Madrecita del alma querida
en mi pecho yo llevo una flor
no te importe el color que ella tenga
porque al fin, tú eres madre una flor.

Tu cariño es mi bien, madrecita,
en mi vida tú has sido y serás
el refugio de todas mis penas
y la cuna de amor y verdad.

Aunque amores yo tenga en la vida
que me llenen de felicidad
como el tuyo no lo hay, madre mía,
como el tuyo no lo he de encontrar

 

Canción popular mejicana, de autor desconocido que siempre ha sido interpretada en nuestro país.