Washington, 10 sep (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, tendió hoy la mano a la diplomacia al pedir al Congreso que posponga el voto sobre un ataque contra Siria para evaluar la propuesta rusa encaminada a la destrucción del arsenal químico sirio, pero reiteró que es necesario actuar y pidió a sus Fuerzas Armadas estar preparadas.

En un discurso televisado a la nación desde la Sala Este de la Casa Blanca y de poco más de 15 minutos, Obama admitió que los estadounidenses están "cansados" tras una "década de guerra" en Irak y Afganistán, y también aclaró que EE.UU. "no es la policía del mundo".

"Pero cuando, con modesto esfuerzo y riesgo, podemos lograr que los niños dejen de ser atacados con gas hasta la muerte y poner a nuestros propios hijos más seguros a largo plazo, creo que debemos actuar (…) Eso es lo que nos hace excepcionales", destacó también Obama.

EE.UU. sostiene que el régimen de Bachar Al Asad fue el responsable del ataque con armas químicas en las afueras de Damasco del pasado 21 de agosto y, en represalia, Obama ha decidido responder con una acción militar "limitada" contra Siria, aunque ha pedido la autorización del Congreso para ello.

Obama reiteró hoy que no va a enviar tropas a ese país y que no busca una campaña bélica de largo alcance como las de Irak y Afganistán, ni siquiera una serie de bombardeos prolongada, como en Kosovo y Libia.

"Sería un golpe dirigido a lograr un objetivo claro: disuadir del uso de armas químicas y degradar las capacidades de Asad", enfatizó el mandatario.

Un ataque "limitado puede hacer que Asad, o cualquier otro dictador, se lo piensen dos veces antes de usar armas químicas", insistió Obama.

"Si no actuamos, el régimen de Asad no verá razones para dejar de usar armas químicas", sostuvo Obama, para quien la utilización de este tipo de armamento supone una violación de las normas internacionales y representa una amenaza para la seguridad de EE.UU., sus tropas en Oriente Medio, y de aliados como Israel.

A la vez que insistió en la necesidad de actuar, Obama dejó clara su preferencia "profundamente arraigada" por soluciones pacíficas y aludió a los "signos alentadores" de los últimos días, motivados a su juicio por la "amenaza creíble" de un ataque de EE.UU. y por "conversaciones constructivas" con su homólogo ruso, Vladímir Putin.

El presidente consideró que es "demasiado temprano" para determinar si dará resultado la propuesta rusa para que el régimen sirio ceda el control de su arsenal químico a la comunidad internacional.

"Pero esta iniciativa tiene el potencial de eliminar la amenaza de las armas químicas sin el uso de la fuerza, particularmente porque Rusia es uno de los más firmes aliados de Asad", subrayó.

Por ello, "he pedido a los líderes del Congreso que pospongan el voto para autorizar el uso de la fuerza mientras perseguimos la vía diplomática", declaró Obama.

El mandatario adelantó que su secretario de Estado, John Kerry, se reunirá este jueves en Ginebra con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, y que él continuará conversando al respecto con Putin.

Además, agregó que tras haber hablado con Francia y el Reino Unido, Estados Unidos trabajará estrechamente con ellos y con Rusia y China para tramitar una resolución ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que obligue a Asad a desarmarse.

"También daremos a los inspectores de las Naciones Unidas la oportunidad de informar de sus conclusiones sobre lo que ocurrió el 21 de agosto", anotó Obama.

No obstante, enfatizó que ha pedido a sus Fuerzas Armadas que mantengan la "presión" contra el régimen de Al Asad y que continúen preparadas para "responder" si finalmente se lanza el ataque contra Siria.

"Las Fuerzas Armadas estadounidenses no se andan con medias tintas. Incluso un ataque limitado enviará a Asad un mensaje que ninguna otra nación puede dar", advirtió Obama, quien comentó también que el régimen sirio "no tiene la capacidad" de poner "en grave peligro" a EE.UU. si decide tomar represalias. EFE

El plan de Obama sobre Siria suscita división entre los congresistas

Washington, 10 sep (EFE).- El presidente de EE.UU., Barack Obama, pidió hoy al Congreso que postergue un voto sobre un posible ataque militar contra Siria mientras se persigue una solución diplomática, en un discurso que no pareció suscitar nuevos apoyos del Congreso.

En general, los demócratas aplaudieron el tono y contenido del discurso televisivo de Obama, mientras que algunos republicanos criticaron su política exterior hacia Siria o mostraron escepticismo sobre el plan ruso para desarmar al régimen del presidente Bachar al Asad.

La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el demócrata "número dos" en ese órgano legislativo, Xavier Becerra, elogiaron por separado el discurso de Obama e indicaron que la "amenaza creíble" de una acción bélica demuestra su firme liderazgo y su disposición a agotar todas las alternativas antes de recurrir al uso de la fuerza.

El senador demócrata por Michigan y presidente del Comité de Servicios Armados, Carl Levin, consideró que lo mejor que puede hacer el Congreso para apoyar una salida diplomática es "aprobar una resolución que autorice el uso de la fuerza".

En ese mismo sentido se pronunció el presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Menéndez, quien agregó que si falla la iniciativa diplomática, un ataque militar enviará un "mensaje inequívoco al régimen de Asad y otros actores internacionales".

Por su parte, los senadores republicanos John McCain y Lindsey Graham lamentaron en un comunicado conjunto que Obama no haya hablado con más contundencia sobre aumentar la ayuda militar a fuerzas de la oposición moderadas en Siria, como el Ejército Libre Sirio, y que tampoco haya ofrecido "un plan más claro para comprobar la seriedad del plan ruso y sirio" de poner las armas químicas bajo custodia internacional.

En su cuenta en Twitter, sin embargo, Graham dijo estar dispuesto "a darle tiempo a que madure" esa propuesta.

Mientras, el senador republicano por Iowa, Chuck Grassley, expresó dudas de que un ataque militar limitado cumpla los objetivos de Obama, aunque apoyó la idea de explorar el plan ruso.

El presidente del Partido Republicano, Reince Priebus, criticó el manejo de Obama de la crisis siria y afirmó que, a su juicio, esa "diplomacia sin timón ha avergonzado a EE.UU. en la arena internacional".

Obama se dirigió a la nación en hora de máxima audiencia para argumentar una vez más las razones de la opción militar contra Siria mientras EE.UU. estudia, en concierto con la comunidad internacional, una posible solución diplomática.

Los sucesos de las últimas 24 horas alteraron el discurso de Obama, quien buscaba inicialmente persuadir a los escépticos en el Congreso y a la opinión pública sobre la urgencia de atacar a Siria.

El conflicto civil de dos años y medio en Siria se ha cobrado la vida de más de 100.000 personas y la propuesta rusa ofrece un respiro tanto a Obama como a los legisladores reacios a una tercera intervención militar de EE.UU. en Oriente Medio.

Obama aseguró que tiene una "profunda preferencia por soluciones pacíficas" pero subrayó la necesidad de exigir una rendición de cuentas al Gobierno sirio por el uso de armas químicas.

Horas antes del discurso, Obama se reunió por separado con líderes demócratas y republicanos del Senado, y regresó a la Casa Blanca convencido de que el Congreso postergará en el futuro inmediato el voto sobre Siria.

De hecho, Charles Schumer, el demócrata "número tres" en el Senado, dijo que la Cámara alta evaluará la evolución de las deliberaciones en Naciones Unidas antes de tomar el siguiente paso.

Por ahora, Obama aún no tiene los votos asegurados del Legislativo para una posible acción bélica aunque sea específica y de corta duración.

Obama reconoció que la idea "no será popular" ante un público estadounidense cansado de las guerras en Irak y Afganistán en la última década.

No obstante, insistió en que la campaña militar que propone no implicará el despliegue de tropas estadounidenses sobre el terreno; no será un conflicto abierto como Irak y Afganistán ni será un ataque aéreo prolongado como ocurrió en Kosovo y Libia.

Al igual que en otras ocasiones, Obama insistió en que el propósito de ese posible ataque será disuadir del uso de armas químicas en el futuro y "degradar" las capacidades del régimen de Al Asad para usarlas. EFE