SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Reunidos en círculos, con libros amarillos y frente a una pizarra, Rocío, de 40 años, y sus compañeros discuten cada dos días acerca de sus vidas y lo que les afecta.

Mientras traza la letra “a”, el “Soy persona”, “¿Que me afecta?” y “Mi familia”, son temas que forman parte de las discusiones de estas 15 personas que se esfuerzan por aprender a leer y escribir.

Con un índice de al menos un 10.5% de iletrados en la República Dominicana hasta el año 2010, captado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el analfabetismo se ha vuelto parte del “folklor” arraigado en la historia y la cultura.

“Como comemos arroz y habichuela, bailamos el Merengue y hablamos con la “i” en el Cibao, así somos un país con alto índice de analfabetismo el cual se asumió como parte de la cotidianidad”, explicó Ivelisse Prats de Pérez, ex ministra de Educación en el 1986 y miembro de la Junta Nacional de Alfabetización.

República Dominicana, con 10 millones de habitantes, tiene casi 2.5 millones de personas consideradas analfabetas funcionales, según cálculos del Ministerio de Economía, hechos a partir de Endesa 2007. Esto es cerca del 25% de la población.

Decenas de programas de alfabetización se han puesto en vigencia en los últimos 50 años, siendo el primero la “Campaña Trujillo de Alfabetización” en el año 1957.

“Obligaban a todas las personas que no sabían leer y escribir a alfabetizarse, y si los jóvenes de 14 a 18 años no asistían a las escuelas entonces los padres iban presos; hasta habían policías destinados para esta labor”, explicó la maestra universitaria, Damiana del Orbe.

Mediante este programa se logró reducir el nivel de analfabetos de un 52 % a un 27, pero tras la derrota del dictador la “Campaña Trujillo Alfabetización” cayó con él, dando paso a otras que por su discontinuidad no dieron frutos.

“Se hacían los programas en el Ministerio y se daba a la educación de adultos lo más mínimo del presupuesto, que estaba ahí como para cumplir una formalidad y nombrar a alguien”, resaltó Prats de Pérez.

En la actualidad, con la meta de que en 2 años, 851 mil 396 personas aprendan a leer y escribir, comenzó el 7 de enero del 2013 el programa de alfabetización “Quisqueya Aprende Contigo”.

“La mayoría son personas por encima de los 45 y 50 años de edad, pero tenemos un grupo de adultos jóvenes que tampoco tuvieron la oportunidad de aprender”, manifestó el encargado de Programas Especiales de la Presidencia de la República, Pedro Luís Castellano.

“Quisqueya Aprende Contigo” es dirigido por el departamento de Programas Especiales de la Presidencia, con un presupuesto de RD$1,900 millones (en el 2013) que recibe del Ministerio de Educación; además de supuestas ayudas de otras instituciones públicas, debido a que es un proyecto descentralizado.

Para el 24 de enero de este año, Quisqueya Aprende Contigo tenía registrado unos 37, 698 núcleos, poseyendo el mayor número de estos las provincias de Santo Domingo con 6, 264; Azua con 2, 298; Santiago, 2,630 y  San Cristóbal, 2,342.

Castellano señaló que a finales del año 2013 alrededor de 500 cinco mil personas se encontraban inscritas en el programa, mientras 270 mil de estas ya habían aprendido a leer y escribir. “Estamos por encima de la mitad de la meta prevista para los dos años y pensamos que se va a lograr”.

Sin embargo, la ex ministra Ivelisse Prats dice no es comprobable si los métodos que se están aplicando para indicar el avance en los procesos determinen con certeza si estos se han logrado alfabetizar.

“¿Que medios se están aplicando de los indicadores de procesos y de logros para decir cuando una persona está alfabetizada y cuando no?”, recalcó Prats de Pérez.

Y es que no solo aprender a leer y escribir es una forma de preparar a un sujeto para la vida social y laborar, muchas son las críticas a estos programas que se enfocan a que los adultos que ya traen un conocimiento aprendan a trazar letras y leer “mamá y papá”.

“El presidente ha dicho que es un programa para combatir la pobreza pero la pobreza no se combate solo con educación, tiene que ser un movimiento general de políticas de empleo, políticas de retribución de bienes y servicios, políticas de transporte colectivo, políticas de energía, porque el analfabetismo no es un producto, es causa de la pobreza”, manifestó la miembro de la Junta Nacional de Alfabetización.

Los expertos critican que en la gran mayoría de casos la falta de seguimiento a los programas convierte a sus beneficiados en analfabetos por desuso.

“No es tan fácil ni es tan sutil eso lleva muchos recursos de toda naturaleza sobre todo económicos y tener una disposición de las personas y compromisos de los gobiernos”, indicó la experta en formación de maestros.

Asimismo, la ex ministra de educación Ivelisse Prats, explicó que es necesaria la creación de cursos laborales para preparar técnicamente a aquellos que aprendan la educación básica, y una inversión económica por parte del gobierno.

“Alfabetizar  no significa escribir "me llamo Juana Pérez, tengo 33 años", que es uno de los grandes reparos que le hago al programa de ahora, a los de antes y al mismo mío”, aseveró la también impulsora del Programa Especial de Educación Ciudadana (PEC).

Damiana del Orbe, propulsora del Programa de alfabetización de educación básica de adultos (PRALED) respaldó lo dicho por Prats de Pérez.

“Trabajé en el PEC, programa que comenzó doña Ivelisse, que la idea era fantástica y la metodología para hacerlo pero no aparecieron los recursos; después vino el PERA otro programa de educación de adultos, tampoco echó para alante y luego yo llegué con el PRALED que el objetivo era retomar de todas esas experiencias lo bueno tanto en los materiales como en la metodología”, manifestó Del Orbe.

La República Dominicana nunca ha estado exenta de la incorporación de programas e ideas que lleven consigo el motivo de reducir el analfabetismo, a parte de la meta dispuesta por el presidente Danilo Medina de alfabetizar en 2 años más de 500 mil personas; entre los Objetivos del Desarrollo del Milenio se encuentra lograr la enseñanza primaria universal en el país.

Programa de alfabetización de educación básica de adultos (PRALED)

En el 1990 hubo una reunión de todos los países que se llamó Educación para Todos donde se estableció como objetivo la educación de adultos para que se cumplieran en un decenio, creándose así el Programa de alfabetización de educación básica de adultos (PRALED).

Damiana del Orbe, que fue una de las creadoras, dijo que dentro de los lineamientos de ese plan se incluyó la educación de adultos porque uno de los objetivos era alfabetizar a la población, no erradicar el analfabetismo si no elevar el nivel.

Este programa se desarrolló en 5 provincias: San Pedro de Macorís, Santo Domingo, Santiago, Barahona y Azua, debido a que en esos lugares estaba despegando lo que era un desarrollo económico.

“Se hizo una estructura de lo que más o menos se tenía pensado con la diferencia de que era desde la Secretaría con apoyo a todos las instituciones que hacían alfabetización de adultos, ya sea en lo económico, los materiales. No era un programa más”, manifestó del Orbe.

Informó en dicho programa se llegaron a integrar 18 provincias, estableciendo direcciones regionales con un coordinador regional que se encargaba junto al director regional y del distrito de que el mismo funcionara.

“Nosotros comenzamos el programa con un 18 % de analfabetos en esos renglones y para el censo (eso fue en el 93) del 2002 había un 12 es decir que sí se redujo, aunque el analfabetismo es parte de la población”, resaltó Damiana.

Su financiamiento en un inicio estuvo de la mano de España y desde el 1994 hasta el 1997 se extendió con recursos del Estado dominicano, lo que hizo que al poco tiempo este decayera por la falta de presupuesto.

“El financiamiento es muy importante y ya para el 97 el PRALED estaba pero se intentó hacer otro programa más contundente que fue la jornada de alfabetización siguiendo la metodología  y utilizando los materiales de una manera que fuera más fácil para manejarlo, lo cual no dio resultados”, detalló Del Orbe.

Programa Especial de Educación Ciudadana (PEC)

El Programa Especial de Educación Ciudadana (PEC), fue considerado por la UNESCO como un programa modelo para América Latina, que recibió ayuda con cursos, seminarios, talleres que se hicieron en la República Dominicana.

El PEC fue un programa puesto en marcha en el año 1986 por en ese entonces la Secretaria de Educación, Ivelisse Prats de Pérez, basado en lo que se llamó “Alfabetización Funcional”, que era no solo enseñar a leer y escribir en el sentido tradicional si no preparar a los sujetos para la vida social, familiar y laboral.

“El Banco Interamericano de Desarrollo ofreció  un préstamo de 25 millones de dólares para construir 25 escuelas laborales, unas móviles y algunas fijas, unas urbanas y otras rurales; para capacitar a los recién alfabetizados en el trabajo socialmente útil y una ocupación estable y remunerad. El préstamo fracasó porque el Congreso Nacional y los problemas de grupo de mi partido no lo aprobaron finalmente y el proyecto terminó siendo  solo un programa de alfabetización que no era lo que habíamos pensado”, reveló Prats de Pérez.

Al igual que el PRALED, el PEC no dio los resultados esperados por la falta de inversión y seguimiento.

“Los programas de alfabetización tienen que entenderse como gemelos de programas sociales de otras índoles, que deben ser hechos para mejorar la cantidad de vida material de todos los dominicanos y dominicanos”, refirió la ex ministra haciendo énfasis en que para erradicar o disminuir de manera considerable el analfabetismo, se deben realizar posteriormente proyectos  para insertar a los beneficiados a la vida laboral.

 

{global_content name=’Inf-Alfabetizacion'}