Sao Paulo (EFE).- La Unión Nacional Islámica (UNI), la mayor de Brasil, denunció la expansión de la 'islamofobia' en el país, un asunto que tomó más notoriedad con el arresto de diez alegados simpatizantes del Estado Islámico (EI) por supuestamente preparar un atentado durante los Juegos Olímpicos.
El jeque y presidente de la comisión de ética de la UNI, Jihad Hammadeh, declaró este viernes en una rueda de prensa en una mezquita en Sao Paulo que hay una expansión de la 'islamofobia' a través de la "falta de respeto y la violencia" contra los seguidores del islamismo.
El líder, además, mostró su preocupación por el fomento de la "inestabilidad social" en la época de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, que comenzarán el próximo 5 de agosto.
Las declaraciones se dieron en momentos en que la Policía Federal transfería a una cárcel de máxima seguridad a los diez alegados simpatizantes del EI.
Los detenidos, todos ellos brasileños, fueron enviados a la Penitenciaria Federal de Seguridad Máxima de Campo Grande, capital de Mato Grosso do Sul (suroeste), según informó la Policía.
Las autoridades arrestaron a los sospechosos el jueves, por orden judicial, en una operación desarrollada de forma simultánea en diez estados del país.
Según las investigaciones, los sospechosos integraban una célula aficionada y desorganizada que solo mantuvo contactos a través de servicios de mensajería por internet.
Frente a esa situación, la UNI comunicó que apoyará a la Policía Federal en las investigaciones desde que haya "pruebas y transparencia" en las acciones contra los supuestos terroristas.
"La UNI muestra una profunda preocupación con estos ataques terroristas y brasileños asociados, apoyando las acciones da Policia con pruebas concretas para que no haya injusticia y persecución con grupos islámicos, que es la mayor religión del mundo", apuntó una nota de la UNI leída por el jefe.
Hammadeh criticó el posicionamiento del ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, por sus argumentos "muy contradictorios y sin lógica" cuando habló de que se trataba de un grupo de "aficionados conocidos por las aplicaciones", pero "las informaciones que llegan a través de los propios medios generan contradicciones".
De Moraes informó el jueves de que algunos de los detenidos juraron lealtad al EI mediante un ritual previsto en internet, pero que al parecer ninguno tuvo contactos directos con esa organización.
La ley antiterrorista de Brasil, aprobada el año pasado, prevé condenas de entre cinco y ocho años de cárcel por el enaltecimiento del terrorismo y la preparación de actos terroristas está penada con condenas de entre tres a quince años de reclusión.
La prisión preventiva en casos de sospecha de terrorismo es de treinta días, prorrogables por un período igual.
"Es necesario transparencia para explicar todo lo ocurrido y para identificar los verdaderos culpables. Las mujeres islámicas, por ejemplo, ya están siendo abordadas por agentes de seguridad y están con miedo de salir de casa, especialmente en Río", dijo Hammadeh.
La discriminación, opinó el jeque, creció especialmente con las redes sociales y por eso cree que los grupos radicales que se comunican por las redes deben ser monitorizados.
"Existe más sitios con fobia islámica que sitios radicales del estado islámico", destacó Hammadeh, quien lamenta el aumento de la discriminación con su religión, que tiene más de un millón y medio de practicantes en Brasil.
En ese sentido, recomendó que "la manera con que están siendo divulgadas las informaciones por las organizaciones responsables necesitan un poco más de cautela para hacer análisis y tener así pruebas".
Para el inicio de los Juegos Olímpicos la UNI hará la recepción de los deportistas musulmanes en la Villa Olímpica, al igual que promoverá campañas en las redes sociales con las "verdaderas predicaciones" del islám para amenizar el miedo del pueblo brasileño. EFE