WASHINGTON, Estados Unidos (Cristina García Casado/EFE).- Más de medio millón de personas tomaron hoy la capital de Estados Unidos, Washington D.C., para enviar un contundente mensaje de resistencia a Donald Trump en su primer día como presidente de Estados Unidos.
La "Marcha de las Mujeres", con personas llegadas de todas partes del país, desbordó su ruta prevista entre el Capitolio y la Casa Blanca y se convirtió en una auténtica marea humana que inundó las calles y parques del centro de la ciudad.
La convocatoria superó las expectativas iniciales -250.000 personas- y se situó entre las más multitudinarias de la historia del país con más de medio millón, según la estimación de los organizadores y las autoridades de la ciudad.
Uno de los datos que se usan para valorar el éxito de una convocatoria en Washington es la cifra de viajeros del metro: al mediodía de hoy 470.000 habían tomado ese transporte, una cifra récord en un fin de semana.
A las 11.00 hora local habían usado el metro -lo más recomendable con el centro urbano cortado al tráfico- 275.000 personas, frente a las 193.000 que habían viajado a la misma hora el viernes para la investidura de Trump.
Los accesos al metro, abarrotados desde primera hora de la mañana, y las entradas a la ciudad por carretera, con más tráfico que un lunes en hora punta, evidenciaron masas mucho mayores para esta marcha que las que se vieron para la toma de posesión de Trump, según pudo constatar Efe ambos días.
A diferencia de las protestas anti-Trump del viernes, con más de 200 arrestos y episodios violentos, la manifestación de hoy concluyó sin incidentes ni detenciones, informó la Policía de la ciudad.
Convocada casi al minuto de que el magnate neoyorquino ganara las elecciones el 8 de noviembre, la movilización "Women’s March" (Marcha de las Mujeres) fue creciendo y creciendo hasta convertirse hoy en un fenómeno en EE.UU. y en el mundo: millones de personas se hicieron eco de su mensaje en más de 670 ciudades del país y otras 70 internacionales.
En Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Miami, Seattle, pero también en Londres, París, Sydney, Tel Aviv, Barcelona, Ciudad de México o Berlín, millones de personas se unieron a este grito masivo en defensa de los derechos que muchos ven amenazados por Trump.
En Washington, epicentro de las protestas, la ciudad entera fue una marea de gorros rosas, los "pussy cat" (gatito), que son una respuesta al polémico comentario de Trump de que a las mujeres hay que agarrarlas por sus partes íntimas ("pussy", en inglés).
Bridget se lo tejió ella misma: "Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para que las mujeres no seamos invisibles", dice a Efe.
Ella y su amiga Mary Beth viajaron desde Minesota (Medio Oeste) hasta Washington en uno de los muchos aviones que aterrizaron en la capital hoy repletos de manifestantes.
Mary Beth dice que marchará siempre que haga falta durante los próximos cuatro años para "defender el progreso social de los últimos ocho años" de Presidencia de Barack Obama.
La marcha lleva "mujeres" en su nombre pero es una protesta mucho más amplia: hombres y mujeres de todas las edades salieron a defender la diversidad, la igualdad, la inclusión, los derechos reproductivos, y a condenar el racismo y la misoginia que ven en Trump.
Sus carteles evidenciaron el amplio abanico de sus causas: "Nosotros, el pueblo, somos más fuertes que el miedo", "En las mujeres confiamos", "La diversidad es estadounidense", "Los derechos de las mujeres son derechos humanos", "Respeto para todos".
Y sus mensajes tuvieron altavoces de altura: la protesta exhibió el plantel de artistas que no logró Trump para su investidura como presidente de Estados Unidos.
La cantante Madonna apareció por sorpresa en el escenario de la marcha y, provocadora y combativa, dijo que había pensado en "volar por los aires" la Casa Blanca desde que Trump ganó las elecciones del 8 de noviembre pero que, en lugar de eso, eligió "el amor".
Después, "enfadada y escandalizada", le soltó unos cuantos "que te jodan" ("fuck you") al nuevo presidente.
Por el mismo escenario desfilaron la cantante Alicia Keys, que cantó un oportuno "This girl is on fire", las actrices Scarlett Johanson, Ashley Judd y América Ferrera y el cineasta Michael Moore.
Otro de los personajes conocidos que pudo verse en la manifestación fue el exsecretario de Estado John Kerry, hasta este viernes jefe de la diplomacia de Estados Unidos, que paseaba con su perro en zapatillas deportivas y chaqueta de aviador.
Hillary Clinton, a la que apoyaron en las elecciones muchos de los que hoy participaron en la marcha, no estuvo en la protesta pero envío a primera hora un mensaje agradecido en Twitter por, en sus palabras, "hablar y marchar por nuestros valores".
Sorprendentemente, hasta ahora Trump -que acostumbra a cargar de inmediato contra quienes se le enfrentan- no se ha pronunciado sobre la manifestación, como tampoco lo hizo sobre las protestas en su contra durante la investidura.