SANTIAGO, República Dominicana.- Los extranjeros de nacionalidad haitiana, que quedan sin asentar sus nombres  en los libros del  de Ministerio de Interior y Policía, se desesperan a medida que pasan las horas, sin que puedan resolver su situación.

Al cierre de  la prórroga otorgada por el Ministerio de Interior  y Policía,  cientos de  haitianos  amanecen en las filas, pero no han logrado  inscribirse. Muchos de ellos aún no tienen a manos los requisitos exigidos para entrar en el plan de regulación.

“No hay tiempo para más”, la sede de la Gobernación de Santiago, es el centro de lamentos  de cientos de inmigrantes que podrían quedarse  fuera de Plan de Regulación y temen ser deportados.

Entre  regaños de los agentes policiales, la inconformidad de los transeúntes, algunas expresiones de racismo y la lentitud del proceso, se desarrolla allí un drama, donde  abunda además el  tráfico de influencia, para  favorecer a  obreros que llegan con sus jefes, mientras que los extranjeros de  otras nacionalidades se resisten a hacer las filas con los haitianos y  también buscan  obviar la espera.

Los extranjeros que como Francia, no han  logrado  conseguir un turno, a pesar de que tiene una semana asistiendo a la Gobernación local,  ven su permanencia aquí con los días contados.  Muchos  extranjeros creen que los requisitos  de las autoridades son  exagerados,  otros  alegan no pudieron completar los expedientes por falta de dinero.

Las filas  en la parte frontal de la Gobernación de Santiago,  cubren  un tramo de la calle Del Sol, entre Benito Monción y 30 de marzo, aunque  el orden  oficial se intenta colocar de un solo lado,  los haitianos cubren toda  el área, la situación  ha llegado al extremo de  impedir el tránsito  de manera fortuita.

Este miércoles 17 de junio del 2015, ha sido un día de traumas para muchos extranjeros que asistieron  a la Gobernación de Santiago, allí permanecen cientos de personas adheridas a una cerca de plataformas de zinc, en el parque Duarte,  detrás de una valla,  de donde  muy pocos son llamados para comenzar su inscripción.

Los  hombres y mujeres congregados allí, algunos con sus hijos en brazos, entienden que debe haber otro plazo y denuncian maltratos, por parte de los agentes policiales.

La diferencia de idiomas hace el proceso más pesado,  pues los agentes policiales consideran que los haitianos no los oyen,  sin considerar que muchos de ellos no entienden  español de manera adecuada, por esa razón día como hoy  el proceso se vuelve un “sálvese quien pueda”.

Charles Pierre,  cree que el problema ha sido  que  no hay personal suficiente para agilizar el proceso, su  queja, pero solo la oye el raso de la Policía Nacional,  Domínguez, quien  amenaza con macana en mano, con descargar su ira  contra la joven Francia.

Al narrar las penurias que ha pasado en la Gobernación de Santiago,  mientras trata de inscribirse  en los  libros del Ministerio de Interior y Policía, Francia lamenta,  que podría ser deportada,  tras 15 años en el país.

También lamenta que no dispone de los RD$ 300 ó RD$ 500, que cobran “buscones”, para conseguirles el tique que necesita y llegar  hasta las oficinas del empadronamiento, agrega que hay dominicanos y haitianos que participan en estas diligencias, unos pocos  compatriotas suyos, vienen con padrinos para evitar las filas y el  trauma.

Algunos patronos han llegados hasta la sede de la Gobernación para  conseguir  formalizar la situación de sus trabajadores, para ellos procuran obtener el favor de policías y algunos funcionarios.