SANTIAGO, República Dominicana.-La muerte de una mujer tras hacerse un liposucción en un centro médico de esta ciudad ha generado gran pesar y un escándalo que ha llevado a comunicadores de medios locales a instruir a camarógrafos y a otros reporteros para que no difundieran las grabaciones hechas a familiares de la víctima en el Hospital José María Cabral y Báez.

Los familiares de Dora Suero, de 47 años de edad, quien residía en el sector Hato Mayor, al sureste del centro urbano de Santiago, alegaron que la muerte se produjo de manera misteriosa y que se dieron cuenta por los signos visibles en el cadáver depositado en la sede del Instituto Nacional de Ciencias Forense (Inacif).

Los allegados a la víctima afirmaron que el médico que llevó a cabo  la operación labora en la clínica IDEAMET. Reporteros de Acento.com.do trataron de confirmar esta versión, pero no fue posible. Por su lado, la Policía Nacional no  ha ofrecido ninguna versión del caso.

María Suero, quien se identificó como pariente de Dora Suero,  aseguró  que la afectada había llegado recientemente de Alemania y salió de su casa con una supuesta amiga, sin avisar  que  se haría una cirugía.

El tema se ha manejado con sigilo en Santiago, de hecho Acento.com.do, tiene informes de que productores de programas en la programación local han  querido evitar la difusión del caso. Los familiares afirman que la paciente habría muerto tras la operación en la clínica y que luego la llevaron a la sede del Inacif, sin ningún trámite. Se quejaron de que no aparece nadie que dé la cara por la situación, ya que no aparecen ni los documentos de la víctima, pero tampoco la amiga con quien se presume habría salido Dora Suero.