SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Armados con pancartas que abogan por la deportación masiva de haitianos y banderas, representantes de grupos nacionalistas se presentaron en la cercanía del Tribunal Constitucional para celebrar el primer aniversario de la sentencia 168-13, emitida por la entidad judicial el pasado 23 de septiembre del 2013.
En ese sentido, María Jaques, coordinadora del movimiento Voces Soberanas, calificó como un irrespeto contrariar la disposición del Tribunal, la cual, señaló, “debe ser por los ciudadanos, debido a que constituye el muro jurídico de nuestro país”.
“Es un irrespeto que cualquier ilegal o persona de cualquier país estén adversando lo que son nuestras leyes y preceptos. Esa sentencia está evacuada por un alto tribunal de República Dominicana, cuya sentencias no pueden ser apeladas”, dijo Jaques.
“Aquí ni hay refugiados ni apátridas. Aquí lo que hay es indocumentados, nada más”, María Jaques.
Asimismo, explicó que su posición se encuentra alejada de cualquier sentimiento xenófobo o racista, por lo que extendió una invitación a quien desee exigir un derecho, debe demostrar su legalidad a través de documentación verídica.
Criticó la actuación del gobierno dominicano frente a la situación de los migrantes, debido a que debió actuar de forma inmediata deportando a todos los inmigrantes que entraron al país desde el 2010, amparado en la vigente Constitución, mientras que los demás debieron ser obligados a demostrar su legalidad.
En ese tenor, expuso que la Ley 169-14 sobre naturalización, emitida por el poder ejecutivo, busca una solución humana a la situación, pero tratando de “naturalizar” a través del suministro de documentos válidos, proceso del cual, según expresó, solo una persona ha cumplido con los requisitos suficientes para aplicar.
Salida de ACNUR.
Sobre la salida de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Jaques dijo estar a favor de la expulsión del organismo.
“Estamos completamente a favor de que el ACNUR sea sacado del país, porque se ha demostrado es que le hace daño al país”, señaló.
Explicó que la principal función de esa entidad es la de trabajar a favor de las personas refugiadas, cuya situación distinta es la que experimentan los descendientes de extranjeros residentes en el país
“Aquí ni hay refugiados ni apátridas. Aquí lo que hay es indocumentados, nada más”, sentenció.