Ginebra, 15 dic (EFE).- El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, instó hoy a los Gobiernos, a la sociedad civil y a los medios, a terminar con el discurso xenófobo y la incitación al odio contra la población migrante.

En un discurso pronunciado en el marco de la de la celebración del Día de los Derechos Humanos que se celebró el 10 de diciembre y del Día Internacional del Inmigrante, que será el próximo día 18, el alto comisionado pidió aunar los esfuerzos para acabar con la imagen negativa de los inmigrantes que en los últimos meses se ha proyectado en países de Occidente.

"Como muestran los estudios, en los países de la OCDE los inmigrantes aportan más a las carteras públicas a través de los impuestos que los beneficios sociales que obtienen"

Zeid señaló que es fundamental enfatizar la idea de que la gran mayoría de los inmigrantes no suponen un riesgo para la seguridad, y propuso también "revaluar" la vinculación entre las leyes sobre inmigración y la seguridad interna de un país.

Asimismo, consideró que hay que publicitar los beneficios que aportan los inmigrantes a las economías nacionales.

"Como muestran los estudios, en los países de la OCDE los inmigrantes aportan más a las carteras públicas a través de los impuestos que los beneficios sociales que obtienen", recordó.

Por otro lado, destacó que muchos países, y citó a Alemania, necesitarán en los próximos años mucho más mano de obra de que la que sus nacionales pueden ofrecer.

A su juicio, la utilización de términos peyorativos para referirse y estigmatizar a la población inmigrante incita al odio, lo que está prohibido por el derecho internacional.

Pero en muchos países la legislación solo condena el odio en base a una raza, lo que parece que deja este tipo de acusaciones impunes.

Por otro lado, dos expertos de Naciones Unidas urgieron hoy a los gobiernos de todo el mundo a garantizar el acceso a servicios básicos como la sanidad, la educación, el alojamiento o el trabajo decente a todas las personas.

Los expertos pidieron que se desliguen las leyes de inmigración del acceso a los servicios públicos, puesto que "con demasiada asiduidad" presentan obstáculos "insuperables" para el acceso de los inmigrantes.

Una de las mayores dificultades a las que se enfrentan las personas que llegan por primera vez a un país es el acceso a la salud, así como la asistencia psicológica y mental que puedan necesitar dada su situación, que dificulta enormemente su integración en la sociedad.

Firman la petición, el relator especial sobre los derechos de los inmigrantes François Crepeau, y el presidente del Comité de los Derechos de los Trabajadores Inmigrantes, Francisco Carrión Mena. EFE