Por cada US$ 100 que el Estado pagó a Odebrecht por obras públicas, US$ 34 fueron desviados para sobornos a funcionarios que permitieron que la compañía se quedase con esos contratos, según una publicación realizada por la Televisora Nacional de Panamá (TVN Noticias).
El reportaje realizado por Nicanor Alvarado, resalta que la propia delación de ejecutivos de Odebrecht en Estados Unidos revela que Panamá es el tercer de 12 países con la coima más cara. Lo supera República Dominicana, en donde por cien dólares licitados funcionarios se embolsillaron US$ 56, y Guatemala, con US$ 53.
En Dominicana la Fiscalía General ha citado para enero al director de Odebrecht Marcelo Hofke, y en Guatemala, el Gobierno dice que podría rescindirle un contrato de US$ 240 millones a la compañía, pero no por los sobornos, sino porque dejó la obra varada y reclama más dinero.
Ecuador, que pidió la semana pasada asistencia judicial a Estados Unidos, es el cuarto país con la coima más cara: $29 por cada cien dólares. Le sigue México con $27 por cada cien, Colombia con $22 y Perú con $20.
En Angola, donde no hay investigación alguna andando, el soborno era de US$ 19 por cada cien dólares, Brasil con US$ 18, y Argentina con US$ 12.
Hay casos extremos, sin embargo, en los que no hay pistas de cuánto representó la coima: Venezuela y Mozambique.
Pero es todavía más dramático: las fiscalías de ninguno de esos países ha decidido aún abrir una investigación para determinar quién se llevó la plata que Odebrecht reconoció que pagó bajo la mesa. En Mozambique los medios de comunicación siquiera tienen registros sobre esa compañía.
Caso contrario es Perú, donde se anunció que Odebrecht no volverá a ser contratada.