NACIONES UNIDAS, EEUU.- El líder venezolano Nicolás Maduro logró que Rusia y EEUU, y sus respectivos aliados, cruzaron duras acusaciones este miércoles en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Moscú quiso que se ventilara la maltrecha y escuálida aventura de mercenarios de hace dos semanas, en una sesión presidida por República Dominicana, como miembro no permanente.

La convocatoria rusa sirvió para que se volviera a denunciar la supuesta implicación estadounidense y colombiana en este hecho de ambiciosa finalidad y escasa ejecución castrense, aunque Washington aseguró que todo esto no es más que un intento chavista por desviar la atención de los asuntos políticos, sociales, económicos y sanitarios verdaderamente graves.

La próxima llegada de embarcaciones de Irán a Venezuela, con combustible y respuestos para intentar la resurrección de la industria petrolera venezolana, hará que el asunto siga en la palestra.

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Reunido por videoconferencia a petición rusa, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordó por primera vez la llamada "Operación Gedeón", abortada el 3 y el 4 de mayo por las autoridades maduristas que aseguran que se saldó con ocho muertos y casi medio centenar de detenidos.

Rusia, que es el principal apoyo de Maduro en el Consejo de Seguridad, defendió que esos ataques supusieron una violación de la soberanía venezolana por parte de agentes extranjeros y propuso al resto de miembros de esta instancia de la ONU una declaración de condena.

Para EEUU, este "supuesto golpe de Estado" no pasa de un intento chavista de "distraer y confundir" para tapar sus "asesinatos extrajudiciales" y, más allá, una gestión de país que no hace más que deteriorarse día a día.

RUSIA ARREMETE CONTRA EEUU

El embajador adjunto de Moscú, Dmitry Polyanskiy, recordó que entre los detenidos hay dos ciudadanos estadounidenses y subrayó que es muy difícil de creer que Washington no estuviese al corriente de la operación.

"Desafortunadamente, EEUU tiene un historial de tratar a Latinoamérica como su patio trasero", dijo Polyanskiy, subrayando que ahora es Venezuela la que "está en el menú" del Gobierno estadounidense y que la Administración de Donald Trump ni siquiera se preocupa de disimularlo.

En ese sentido, denunció que la operación marítima contra el narcotráfico puesta en marcha por EEUU en el Caribe es un realidad una "operación militar" y arremetió contra la decisión de ofrecer una recompensa por la captura de Maduro, acusado por la Justicia estadounidense de narcoterrorismo.

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"Hoy queremos preguntar: ¿Cuál es el verdadero propósito del desfile de la Armada estadounidense en el Caribe? ¿Hay más mercenarios sobre el terreno en Venezuela? ¿Quién es responsable de los ataques contra infraestructuras críticas, incluidas redes eléctricas?", dijo Polyanskiy.

El representante ruso llamó además la atención sobre los vínculos entre la operación y el equipo del líder opositor Juan Guaidó y consideró que ello le descalifica como un interlocutor político a la hora de negociar con las autoridades.

EEUU REITERA QUE NO ESTUVO INVOLUCRADO

En su réplica, inmediatamente después, la embajadora de EEUU ante la ONU, Kelly Craft, reiteró que su Gobierno "no estuvo involucrado" en la operación y que "rechaza categóricamente" cualquier acusación al respecto.

"De hecho, las únicas naciones que parecen estar violando la soberanía venezolana son Rusia y Cuba, que sin aprobación de la Asamblea Nacional envían oficiales militares y mercenarios al país", dijo Craft.

La diplomática dijo que EEUU está investigando la "supuesta operación" y que, aunque no puede hacer público todo lo que ha reunido, resulta "obvio" que la trama había sido descubierta y "totalmente penetrada por el régimen" con mucha antelación.

En la reunión también intervino el embajador colombiano, Guillermo Fernández de Soto, que aseguró que su país tampoco ha llevado a cabo ningún tipo de acción encubierta y rechazó las acusaciones venezolanas, subrayando que en ningún momento ha violado la ley internacional y que la "restauración" de la democracia en el país vecino es un "imperativo moral" para toda la comunidad global.

EL GOBIERNO DE MADURO DENUNCIA UNA AGRESIÓN

El representante venezolano, Samuel Moncada, denunció una "agresión" contra su país, acusó a EEUU y Colombia de estar detrás de los ataques y de ahora proteger a responsables de la trama, al tiempo que dijo que las investigaciones continúan y hay evidencias de que se están preparando otras acciones.

Además, acusó a Trump de cometer "crímenes contra la humanidad" por sus sanciones contra Venezuela que impactan en la población civil y de comportarse como un "gángster" por sus amenazas de usar la fuerza contra el Gobierno de Maduro.

"El Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados están creando un espacio sin ley en las relaciones internacionales en el que pueden desconocer sus obligaciones en virtud del derecho internacional e imponer prácticas tiránicas, caprichosas y coloniales al resto del mundo", denunció Moncada.

LA ONU URGE A UNA NEGOCIACIÓN POLÍTICA

La responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, fue la encargada de abrir la reunión y pasó de puntillas sobre la "Operación Gedeón", insistiendo sobre todo en la postura de la organización de que únicamente una negociación política entre las distintas partes venezolanas permitirá superar la crisis.

Ese enfoque fue el que defendieron numerosos países del Consejo de Seguridad que. aunque ha abordado la cuestión venezolana en numerosas ocasiones, sigue sin tomar ninguna acción al respecto.

Dada la fractura entre Estados Unidos y Rusia -dos de los miembros permanentes del órgano y, por tanto, con derecho de veto- es prácticamente imposible que salga del Consejo de Seguridad cualquier decisión sobre Venezuela, según fuentes diplomáticas. EFE