SÃO PAULO.- El multimillonario magnate de la construcción encarcelado en São Paulo, Marcelo Odebrecht está listo para presentar pruebas en la investigación estatal sobre un caso de corrupción masiva en Brasil que amenaza con hacer añicos al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, y llevar a su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva a la cárcel, publicaron varias agencias internacionales este miércoles.

La empresa gigante de la construcción brasileña Odebrecht SA confirmó el miércoles que el Sr. Odebrecht, su expresidente ejecutivo, y otros empleados de la empresa están preparados para contar los fiscales lo que saben de un cartel proveedor que desvió miles de millones a la petrolera estatal de Brasil, y que los canalizó hasta los bolsillos de políticos corruptos.

Los fiscales dicen que el robo era tan “sistemático” en Odebrecht que la empresa creó un departamento especial dedicado exclusivamente a hacer el seguimiento de los sobornos y sus destinatarios.

La alegación de dicha contabilidad tan escrupulosa se cierne sobre la empresa y envía ondas de choque por todo el estamento político de Brasil. El miércoles, los medios locales publicaron una lista de alrededor de 200 políticos que supuestamente recibieron pagos de Odebrecht.

Los medios de prensa dijeron que obtuvieron los nombres de un documento de la compañía publicado en un sitio web del tribunal. Un juez a cargo del caso retiró el documento del sitio posteriormente y no está claro si los pagos fueron donaciones legales o no, si bien el daño ya estaba hecho.

Un titular de la Folha de São Paulo en Internet el miércoles decía: “La rebaja de penas día del juicio final”.

Rousseff y Lula han negado reiteradamente haber actuado mal.

La perspectiva de un testimonio aún más detallado del señor Odebrecht, que este mes fue condenado a 19 años en prisión por su papel desempeñado en el esquema, podría resultar devastadora para el gobierno de Brasil, con la profundización de una crisis que podría derrocar a Rousseff y a Lula, cuyo males legales provienen de supuestas conexiones con la constructora.

“Va a ser como una bomba de hidrógeno”, dijo el profesor de ciencias políticas de la Universidad de Brasilia David Fleischer, cita The Wall Street Journal en una nota. “Deben tener todas las hojas de cálculo de dónde fueron depositados sobornos y a nombre de quién”.

A última hora del miércoles, sin embargo, los fiscales de Curitiba, ciudad donde tiene su base la llamada operación “Lava Jato”, se distanciaron de la declaración de Odebrecht de un posible acuerdo. Las autoridades dijeron en un comunicado que no estaban negociando con la empresa, y la criticaron por hacer pública su voluntad de llegar a un acuerdo.

“La revelación a la prensa (…) daña el secreto en la negociación requerido por la ley para llegar a un acuerdo”, dijeron los fiscales.

También dicen los fiscales que al menos 6,4 millones de reales (R$) (unos US$1,7 mil millones) se desviaron de la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras, a través de contratos inflados con proveedores, algunos de los cuales supuestamente fluyeron como contribuciones de campaña ilegales y sobornos al Partido de los Trabajadores y sus aliados. Los partidos han negado esas acusaciones.

Un portavoz de la empresa Odebrecht confirmó que el Sr. Odebrecht, otros ex ejecutivos encarcelados y empleados de la compañía estaban en disposición para colaborar con los fiscales de la operación Lava Jato, pero rehusaron dar más detalles.

En una declaración anterior el martes, Odebrecht había dicho: “No tenemos la responsabilidad dominante” del “sistema ilegal e ilegítimo del financiamiento de los partidos en las elecciones”. Odebrecht también indicó que estaba ocupada en salvar los puestos de trabajo de sus 130,000 empleados al nivel mundial.

Algunos expertos legales dicen que el gigante de la construcción está indicando que no asumirá la caída de los políticos corruptos y hará lo que sea necesario para salvar a la empresa, que ha sido gravemente dañada por el escándalo. Lo más valioso que Odebrecht tiene que ofrecer a las autoridades, dicen observadores, es su testimonio, porque los fiscales lo describen como uno de los autores intelectuales del cártel proveedor.

“La nota de Odebrecht muestra que va a presentar todos los hechos”, dijo Pierre Moreau, un abogado con sede en Sao Paulo. “Marcelo tiene más información para dar que otras personas, por lo que es difícil de creer que su acuerdo con la fiscalía no sería aprobado”.

Las noticias de la colaboración de Odebrecht llegan en medio de muchas detenciones y acuerdos que han dominado los titulares en el país y han mantenido a Brasil en vilo durante meses. Los fiscales han reconocido 49 acuerdos de ese tipo con individuos, cinco acuerdos de clemencia con empresas, y otros más en marchas.

“Con tantos sospechosos presentando pruebas al Estado a cambio de indulgencia, la ventana se está cerrando para que otros acusados proporcionen a los fiscales información que se considere lo suficientemente valiosa como para justificar un acuerdo con la fiscalía. Esto parece estar impulsando una serie de testimonios, que impulsan la indagación cada vez más a Rousseff y Lula”, dicen Marla Dickerson y Luciana Magalhães en su nota para TWSJ.

La semana pasada, el Tribunal Supremo de Brasil dio a conocer el testimonio negociado de un poderoso senador del Partido Trabajadores atrapado en el escándalo de Lava Jato que implicó a Rousseff y a Lula. Ambos negaron las acusaciones de que ellos sabían del anillo de robo y trataron de obstruir la investigación criminal.

La información sobre las donaciones de campaña de Odebrecht presuntamente ilícitas podría resultar perjudicial para Rousseff, que ha sido acosada por acusaciones de que el dinero sucio financió su reelección. Un tribunal electoral está investigando actualmente la fuente de su financiación de campaña; ello podría anular los resultados de 2014 y ordenar nuevas elecciones si encuentra irregularidades. Rousseff ha negado las acusaciones sobre dinero sucio. 

Odebrecht también ocupa un lugar destacado en los problemas legales de Da Silva, que fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010. Los fiscales están investigando grandes donaciones realizadas por Odebrecht al Instituto Lula de Da Silva, una fundación sin fines de lucro São Paulo, que sospechan que fue un conducto para las contribuciones ilegales de campaña al Partido de los Trabajadores. 

Los fiscales también dicen que Da Silva se benefició ilegalmente de extensas renovaciones realizadas por Odebrecht a un rancho un lugar de descanso utilizado con frecuencia por el expresidente y su familia.

Da Silva y el Instituto Lula niega haber cometido irregularidades. Un portavoz de la fundación dijo que Lula está “tranquilo” tras la noticia de un posible acuerdo con el fiscal por el Sr. Odebrecht, porque el expresidente “siempre ha actuado de conformidad con la ley”.