Jerusalén (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que desarrolló una estrecha relación y sintonía con el presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, se vio hoy obligado a explicar a la Knéset (Parlamento) que también tiene fuertes vínculos con el Partido Demócrata, después de que le acusasen de no mantenerlos.
"Tengo una relación cálida y duradera con Joe Biden, a quien conocí cuando él era un joven senador y yo servía como representante de Israel en Washington en 1982. Desde entonces nos hemos reunido y hablado muchas, muchas veces", declaró.
Para probar el grado de relación que tiene, incidió en que no olvidará "dos momentos grabados en la memoria y en la corazón": "las palabras conmovedoras que (Biden) dijo sobre mi padre después de su muerte en 2012, y nuestra prolongada conversación cuando lo llamé después de la muerte de su hijo en 2015. Hay cosas que están más allá de la política y de la diplomacia".
Netanyahu ha sido cuestionado por la oposición por el hecho de que su estrecha relación con Trump y su fractura con la Administración de Barack Obama -sobre todo al final, cuando se posicionó ante el propio Congreso estadounidense en contra de sus decisiones en relación al pacto nuclear con Irán-, podrían dejar en un mal lugar al país frente a una Casa Blanca que estará encabezada por el demócrata Joe Biden.
Israel ha mantenido siempre una excelente relación con su principal socio, Washington, fuese cual fuese el partido que gobernase, y Netanyahu defendió hoy que él también ha trabajado en este sentido.
"Durante 38 años me he esforzado constantemente por fortalecer nuestras relaciones con Estados Unidos, en todo su espectro político. Con los presidentes, con el Congreso y el Senado, con la opinión pública, incluyendo cientos de entrevistas en televisión, radio, en los medios de derecha e izquierda", se defendió.
"Cada vez que voy al Capitolio, siempre, pero siempre, me reúno con los líderes de ambos partidos. Y cuando los senadores y miembros del Congreso vienen a Israel, me gusta reunirme con todos y cada uno de ellos, en tiempo de paz, en tiempo de guerra, en cualquier momento. Demócratas y republicanos: no hay diferencia. Porque creo que fortalecer el apoyo bipartidista a Israel es una piedra angular de nuestra política exterior", manifestó.
Y llevó una lista de sus reuniones con cerca de trescientos congresistas y senadores estadounidenses que visitaron el país, 134 de ellos demócratas, entre ellos Nancy Pelosi y la próxima vicepresidenta, Kamala Harris, que visitó Israel en 2017.
Sin embargo, el diario "Haaretz" recordaba hoy también otros gestos menos positivos, como cuando el año pasado se prohibió la entrada de dos congresistas demócratas, Ilhan Omar y Rashida Tlaib, bajo una ley que prohíbe el acceso al país a quienes apoyen la campaña que promueve el boicot, desinversión y sanciones a Israel mientras siga la ocupación de territorios palestinos. EFE