SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El reconocido neurólogo epileptólogo Diógenes Santos Viloria lamentó que aunque el país cuenta con especialistas capacitados y con equipos de última generación para el diagnóstico y tratamiento de la epilepsia y enfermedades neurológicas, la mayoría de la población no tiene acceso a esa tecnología.

Dijo que el país ha avanzado grandemente contando con más 120 especialistas en neurología, Neuropediatría y neurocirugía así como Pneuropsicología,y 50 equipos de Tomografía, electroencefalografía, electromiografía y resonancias magnéticas, pero que esas limitantes de acceso privan a los pacientes de ser asistidos por médicos especialistas.

El médico tocó el tema al pronunciar un discurso especial durante la apertura del XX Congreso Internacional de Neurología y Neurocirugía, dedicado este año a su persona.

La actividad científica, organizada por la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, se desarrolla desde este jueves hasta el domingo en el país, con la participación de expertos nacionales y extranjeros.

Dijo que en el Sur del país donde años atrás realizó junto al Dr. Lionel Cairmant un trabajo de investigación de Neurocisticercosis, no existe ningún neurólogo que labore en Instituciones de Salud Pública y el tratamiento a personas de escasos recursos aunque existe no es suficientemente regular como para poder controlar las crisis de estos paciente en dichos lugares.

Recordó que esa investigación, cuyos resultados se presentaron en el 2013 en el Congreso de Epilepsia organizado por la ILAE en Montreal, se encontró que alrededor del 30% de los pacientes que sufren de Epilepsia en la región estudiada como son Barahona, Neyba, San Juan de la Maguana, Elías Piña y Azua la causa es la neurocistercosis.

El doctor Viloria dijo que la población infantil del país está completamente desprovista de asistencia de una consulta neurológica adecuada “por ello pensamos que las Autoridades de Salud Publica deben tomar parte en esta responsabilidad de asistencia a la población”.

“Es penoso aceptar que en el hospital de mayor referimiento de consulta neuropediátrica del país como es el Hospital Dr. Robert Reid Cabral, las consultas tienen que esperar un espacio de unos 3-4 meses para poder lograr ver un médico de esa especialidad”, dijo.

Lamentó que en República Dominicana existe discriminación para los pacientes que sufren de epilepsia. Se estima que la epilepsia afecta a menos del uno por ciento de la población.

“Es triste aceptarlo, pero nuestros pacientes son víctimas de discriminación en los trabajos, ya que cuando sufren de epilepsia difícilmente son aceptados en cualquier empresa, en las escuelas todavía algunos profesores tratan de persuadir a los padres de niños con epilepsia de retirarlos de la enseñanza”.

Dijo que si bien a través de los programas que se han difundido se ha logrado algunos progresos, entre ellos que la mayoría de las personas del país ya no tienen miedo de tocar un paciente en plena crisis por el temor de contaminarse con la enfermedad que a todas luces no es contagiosa todavía persisten algunos vestigios del estigma.

Agregó que los especialistas han luchado sobretodo en el tema de no referirse a una persona que le dan convulsiones diciéndole tu eres Epiléptico, porque aunque el paciente pueda ser curado de la enfermedad en muchas ocasiones se queda con ese epíteto de Tu eres Epiléptico marcado para toda la vida.

Dijo que las compañías de Seguros discriminan los pacientes rechazándolos porque entienden que es una enfermedad la mayoría de las veces de largo tratamiento y consideran que no es económicamente rentable para sus Empresas.

“La cirugía de Epilepsia sigue siendo un procedimiento de difícil acceso para la población en general, las compañías de Seguros no contemplan en sus planes este tipo de conducta terapéutica y por tanto los pacientes mismos deben costear todos sus gastos que son bastante elevados, por consiguiente no es posible asistir a este núcleo importante de pacientes por las dificultades mencionadas.

Dijo que es por ello que ha pensado que el Club de Epilepsia debe transformarse en una Fundación para así poder lograr ayudar a esta población desposeída tanto en el tratamiento médico, psicológico y quirúrgico de esta enfermedad.

Consideró que en la actualidad la formación de esa entidad sin fines de lucro debe de ser una prioridad por el presente y el futuro de la parte de la población que carece de recursos para atender sus necesidades de servicios de salud.