Nelson Marte, periodista y político, criticó la posición asumida por el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) sobre el proceso electoral, y le advierte que no basta con que se aprueben nuevas leyes, porque la falencia está en la debilidad institucional de la democracia dominicana y en la actitud frente a las leyes.
Nelson Marte se pregunta si no entienden los directivos del CONEP que con la autoridad que les da el capital y su papel protagónico en el país le corresponde poner ejemplo de responsabilidad social y asumir un rol más apegado a la institucionalidad.
Resalta que el desorden, las irregularidades y las serias expresiones fraudulentas de las elecciones están a la vista de todo el que los quiera ver, y quedan cuestionadas de paso las debilidades de la clase política en general, su falta de compromiso con la institucionalidad y el déficit de democracia en los partidos.
A continuación las críticas de Nelson Marte:
Carta pública a quienes creen que la fiebre está en la sábana
Desde los directivos del CONEP hasta analistas y especialistas, surge el clamor de que salgamos de esta crisis política suscribiendo la aprobación de nuevas leyes de partidos y electoral, como una forma de que pasemos ya ésta incómoda página, y nos pongamos a montar el próximo couplé.
El desorden, las irregularidades y las serias expresiones fraudulentas de las elecciones están a la vista de todo el que los quiera ver, quedan cuestionadas de paso las debilidades de la clase política en general, su falta de compromiso con la institucionalidad y el déficit de democracia en los partidos, todo ello como agravantes de la crisis política en que han desembocado los comicios del 15M.
Todas esas son sábanas que pueden ser lavadas y cambiadas, pero que no bajanla fiebre que afecta desde hace tiempo al cuerpo social dominicano, que debe aprovechar esta crisis para bregarle a fondo a la metástasis que nos impide superar sus agudos déficits de gobernanza social y democrática.
Todo ello, pese a ser un país de tantas potencialidades, demostradas en los más de 50 años de crecimiento económico positivo, que promedian por encima del 5% del PIB anual.
Claro que es importante aprobar las leyes del régimen electoral y de partidos y agrupaciones políticas. Pero eso no será suficiente para resolver los déficits de institucionalidad democrática. Nuestro problema es de actitud y comportamiento frente a la norma, no de inexistencia o existencia de la ella.
¿No entienden los directivos del CONEP que con la autoridad que les da el capital y su papel protagónico en el país le corresponde poner ejemplo de responsabilidad social y asumir un rol más apegado a la institucionalidad?
Porque ¿No juró el Presidente por una Constitución para gobernar por sólo 4 años, y se compró una de 8 para tratar de reelegirse?
¿No saben los presidentes de la República y de la JCEque cuando el primero llegó hasta la víspera de las elecciones inaugurando obras públicas, pisoteaban la equidad, principal blindaje que establece la Constitución de la República para darle carácter justo y democrático a las elecciones?
¿Acaso ignoraban Danilo y Roberto, que cuando el primero acudió a un acto público y proclamó que él, Presidente de la República y candidato, sabría quién votaría por él y quien no lo hizo, pisoteaba no sólo el derecho constitucional y universaldel sagrado secreto del voto, sino que además abusaba de la única prerrogativa democrática que el sistema ha dejado en manos del pueblo?
Y ¿no sabían, acaso, los principales directivos del CONEP, que al acudir a Palacio a felicitar al presidente de la República por “ganar” unas elecciones en las que aún no se daban los resultados preliminares, y cuyos procedimientos eran cuestionados por la oposición, la sociedad civil y acreditadas autoridades internacionales, estaban apañando cuanta ilegalidadse produjo en el proceso?
¿No entienden los directivos del CONEP que con la autoridad que les da el capital y su papel protagónico en el país le corresponde poner ejemplo de responsabilidad social y asumir un rol más apegado a la institucionalidad?
¿Es que en este país no se entiende que la democracia, potenciadora a plenitud de todas las capacidades de los individuos y los pueblos, es el mejor negocio para el capital?
O ¿Es que como decía Juan Bosch, hace más de 40 años, seguimos arrastrando la tragedia de ser una sociedad en la cual ni siquiera los burgueses tienen conciencia de clase?
No, nuestro problema no es de leyes. Leyes hay demás entienden algunos. El déficit es de prácticas y usos. Por eso estimo que deberíamos aprovechar la crisis que incuba este proceso electoral tan defectuoso para hacer un ademán, un gesto, producir hechos que rompan lo que en sociología llaman anomia, “incapacidad de la estructura social de proveer a ciertos individuos de lo necesario para lograr las metas de la sociedad”.
Esos hechos que podrían convertirse en un primer sacudimiento que nos llame la atención a todos de que debemos respetar la ley como base de la institucionalidad, podrían ser:
- Inhibición o destitución del doctor Roberto Rosario para completar el proceso electoral, dado su fracaso gerencial, su parcialidad política y el patológico protagonismo con que se maneja. Es un movimiento rutinario, sale el titular y entra su sustituto.
- Cumplir el pedido opositor de realizar el conteo exhaustivo de todas las boletas y actas en los diferentes niveles, a cargo del personal de la JCE con participación de especialistas de la OEA, la Unión Interamericana de Organismos Electorales y Participación Ciudadana.
En caso de que no se considereviable o conveniente la anterior propuesta, podríamos:
- Anular las elecciones en todos los niveles, y convocarlas de nuevo, pero administradas por una nueva dirección de la JCE y del Tribunal Superior Electoral, constituidas por personalidades de probada seriedad y conducta ciudadana. Hay demás, sólo hay que buscarlos.
Imagino que como el PLD y la oposición se asumen ganadores de determinadas posiciones, no tendrán inconveniente con estas propuestas, más dirigidas al mal de fondo que significa el deterioro institucional nacional, que a la coyuntura de crisis política que vivimos hoy.
Una propuesta-reflexión que nos ayude a decidir si deseamos organizarnos como sociedad civilizada, con autoridades cumpliendo y haciendo cumplir las leyes, y ciudadanos respetándolas, o si seguimosactuando como esta selva de irrespeto e incumplimientos,esta pendiente enjabonada que nos hará seguir resbalando a quien sabe cuáles abisales niveles de caos.
Como he aludido en varias ocasiones al fraude hecho en estas elecciones para convertir a Danilo Medina en el “más histórico” de los presidentes electos, y para tratar de darle un congreso sólo de él, y como es mi estilo darle fundamento a mis afirmaciones, paso a demostrar que la arquitectura, ingeniería y carpintería del fraude con que el PLD administró las elecciones del 15M, contando el rol de Roberto Rosario, incluyó:
-Organizar el cómputo electoral con equipos y softwares no auditados por técnicos independientes que garantizaran la fidelidad de los datos. Esa auditoría era imprescindible en resultados que beneficiarían o perjudicarán a partes.
-Hacer el conteo “automatizado” con equipos que apenas funcionaron en alrededor de un 50%, con renuncia de hasta 3 mil de los técnicos que los operarían, pese a lo cual 3 horas después de iniciar el conteo, ya la JCE había consolidado datos que resultaron proporcionalmente definitivos, sobre todo en el nivel presidencial.
-Suplantar Roberto Rosario de manera ilegal a las Juntas Electorales, que son las que por ley preparan y emiten los boletines provisionales, en base a la transmisión de facsímiles de actas no consolidadas y que no establecen ganadores o tendencias de ganadores, como presentó en su transmisión el presidente de la JCE, de manera parcializada .
-Reportes conservadores estiman en cientos de miles las cédulas compradas a infelices opositores, de aquí y del exterior, por parte del partido de gobierno.
-Así como testimonia la joven señora de la foto con que ilustro este trabajo, conozco directamente y me han informado de muchas otras personas que aunque ya no son del PLD, por permanecer inscritas en él les dieron dos boletas asumiendo que echarían los dos votos por el Presidente.
-El dato apunta a que decenas o cientos de miles de “inscritos” en el partido de gobierno recibieron boletas para votar dos veces por Danilo, para en medio del desorden validarlas como votos dobles por la reelección.
-Sé de muchas personas opositoras que recordaron, con posterioridad a votar, no haber observado que les sellaran y firmaran sus boletas antes de marcarlas e introducirlas en las urnas. Esa es la explicación de que por vez primera, desde las últimas 5 elecciones, se triplicaron los votos nulos, justo los presidenciales, habiendo llegado en el boletín 11, de anoche, a un nada despreciable 2.20%.
-Ya en los boletines del sistema “automatizado” han sido mostradas asignaciones de más votos en boletines más atrasados, y menos votos en boletines más adelantados, en reducciones de resultados que sólo perjudican a candidatos opositores.
-Fueron emitidos boletines con mayor número de votos asignados a candidatos que la cantidad de votos válidos.
En los últimos dos casos, y tratándose de escaneo de actas, son totalmente imposibles los errores, pues no hubo intervención de la mano o el cálculo humano, lo cual indica variables predeterminada en la programación de software.
-Leocadia Mercedes Toribio Gómez, presidenta del colegio 00008, de Esperanza, Valverde, responsabiliza al presidente de la JCE, Roberto Rosario, de que las elecciones fueron “un tollo total, donde aparecen actas alteradas, urnas votadas en basureros, boletas marcadas, selladas y firmadas por colegios electorales, pero sin doblar, números colocados en un partido que no tenían votos, y partidos sin votos después de haber sido votados”.
-Hemos visto el video, viral, del senador de Valverde ultrajando y zarandeando al presidente de la Junta Electoral de Laguna Salada, Valverde, para que le cuadren las actas como él lo “necesita”.
Todas esas muestras de fraude electoral están en el periodismo ciudadano y en algunos de los medios tradicionales. Y parte de su armadura de origen están en los informes de organizaciones no partidarias nacionales e internacionales.
Ojalá no se confundan las élites políticas, empresariales y religiosas, y sobre todo el PLD que en eso de tensiones, rupturas, retrocesos y avances ya no conocen al pueblo dominicano de hoy.
El pueblo que soporta tranquilo las maquinaciones y manipulaciones del poder, los golpes y adversidades con que lo sobrecarga la deuda social de esta tan larga y elástica transición democrática, es otro pueblo.
Este de la aldea global, de las redes sociales, del periodismo ciudadano, es otro pueblo.
No se crean que el desorden y el fraude electoral ya son pan comido. Arreglen lo más que puedan su tollo, envíen alguna señal de lucidez, para que puedan dormir tranquilos.