SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El estudio Barómetro de las Américas resaltan que para el año 2012 ascendieron los niveles de apoyo a la idea de que los hijos de inmigrantes haitianos nacidos en territorio dominicano obtengan la nacionalidad dominicana.
Esta encuesta que se lleva a cabo desde el año 2004, también mostró que para el año 2012 la aceptación de que los indocumentados obtengan un permiso de trabajo aumentó de manera significativa entre las respuestas de los encuestados.
Según el estudio, el promedio de aceptación pasó de 48.3 puntos en 2010 a 54.8 puntos en el 2012, y la diferencia es estadísticamente significativa, al igual que en cuanto a la aceptación de que los haitianos indocumentados obtengan permiso de trabajo con 42.4 puntos en el 2010 a 46.2 puntos 2012, pero la diferencia no es estadísticamente significativa.
Sin embargo, en los últimos meses el país ha sido escenario de hechos que no se asemejan a estos resultados. Cientos de nacionales dominicanos de descendencia haitiana, quienes nunca han viajado o conocido la República de Haití, actualmente presentan problemas legales porque el Estado dominicano no les reconoce su ciudadanía.
En la presentación de la encuesta “Cultura Política de la democracia en República Dominicana y en las Américas, 2012: Hacia la igualdad de oportunidades”la socióloga Rosario Espinal advierte:
“Es un disparate jurídico” del Estado dominicano, negarles la ciudadanía a estos hombres y mujeres que han nacido en territorio dominicano y nunca han vivido fuera de él.
Hoy en día cientos de hijos de padres haitianos nacidos en República Dominicana no tienen acceso a la educación, trabajos de nivel, oportunidades que le permitan su crecimiento personal e intelectual porque no son de Haití ni de República Dominicana.
No existen en un registro civil que los acoja y las autoridades dominicanas no reconocen su ciudadanía, ya que sus padres tampoco tienen un registro migratorio.
El caso ha llegado a organismos internacionales en cuestión de que estas personas son perseguidas y apresadas, privándole su libertad en condiciones infrahumanas, para después, muchos ser llevados a Haití donde no conocen ni tienen a nadie.