Cortesía de ADITAL, Brasil. Periodista Marcela Melchor

Una serie de informaciones falsas, no confirmadas y con interpretaciones precipitadas fue divulgada por los medios de comunicación comercial brasileros en relación con el caso en que seis haitianos fueron heridos en un atentado a tiros en la ciudad de São Paulo, el pasado 1º de agosto. Quien lo denuncia es el Padre Paolo Parise, miembro de la Misión Paz, que acoge a inmigrantes en la capital paulista. En entrevista con Adital, desmiente la versión de algunos medios de la prensa hegemónica que publicaron un supuesto atentado xenófobo contra el grupo de inmigrantes mediante disparos con armas de fuego, lo que habría causado la muerte de uno de ellos. Según Parise, los tiros fueron de poco calibre y los seis afectados están bien.

Parise atribuye el desencuentro de informaciones a la Asociación de Inmigrantes Haitianos, la primera en denunciar el caso a la prensa. "Es una asociación nueva. No transmitieron las informaciones correctas. Ampliaron, exageraron, dijeron que había muertos. Es una asociación un poco sospechosa”, afirma Parise. "Un colega los encontró haciendo reuniones sin presentarse. Tienen un modo de actuar muy extraño. En Barra Funda [barrio de la capital paulista], donde también llegan haitianos, hay un grupo que está causando agitación. El Gobierno Municipal [de São Paulo] también está atento”, justificó su salvedad.

El Padre Paolo Parise integra la Misión Paz, que acoge a inmigrantes en São Paulo. Foto: Rivaldo Gomes.

Según el sacerdote, a diferencia de lo que informó la prensa masiva, los seis haitianos fueron víctimas en la vía pública, en la Calle del Glicério, barrio de la región central de São Paulo, alrededor de las 20 horas, en dos ataques sucedidos en un radio de 400 metros. "El auto fue pasando y los tiros iban dirigidos más o menos a las piernas de las personas”, afirma. "Divulgaron que hubo un tiroteo en el patio de la iglesia, sobre las escaleras. No hubo nada de eso”, contradijo el padre, refiriéndose a la Iglesia Nossa Senhora da Paz, que desarrolla un trabajo de acogida a los inmigrantes en la capital.

De acuerdo con Parise, tres Denuncias se registraron en una Comisaría de la Policía Civil del Estado de São Paulo; el primero fue efectuado por un grupo de cuatro haitianos: Vilner Guervil, de 44 años, Hudson Prophete, de 28 años, Athice Luc y Michelet Saint Lous, que no informaron sus edades. Los otros dos afectados, Joral Louis y Gregory Deraluis, registraron denuncias individualmente.

Aditaltuvo acceso a la primera denuncia. Según el documento, registrado la misma noche de los ataques, el caso es considerado lesión corporal grave. "Todas [las víctimas] estaban cerca, sin embargo no estaban juntas y no se conocían cuando probablemente pasó por la vía pública un vehículo desconocido, de color y chapa patente no anotados, ocasión en que uno de los ocupantes habría gritado ‘haitiano’ y enseguida habrían sido alcanzadas por él en la región de los miembros inferiores, procurando enseguida auxilio médico”, dice el Boletín.

Así, el documento desmiente que uno de los ocupantes del auto haya gritado "Haitianos, ¡ustedes roban nuestros empleos!”, como se divulgó en la gran prensa. "El primero alcanzado oyó el grito ‘Haitianos!’. Los otros no escucharon nada, sólo sintieron el dolor en la pierna”, cuenta Parise. De acuerdo con él, tres de los inmigrantes estaban volviendo del trabajo a casa. Otro estaba volviendo de un culto evangélico cuando fue herido.

"Tuvimos mucha prudencia en presentar el hecho para no generar una ola xenófoba”, pondera el sacerdote. "Los haitianos comenzaron a buscarnos a comienzos de la semana. Estaban preocupados con esos disparos a las piernas. Percibimos, por su descripción, que creían que habían sido alcanzados por balas perdidas. Ni siquiera pensaron que habían sido blancos de esa acción. Creyeron que habían sido heridos porque São Paulo es una ciudad violenta”, indica Parise.

Las investigaciones señalan que la exposición excesiva y prolongada del cuerpo humano al plomo puede llevar a enfermedades renales progresivas e irreversibles. Los efectos tóxicos de ese metal sobre humanos y animales afectan, prácticamente, a todos los órganos y sistemas del cuerpo, ocasionando hiperactividad, pérdida de la coordinación motora o de la memoria, entre otros males. De acuerdo con el padre Parise, los haitianos alcanzados están recibiendo acompañamiento médico y algunos de ellos ya retornaron a sus actividades laborales.

Haitianos fueron heridos por balas de plomo en los miembros inferiores.

Causas del ataque

Según Parise, hasta el momento hay dos hipótesis para la motivación de los ataques. La primera de ellas es, de hecho, la xenofobia. La segunda sería la venganza. Él explica: "uno de los haitianos dijo que creía que era una venganza. Días atrás, una mujer estaba manejando un auto cuando le rompieron el vidrio y le robaron el bolso. Un haitiano corrió detrás de él [del ladrón], recuperó el bolso y se lo devolvió a la mujer”, cuenta. "Es una banda que actúa aquí en la calle”.

El haitiano que intercedió por la mujer que había sido robada, sin embargo, no está entre las víctimas del ataque. "Fue un gesto contra los haitianos”, dijo el sacerdote. "Comenzamos a tener esas dos hipótesis. No podemos crear una interpretación [precipitada], que pueda generar otras manifestaciones xenófobas”, resalta a Adital.

Se espera ahora que la Policía tenga acceso a las imágenes de una cámara de seguridad instalada ante un supermercado ubicado en la calle donde ocurrieron los disparos, y avance en la interpretación de los hechos. Hasta el momento, ningún testigo apareció para reforzar la versión de las víctimas. En los próximos días, según Parise, la Embajada de Haití en Brasil enviará a un representante para hacer el seguimiento del caso y solidarizarse con las víctimas.

Repercusión racista en las redes

Aunque la causa de los ataques sólo haya comenzado a ser investigada, informaciones y conclusiones circularon por las redes sociales en Internet en los últimos días, inclusive con comentarios racistas y xenófobos dirigidos a los inmigrantes de Haití. El periodista y doctor en Ciencia Política Leonardo Sakamoto, en su blog, salió en defensa de los extranjeros.

"Personas que están refunfuñando contra los heridos, diciendo que ‘fue poco’ o que ‘qué bien que alguien tuvo el coraje’. Para esas personas, los inmigrantes son también responsables de la crisis económica y del desempleo”, critica. Sakamoto contrapone: "Los haitianos vienen a buscar oportunidades de vida que no encuentran en su país. (…) Pero vienen también atendiendo a un llamado de mano de obra, así como ocurre con los bolivianos y otros hermanos latinoamericanos, africanos y asiáticos”.

"Los haitianos están produciendo riqueza en y para Brasil. Pero bajo la perspectiva mal informada de parte de la población, sin embargo, ellos vienen a ‘robar’ empleos. Esto, cuando el prejuicio no deriva hacia el miedo de robo de relojes, joyas, autos y casas”, critica Sakamoto. "La verdad es que mucha gente, de Acre a São Paulo, pasando por Brasilia, cuando se le pregunta, no sabe de dónde viene la incomodidad que siente al constatar que cientos de haitianos llegan y andan por las calles. Pero si fueran rubios escandinavos pidiendo una estadía, en lugar de negros, la historia sería diferente. O sea, para mucha gente, el problema es el racismo mismo. Con todas las letras”, concluye el periodista, que es también consejero del Fondo de las Naciones Unidas para las Formas Contemporáneas de Esclavitud.

Para él, el gobierno federal demora en viabilizar y financiar estructuras de acogida, apoyo e intermediación oficial de mano de obra extranjera en Brasil, para evitar la superexplotación y el trabajo esclavo de haitianos, que ya comienza a ocurrir. Y debate también cuestiones de identidad nacional.

"Al final, ¿cuál es el concepto de ‘brasilero’? La historia de nuestro país es una historia de migraciones, de acoger gente de todos los rincones del mundo. (…) No tiene sentido que demos la espalda a los que vienen de afuera y adoptan Brasil, aunque a disgusto. Ellos son tan brasileros como yo y usted, trabajan por el desarrollo del país, pero normalmente son invisibles a los ojos de la administración pública y del resto de nosotros”, defendió Sakamoto.