Jorge Pérez y Orlando Ramos/Especial para Acento.com.do

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Mami, te quiero mucho. Perdóname”, fueron las últimas palabras que escuchó Fidelia Pérez Vallejo, madre la joven de 17 años de edad que este jueves se lanzó al vacío en el paso a desnivel de las avenidas Máximo Gómez y 27 de Febrero, hecho que puso fin a un embarazo que, según sus familiares, no planificó, y puso en riesgo su sueño de ser periodista.

Fidelia recuerda con precisión el estruendo de la caída de su hija, ya que ésta, luego de hablarle, dejó abierto el teléfono celular. “Esa es mi única hija. Yo vivo por ti”, repetía entre llantos.

Al lugar del suceso se presentaron varias unidades del Sistema Nacional de Atención Emergencias y Seguridad 911, quienes procedieron a llevarla a la maternidad Nuestra Señora de La Altagracia, donde fue asistida.

Al ser socorrida, los paramédicos del 911 encontraron la carta en la que exponía las razones que la habían llevado a tomar la decisión.

“Desde el momento en que llegué al mundo siempre he sido un estorbo, tal vez para mi madre no, pero sí para mi padre”, escribió Báez en la carta en que detalla razones y conflictos que no le permitían entablar una relación con su padre.

Pese a que sobrevivió a la caída, el diagnóstico sobre la salud de la joven es reservado.

“Es una historia muy triste. Yo lloré muchísimo. Su madre se enteró ayer que estaba embarazada”, dijo a Acento una tía de la joven.

La familia –  proveniente del municipio de Palenque, San Cristóbal – solicitó que la joven fuera trasladada al hospital traumatológico Ney Arias Lora, donde esperan pueda ser tratada por especialistas en politraumatismos, una petición que fue concedida pasadas las cinco de la tarde.

“Ella llegó al hospital con el útero desprendido. Tenía 24 semanas de embarazo. En la operación encontramos un hematoma en el hígado y diversos traumas en el cuerpo, todo producto de la caída”, indicó Rosanna Jiménez, una de las tres cirujanas que acompañó a la joven en la intervención quirúrgica a la que fue sometida.

Hasta el momento la joven ha recibido transfusiones que superan los 2,000 CC de sangre, casi la mitad del promedio de litros sangre que tiene el cuerpo humano (5,250 CC).

Fidelia sólo espera desechar la primera oración de la carta que dejó su hija, en la que expresa la intención de poner fin a su vida un día como hoy y celebrar con ella sus 18 primaveras este próximo primero de noviembre.