San Juan, 15 jul (EFE).- El titular de Justicia de Puerto Rico, César Miranda, criticó hoy el fallo del Tribunal Supremo que señala que la diócesis de Arecibo no está obligada a dar información al Gobierno de víctimas de abusos sexuales que hayan pedido confidencialidad, con lo que, dijo, "quedan protegidos los pederastas".
Con esa decisión "en alguna medida quedan protegidos los pederastas", dijo Miranda, quien esperaba que el Supremo "se uniera a la corriente mundial que propicia la apertura para procesar casos de pederastia".
"Me equivoqué, la sentencia ha establecido un escollo indebido a la capacidad investigativa del Departamento de Justicia. Nos ha devuelto a la Edad Media", defendió.
El Supremo revocó el lunes una decisión del Tribunal de Primera Instancia que ordenaba a la Diócesis de la localidad de Arecibo entregar al Departamento de Justicia los expedientes de supuestas víctimas de abuso sexual que pidieron confidencialidad.
"El Tribunal Supremo acaba de desperdiciar una gran oportunidad. La oportunidad que añora todo buen jurista: la de establecer un precedente en la normativa jurídico social que dé al traste con prácticas que atentan a diario contra la honra, la salud mental y la dignidad del ser humano", dijo el secretario.
Indicó que la sentencia establece un procedimiento restrictivo para que el Estado pueda obtener información relevante para sus investigaciones criminales, a la vez que impone un poder de veto con la mera objeción de una presunta víctima.
"La sentencia es una carta en blanco que puede liberar de responsabilidad penal a los que han cometido delito", defendió. "Yo hago un llamado, muy respetuoso, a que no estemos creando un santuario a la impunidad", finalizó.
Las palabras del funcionario siguen a la decisión del alto tribunal, que contó con el beneplácito del obispo de Arecibo, Daniel Fernández Torres.
La Diócesis de Arecibo había pedido que se dejara sin efecto el requerimiento de información por parte de la Fiscalía por considerar que violaba el reclamo de confidencialidad que hicieron las víctimas, ya adultas, a la diócesis.
Esa diócesis está inmersa en una investigación por supuestos abusos sexuales en los que están involucrados sacerdotes y seminaristas, algunos suspendidos por las autoridades eclesiásticas.
El caso salió a la luz tras la destitución del exnuncio apostólico para República Dominicana y Puerto Rico, Josef Wesolowski. EFE