SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Ministerio de Salud Pública presentó este martes un nuevo sistema de detección de la covid-19 que consiste en un analizador del aliento que en aproximadamente 20 minutos genera un resultado con cerca del 95% de confiabilidad, según se asegura.

Este nuevo mecanismo es de fabricación israelí y "se ha verificado su efectividad", dijo el ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, en el acto de presentación.

Países como India, Brasil, Estados Unidos "evalúan su seguridad y efectividad al igual que la República Dominicana", manifestó.

La unidad cuesta 800 pesos, lo que reduce los costos en cerca de un 75 %, pero corresponde a las nuevas autoridades decidir si lo adquiere, apuntó el funcionario.

De acuerdo con Sánchez Cárdenas ya se han realizado unas 181 pruebas con este método y se pretende realizar unas 500 adicionales en hospitales como el Santo Socorro.

Este nuevo mecanismo es un analizador del aliento que evalúa una membrana que se coloca en un equipo y se analiza la información obtenida, indicó el titular de Salud.

De su lado, Daniel Birán Bayor, embajador de Israel en el país, resaltó los "resultados favorables" que dijo se están dando en su país con la utilización de este mecanismo.

Israel continúa por encima de los 1,500 contagios diarios

Israel sigue superando ampliamente los mil positivos diarios por COVID-19, manteniendo cerca el riesgo de una vuelta a duras restricciones en las próximas semanas. Los pacientes en estado grave se han casi triplicado en un mes.

República Dominicna, según informó este martes el despacho de Sánchez Cárdenas, registró 18 muertos y 595 casos nuevos en las últimas 24 horas, alcanzando los 81 mil 94 contagios en el país desde el inicio de la pandemia.

En Israel, se registraron diez muertes y más de 1,600 nuevos contagios, en un país de 9 millones de habitantes, lo que eleva el total de fallecidos a 619 y el total de infectados a más de 85 mil.

Los enfermos ingresados en condición crítica son ya 381, casi el triple de los que había hace un mes y, de ellos, 110 están conectados a respiradores, según el Ministerio de Sanidad.

Muchos hospitales se van saturando: las camas en las unidades de cuidados intensivos y los recursos para pacientes con otras patologías disminuyen, y el personal médico está cada vez más abrumado por la situación, según el periódico local Haaretz.

El hospital de Hadassah de Jerusalén, uno de los más importantes del país, cerró su sala de urgencias en su sección de medicina general para derivar a sus trabajadores a las salas de coronavirus.

Esto dejó al centro con una sola unidad de emergencias de cirugía, donde solo trataba a pacientes en proceso posoperatorio, pero ahora acoge a enfermos con cualquier tipo de patología y se encuentra al máximo de su capacidad.

Share Zedek, otro importante centro médico de Jerusalén, ha tenido que enviar a enfermos con COVID-19 a otros hospitales durante las últimas semanas para mantener espacio donde tratar a otros pacientes.

Centros médicos situados en zonas del país donde ahora mismo no hay focos de infección podrían verse también saturados si esta tendencia continúa.

En esta segunda ola, "hospitales con mil camas están en su capacidad máxima, con pacientes en los pasillos", declaró a Haaretz Joseph Mendelovich, subdirector de medicina en Share Zedek.

Israel, que tomó rápidas restricciones con el inicio de la pandemia, superó su primera fase con un impacto moderado, pero desde junio y tras la reapertura de los colegios, centros de ocio y restauración se enfrentó a una segunda oleada con muchos más contagios.

Esto obligó al Gobierno a imponer de nuevo medidas restrictivas, aunque por ahora ha evitado volver al cierre total para aplacar el impacto en la economía, que registra a más de 850.000 parados y un 21% de desempleo, muy superior al 3,3% de febrero. EFE