Santo Domingo (EFE).- La Iglesia católica dominicana reiteró este lunes su oposición a la posibilidad de que el país apruebe cualquier posibilidad o excepción para que las mujeres decidan si continúan con un embarazo, y afirmaron que se trataría de un "crimen que echa fuera a uno para salvar a otro, como hace la mafia".
La Conferencia del Episcopado Dominicano aseguró que, sea como sea que se plantee, la interrupción del embarazo será siempre eliminar una vida humana indefensa.
"No existe el derecho al aborto (matar), existe el derecho a la vida. Por esta razón, reclamamos al Gobierno dominicano, en sus tres poderes, que apoyen la vida de todos, creando políticas públicas que garanticen la salud de la madre y de su hijo por nacer", dijeron los obispos en un comunicado.
Los purpurados pidieron mantener la prohibición del aborto en el país, "de modo que no tengamos que llevar la carga de conciencia de haber contribuido a una legislación para matar".
En el documento, aseguran que tal como afirma el papa Francisco, "el aborto no es un problema religioso, sino humano", y como a la Iglesia le compete todo lo humano, también le corresponde defender con ahínco la vida de los no nacidos, indefensos y sin una voz que los defienda.
"El aborto va más allá de la responsabilidad de las personas concretas y del daño que se les provoca, asumiendo una dimensión fuertemente social: es una herida gravísima causada a la sociedad y a la cultura por quienes deberían ser sus constructores y defensores", agregaron.
Los jerarcas eclesiásticos rechazaron los planteamientos de grupos feministas, políticos y otros de la sociedad civil que abogan porque el aborto se permita en las causales de violación sexual o incesto, cuando la vida de la madre corra peligro inminente y cuando el feto sea declarado inviable por los facultativos.
La semana pasada, el presidente de la Cámara de Diputados dominicana, Rubén Maldonado, sometió un proyecto de ley para la aprobación del aborto en esas tres causales, y así separarlo del Código Penal, cuya modificación no ha sido posible sancionar debido a los enfrentamientos entre quienes favorecen y rechazan la interrupción del embarazo. EFE