registrado como mucho 12 casos semanales, limitados a un reducido número de áreas, lo que hace pensar a los expertos que el brote está muy cerca de terminarse.
Mientras tanto, en Guinea, la situación continúa siendo más complicada, en buena parte, porque siguen llevándose a cabo prácticas peligrosas como entierros no seguros, explicó Graaff.
Según el responsable de la ONU, algunas comunidades del país se resisten, a veces violentamente, a abandonar sus tradiciones y seguir las medidas sanitarias puestas en marcha para contener el ébola.
"La ONU y sus socios tienen que intensificar esfuerzos y ganarse la confianza de estas comunidades", advirtió Graaff, que recordó que cuando las poblaciones locales se comprometen con el personal de salud los progresos contra la enfermedad son rápidos.
Desde el inicio de la epidemia, hace algo más de un año, se han confirmado 27.049 casos de ébola y 11.149 muertes por el virus, casi en su totalidad en estos tres países africanos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En la semana terminada el 24 de mayo, la última con datos completos, se dieron 9 nuevos casos en Guinea y 3 en Sierra Leona.
Pese a la evolución positiva de los últimos meses, la ONU insiste en que la situación continúa siendo frágil, en especial ante la llegada de la época de lluvias a la región.
"Puede haber retrocesos. El compromiso de las comunidades y una vigilancia activa son esenciales. Cualquier distracción puede hacer que el virus se extienda", dijo Ban.
"Va a ser un camino lleno de baches. Todavía tenemos mucho que hacer", advirtió por su parte el enviado especial de la ONU para el ébola, David Nabarro.
Además de controlar el virus, el desafío será reconstruir los sistemas médicos de los tres países más golpeados y asegurar la salud futura de la población, insistió Nabarro.
Ban, que en julio presidirá una conferencia de donantes, pidió a la comunidad internacional que apoye los esfuerzos de las autoridades africanas para reforzar la prevención y evitar que tragedias como esta se repitan.
Liberia, Sierra Leona y Guinea han desarrollado planes a dos o tres años vista para mejorar su Sanidad, para lo que necesitan 1.300, 1.060 y 2.900 millones de dólares, respectivamente. EFE