SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El velatorio del ejecutivo Marco de la Rosa, presidente de AES Dominicana, fallecido en la mañana de este miércoles en el Parque Mirador Sur mientras hacía ejercicios, estará expuesto a partir de las 8 de la mañana de este jueves en la funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln.

La información la ofreció a Acento el área de comunicación institucional de la empresa energética. Aún no está determinada la hora del entierro. La familia del ejecutivo llega la tarde de este miércoles a Santo Domingo, y entonces se ofrecerán nuevos detalles, incluyendo la decisión sobre el lugar del enterramiento del cadáver, si en Santo Domingo o en Venezuela, su país de origen.

En el blog personal de Marco de la Rosa, la última nota que escribió fue sobre sus últimos días de fiestas de navidad en Venezuela, a 2,400 metros sobre el nivel del mar, en un lugar donde no había comunicación electrónica.

Aquí dejamos su texto:

“Sócrates decía que “una vida sin reflexión, no merece ser vivida”.  Pasé los últimos días del 2013 y los primeros del año nuevo en la bella Estancia “La Bravera” a 2,400 mts sobre el nivel del mar en los Andes Venezolanos. El día que llegué a este lugar mágico casi sufro una crisis de pánico al enterarme que no tenía ningún tipo de alcance a las telecomunicaciones, incluyendo internet y señal para mis teléfonos. Sin embargo a medida que pasaron los días y que me iba desconectando del mundo me iba sintiendo más conectado a la naturaleza y se iban abriendo espacios para la meditación y reflexión. Este tipo de espacios son fundamentales para el ser humano. Ya sea en forma individual, en familia o en equipos de trabajo, es importante tener la oportunidad de elevarse a otro nivel y analizar con una perspectiva más amplia las realidades que nos acontecen en las diferentes facetas en las que nos desenvolvemos.

Durante esos días que compartí con mi familia, mi mamá me habló del libro que estaba leyendo llamado “La alegría del vivir” de Orison Swett Marden.  Coincidencialmente su libro estaba muy alineado con el último capítulo del libro que yo leía, “Vivir en tiempos de Crisis” de Isabel Vega.  El contenido común de ambos libros estaba relacionado con el concepto de “la felicidad”. La diferencia es que el libro que ella leía fue escrito en 1914 y el mío en el 2013. Sin embargo, pese a la diferencia de años entre un libro y otro, las conclusiones eran prácticamente las mismas: La felicidad no se persigue, no es una meta por sí misma. La felicidad se consigue en las pequeñas vivencias de todos los días.

Existen innumerables libros, documentos y escritos sobre el tema de la felicidad. Hace un par de años, mi grupo de YPO (Young President Organization) invitó a una sesión de trabajo de un día entero al Prof.  Shawn Achor, autor del libro “The Happiness Advantage”.  Durante la cena, el Prof. Achor nos contó sobre las investigaciones que él ha hecho con su equipo en la Universidad de Harvard sobre el concepto de la felicidad y las conclusiones a que han llegado sobre el tema.  En primer  lugar, la creencia general de la gente es que la felicidad es el premio que se recibe cuando se es exitoso, mientras que las investigaciones muestran una causalidad que es totalmente opuesta: la gente se hace más exitosa cuando es más feliz y presenta una actitud más positiva ante la vida.

Es difícil que ese estado de felicidad se encuentre en todos los planos ya que es muy probable que en algunos momentos se representen desafíos. La muerte de un ser querido o la separación de un ser que amas son solo algunos ejemplos. Sin embargo, la felicidad tiene que ver en gran medida con “la manera en que enfrentamos estos desafíos, en armonía con nuestra esencia y con el entorno”. De acuerdo con las investigaciones del Prof. Achor, las circunstancias externas contribuyen con solo alrededor de 10% de nuestra felicidad. El 90% restante está en nosotros mismos y en la forma en que manejemos los tres principales componentes de la felicidad según Achor: el placer de las sensaciones físicas, el involucramiento activo en roles que nos permitan aportar y una profunda y permanente conexión a algo que es más grande que nosotros.

La felicidad es una decisión personal, solo tienes que decidir cuándo quieres empezar a ser feliz y empezar a ver el mundo de otra forma, sin apegos, sin verla como resultado de obtener algo que no tenemos, sino apreciando al máximo las cosas que ya tenemos y que se nos presentan en cada momento de nuestras vidas.  ”Disfruta de las cosas pequeñas,  pues algún día puedes mirar atrás y darte cuenta que ellas eran las cosas grandes”.