Santiago, República Dominicana (EFE).- La región norte de la República Dominicana vive un drama por las intentas lluvias e inundaciones que se suceden desde principios de este mes y que se han cobrado la vida de al menos cinco personas, y que mantienen a miles de desplazadas y a casi la mitad del país en alerta.
Al menos cinco personas han fallecido producto de las lluvias, provocadas por al menos cuatro vaguadas.
Dos de las víctimas fatales son menores de edad, cuyos cadáveres fueron arrastrados y rescatados el domingo, uno en La Vega (norte) y otro en San Pedro de Macorís (este)
La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet) advirtió de que las precipitaciones continuarán durante las próximas horas.
Las precipitaciones provocaron el desplazamiento de más de 42.000 personas en los últimos días, pero el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) informó de que solo 8.055 permanecen fuera de sus viviendas.
A la vez, el organismo dijo que las precipitaciones han afectado 1.611 viviendas, de las que un centenar quedó completamente destruida, y que 40 comunidades están incomunicadas.
Asimismo, informó de que ocho de las 32 provincias del país siguen en alerta amarilla (intermedia) y seis en verde (mínima).
En Santiago (norte), una de las provincias afectadas, personas entrevistadas por Efe narraron cómo las lluvias destruyeron sus casas, dejándolos sin nada, al tiempo que denunciaron la situación por la que atraviesan, por lo que piden más ayuda oficial.
El subdirector nacional de la Defensa Civil y responsable de ese organismo en la zona norte, Francisco Arias, declaró a Efe que en Santiago unas 35 viviendas fueron arrasadas por crecidas de ríos, arroyos y cañadas, más de 100 casas quedaron destruidas parcialmente y 1,238 fueron anegadas.
Arias explicó que los afectados fueron alojadas en casas de familiares, amigos y vecinos y que el Gobierno les está asistiendo.
Sin embargo, Carmen Rodríguez, Santo Morillo y Roberto Jiménez, dijeron a Efe que ciertamente han recibido alimentos, pero que necesitan más que comida o bebida porque lo perdieron "todo".
"Perdí mi casita que con tanto sacrificio compré a orilla del río Gurabo", se quejó Morillo.
Rosa Tineo comentó que dormía junto a su pareja y sus dos niños de 3 y 6 años, cuando notó que la cama "se movía de un lado a otro" debido al agua que entró a la vivienda en horas de la noche.
"Pensé que estaba perdiendo el conocimiento, pero luego vi que era el río que arrastraba mi casa", narró Tineo.
"Caímos al río, por poco nos ahogamos, pero las personas nos rescataron. Fue algo horrible", insistió la afectada.
En sus declaraciones a Efe Arias advirtió de que no permitirán que las familias que perdieron sus casas en lugares vulnerables construyan de nuevo.
"La Defensa Civil se opone por la alta peligrosidad a que se exponen", recalcó el socorrista. EFE