SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los periodistas que fueron convocados a una rueda de prensa del Ministerio de Educación se encontraron con decenas de maestros y maestras que conformaban una extensa cadena a lo largo de la verja frontal del edificio de esa institución.
Los docentes, que habían venido de la provincia Monseñor Nouel, exhibían camisetas amarillas en señal de apoyo al reclamo del 4% del PIB para Educación y carteles en los que elevaban su demanda de un aumento salarial y un seguro de salud que funcione.
También vinieron a manifestar los reparos que les hacen a la doble moral, al desfalco sin sanciones y al silencio de la nueva ministra de esa cartera con relación a sus exigencias.
Sin embargo, su presencia en este lugar no sólo permite visualizar sus demandas, pues significa también que en las más de 100 escuelas que representan está detenida la docencia, que es otro de los problemas más preocupantes que lesionan al sistema educativo nacional.
En efecto, este miércoles es el tercer día de un paro de labores que podrían prolongar durante toda la semana y, quizás, dependiendo de la respuesta que reciban del Ministerio, por tiempo indefinido.
Lino de la Cruz y Cheo Rosario, dos de los dirigentes de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en esa provincia del norte, confían en que la nueva ministra de Educación, Josefina Pimentel, los recibirá y apoyará hasta que sus exigencias sean atendidas.
Adentro, a esa misma hora, se desarrollaba la primera rueda de prensa de la funcionaria que lidera esa cartera desde el pasado mes de marzo, una intervención que había generado muchas expectativas entre los periodistas presentes debido a la agitación constante que existe en distintos aspectos del escenario educativos.
Tras un extenso discurso en el que la funcionaria explicó cuáles serán sus principales líneas de acción, se refirió al tema de los maestros en respuesta al cuestionamiento de la prensa. En este orden, afirmó que escuchará los planteamientos de los docentes y velará por “encaminar sus gestiones hasta las instancias correspondientes”.
En cuanto a las horas de clase perdidas en este año escolar, que han sido más de lo habitual debido a la crisis en el Seguro Médico de Maestros (SEMMA), Pimentel expresó que dio instrucciones para que los directores regionales y distritales elaboren una propuesta de plan de recuperación de docencia que se ajuste a la cantidad de horas perdidas en cada escuela.
Una posición tímida con relación a la demanda del 4%
Con relación a la demanda del 4% para Educación, la ministra de Educación se reservó la respuesta a la pregunta de si se sumaría al movimiento ciudadano que lo empuja o si daría su apoyo a eta causa.
Se limitó a decir que valora el hecho de que la sociedad se interese por los problemas educativos, pero afirmó también que le gustaría que el movimiento que promueve el cumplimiento de la ley de Educación en lo relativo a la inversión en ese sector, también diera igual prioridad a aspectos como los valores en la escuela o la participación de los padres en el proceso de educar a los hijos.
“Lo del 4% es una consigna que, bueno, si bien la Ley establece como una aspiración que aun no ha sido alcanzada en su totalidad, a mí me gustaría también que ese movimiento abordara otros temas que ayuden a la educación dominicana en su conjunto. La integración de las familias es un tema fundamental, el acompañamiento al desarrollo educativo de los hijos e hijas, temas que tienen que ver con el cumplimiento del horario escolar, con la construcción de valores en el escenario de la escuela. Son temas que también hacen parte de una agenda social que nos compete a todos”, dijo.
Josefina Pimentel fue colocada al frente de uno de los ministerios más conflictivos del Estado dominicano en momentos en que el ojo de la ciudadanía está colocado sobre esta institución de manera muy particular, pues a la antigua crisis del sistema educativo se suma la presión generada por el surgimiento de la Coalición por una Educación Digna, la crisis en la ARS-SEMMA, el conflicto con los textos integrados, los serios actos de violencia registrados en algunas escuelas de la zona urbana y el tema del desayuno escolar, que fue el principal dolor de cabeza de Melanio Paredes, su antecesor en el cargo.