SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Si usted conduce un vehículo de motor en la República Dominicana y el semáforo está en verde, deténgase, aunque los apresurados le toquen la bocina para que avance, pues puede tener un accidente fatal.

No es un mal consejo, pues en Santo Domingo y otras ciudades dominicanas  la violación de las luces rojas de los semáforos se ha convertido en una rutina, a tal punto que las autoridades de tránsito no saben qué hacer, excepto que el Congreso apruebe un anteproyecto de Ley que castiga duramente a quienes cometan ese delito.

El caos en el tránsito en la capital se agrava por numerosos semáforos dañados o por la falta de energía eléctrica que les impiden funcionar, hoyos llenos de agua cuando llueve, poca iluminación en los túneles y el manejo temerario de motoristas y  otros vehículos de motor de todo tipo, que no respetan nada.

Los hoyos en las calles del Gran Santo Domingo y sus municipios rompen las piezas delanteras y deterioran los vehículos. La pobre iluminación de los túneles es otro problema para los conductores. Justo el pasado martes, en el túnel de la avenida 27 de febrero, entre la Leopoldo Navarro  y su salida próximo a la calle Doctor Delgado, hubo un aparatoso accidente en que estuvieron involucrados una yipeta y un automóvil estacionado por falta de combustible.  El conductor de la yipeta dice que no lo vio, porque la iluminación era poca en el interior del túnel. No hubo víctimas, pero ambos vehículos quedaron en desastroso estado.

La situación está obligando a los conductores precavidos a detenerse en las luces verdes para esperar que los violadores de las leyes cometan sus imprudencias sin que sus vidas corran peligro

Otro grave problema de tránsito lo constituye la gran cantidad de conductores de motocicletas que circulan sin cascos protectores, sin licencias de conducir, ni  luces, en vía contraria, encima de las aceras y violando la disposición de no usar los túneles y los elevados.

En eso de subirse a las aceras para evitar los “tapones” son expertos los llamados “delíveris” o mensajeros de colmados, quienes además violan las luces rojas de los semáforos.

La situación está obligando a los conductores precavidos a detenerse en las luces verdes para esperar que los violadores de las leyes cometan sus imprudencias sin que sus vidas corran peligro.

En otro aspecto relacionado, los conductores  que son detenidos por violar la luz roja de los semáforos al parecer ignoran que, además de una multa de RD$1,600.00, tienen que escuchar una tediosa charla sobre tránsito de cuatro horas—dos por la mañana y dos por la tarde. Los que lleguen iniciadas las charlas, deben   esperar la siguiente. Solo un quince por cierto de los que son sancionados  por el Tribunal de Tránsito por otras infracciones ha pagado las multas.

Sin el comprobante de que escucharon las charlas y pagaron la multa por violar los semáforos en rojo, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) no les entrega el vehículo retenido a los propietarios o conductores, que además deben   demostrar su legalidad,  documentos en mano.  Completado el proceso de las charlas y el pago de las multas, los violadores tienen que buscar el vehículo  en el Canódromo, cerca del cementerio Cristo Redentor.

Un grave problema en aumento

Entre el 15 de marzo de 2010 hasta el 31 julio de este año, 42, 204 conductores violaron a luz roja de los semáforos, según estadísticas oficiales.  La multa por violar la luz roja de los semáforos es de unos 42 dólares, pero apenas un 15 por ciento la ha pagado.

La actual ley de tránsito tiene incongruencias y disposiciones obsoletas que deben ser modificadas, como el artículo que obliga a los conductores de vehículos privados a usar el cinturón de seguridad y que en cambio exonera de ello a los choferes de carros públicos.

“La ley debe ser igual para todos”, dijo a Acento.com   el mayor general José Aníbal Sanz Jiminián, director de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET)

La nueva Ley de Tránsito   consideraría como “un crimen” violar un semáforo en rojo, además de que  a las personas con multas pendientes se les impediría obtener o renovar cualquier documento, como pasaporte, cédula, licencia, cambiar cheques y hasta salir del país. La nueva Ley no ha sido  conocida en el Senado, pese al respaldo de la prensa que la misma ha generado.

La actual ley de tránsito tiene incongruencias y disposiciones obsoletas que deben ser modificadas, como el artículo que obliga a los conductores de vehículos privados a usar el cinturón de seguridad y que en cambio exonera de ello a los choferes de carros públicos

En un año de gestión del general Sanz Jiminián, los agentes de la AMET fiscalizaron a 467,458 conductores por violaciones a la Ley 241, sobre Tránsito Terrestre, llevándose las palmas los motoristas que transitan sin casco protector, los conductores que violan la luz roja de los semáforos, los que manejan sin licencia y los que obstruyen el tránsito.

Otras de las principales violaciones que han provocado que los agentes de la AMET  levanten infracciones en el período señalado  son 33,238 por obstrucción al tránsito, 29,883 por conducir hablando por teléfono celular, 25,593 por conducir con la licencia vencida, 25,104 por transitar en vía contraria; 22,429 por transitar en zonas prohibidas, 17,310 por dar la vuelta en U en lugares prohibido para ello; 13,796 por conducir sin tener seguro para el vehículo; 12,224 por transitar en vehículos sin placa, y 12,086 por conducir a exceso de velocidad.

Las multas impuestas por los Tribunales de Tránsito implicaron a   45,681  motoristas por no usar el casco protector, 42,016 a violadores de la luz roja de los semáforos, 40,732 por conducir sin llevar puesto el cinturón de seguridad y 35,694 por conducir sin licencia. Los ingresos por las multas los cobra la Procuraduría General de la República, no la AMET.

Cifras de la Oficina Metropolitana de Transporte Terrestre (OTTT) y el hospital Darío Contreras señalan que en el 2010 hubo 8,204 accidentes de tránsito, la mayoría de los cuales pudieron evitarse.

"Es un criminal el que cruza un semáforo violando la luz roja, porque además de poner su vida en peligro, pone en peligro la vida de los demás, a veces de una familia completa que va transitando cumpliendo las leyes de tránsito", dijo el general Sanz Jiminián.

La nueva Ley de Tránsito, de ser aprobada por el Congreso, además de severas multas, conllevaría también prisión

El Gobierno del presidente Leonel Fernández ha construido en Santo Domingo, a costos multimillonarios, una primera línea del Metro,  numerosos elevados, túneles, pasos a desnivel, puentes peatonales y nuevas avenidas para hacer más fluido el tránsito de los vehículos de motor, pero la falta de educación y el irrespeto a las leyes por parte de los conductores ha impedido que se cumplan sus funciones básicas.

El general Sanz Jiminián sostiene  que sus prioridades en el organismo son lograr reducir al mínimo las muertes y heridas graves de motoristas por transitar sin el casco protector, y evitar en todo lo posible las violaciones de la luz roja de los semáforos.

El l jefe de la AMET dice que invertirá todo lo que sea necesario, dentro de las posibilidades del organismo, en ampliar y consolidar los programas tendentes a dotar de cascos protectores a los motoristas. Cuando un motorista es arrestado sin el casco se le retiene el motor y en muchos casos luego se les  regala un casco, cuando son donados por algunas entidades y se les da una charla sobre el peligro que corre el conductor sin esa protección.

"Hemos reducido en un 67 por ciento el número de muertes por accidentes de motor, gracias al incremento de los motoristas que usan el casco protector, pero no estaremos satisfechos hasta que el número de víctimas se reduzca a cero", comentó Sanz Jiminián.

Sin embargo, el general se queja  que le hacen falta poco más de dos mil nuevos agentes para poder tener un mejor control del tránsito del país, especialmente en esta capital, y se pronunció favorable de que le sean transferidos militares para aumentar la matrícula de agentes al servicio del tránsito vehicular en las calles.

En lo que el hacha va y viene, como se dice aquí, tenga precaución al cruzar una avenida con el semáforo en verde.