SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Gran Santo Domingo está enclavado dentro de un contexto global casi en un Centro Geográfico de la Cuenca del Caribe, dentro del continente americano, justo en el espacio central de las Antillas Mayores.
Se emplaza dentro de un marco ecológico, en donde perviven especies nativas y foráneas dentro de zonas protegidas de áreas verdes, así como en extensiones acuíferas conformadas por las grandes avenidas fluviales conformadas por los ríos Ozama e Isabela y sus afluentes, siendo este asentamiento urbano confinado por las Lomas de Siete Cabezas, el río Haina, la Sabana de Guabatico, y el Mar Caribe o Mar de las Antillas.
Asentada sobre tres terrazas geológicas o escalones naturales, toda la capital dominicana se extiende de forma explayada con unos 545 Kms2 de superficie, pese al intento de confinar repetidas veces por cinturones viales diseñados con el propósito de frenar su brutal crecimiento.
En ese escenario cohabitan especies de la flora y la fauna tropical en humedales ricos en cuanto a la biodiversidad. Sin embargo, su expansión ha sido desproporcionada de manera exponencial, desde aquellos primeros asentamientos en la Colonia hasta la Epoca Post Tiranía de Trujillo, los que han producido de manera puntual un gran impacto ambiental en el equilibrio ecológico de la zona.
Es de importancia señalar la gran explosión urbana ocurrida en la época post-tiranía, con las grandes migraciones desde zonas rurales hasta los centros urbanos, atraídos esencialmente debido a la carencia de servicios básicos y fuentes de trabajo desde sus lugares de origen.
Esto, de forma salvaje y desorganizada, con extensiones de calles y avenidas con criterios cuestionables, dando lugar a un verdadero pandemonium, mismo, produciéndose un uso inadecuado de las tres terrrazas naturales de la ciudad.
Se procuró dividirlo en municipios y esta propuesta ha devenido en más burocracia, menos eficiencia en los servicios, un desorden mayúsculo en el tránsito, más carga de empleos, sin nada de planificación, y más complicaciones para los habitantes de los mismos.
En este tenor, y como forma de visualizar el tema, veamos cómo se componen las diferentes capas o estratos que se divide este y cualquier Sistema Urbano, y cómo se podría abordar la problemática desde el litoral oficial, a fin de que en varios años se comiencen a ver los resultados.
Así, el Entorno Natural se constituye en la primera Capa Primaria del Sistema de la Gran Ciudad. Esta no conoce de límites ni demarcaciones geográficas, ni de subdivisiones políticas para facilitar la gobernanza. En ella la naturaleza se impone de manera preponderante, y la mayor cantidad poblacional de la isla, casi un tercio, se concentra alrededor de este eco-sistema natural, con todas sus implicaciones que representa la presencia del humano en un esquema desorganizado, anárquico y depredador del medio ambiente.
La Segunda Capa del Sistema Urbano lo constituye la Conectividad Física producida por las grandes Avenidas, Calles importantes secundarias y calles Terciarias y Plazas, que tocan los diversos asentamientos. Esta Gran Red facilita el traslado y movilidad de los humanos por todo el espacio físico del Gran Santo Domingo y a través de diferentes medios de locomoción, así como en el caso de los espacios públicos abiertos generan la ineludible condición gregaria de la interacción social humana.
La Tercera Capa está conformada por el Hábitat. En este espacio, el hombre desarrolla todas sus actividades cotidianas de sobrevivencia y pervivencia. Es la Unidad Básica y más Importante de un emplazamiento urbano. Junto con la Gran Red Conectiva de Vías Físicas, a través de diferentes medios de transporte, se produce la Gran Actividad. De ahí que tanto la locomoción del hombre que es trasladarse a pie a través de una superficie ancha, cómoda, plana, protegida de los agentes climáticos hostiles imperantes en el trópico, sea lo primordial que ha de tener una ciudad, de la misma manera que sus espacios públicos abiertos constituios por las Plazas y Parques.
La Cuarta Capa de la Ciudad son, sin lugar a dudas, los Servicios e Instalaciones, que permiten la habitabilidad dentro de las necesidades humanas elementales, tales como, y comenzando en orden de prioridad: el Acceso al Agua Potable, tanto en el proceso de purificación como en el de distribución hasta los hábitats humanos. En segundo lugar, todo lo relativo al Saneamiento Ambiental, conformado por los sistemas de Drenaje de Aguas Servidas, como Sistemas de Drenaje Pluvial. En tercer lugar, la Disposición de los Desechos Sólidos.
Estos tres aspectos relacionados a la Salud Pública directamente (de ahí su extrema importancia). En esta capa se involucran los servicios de la Red Nacional de Salud y Hospitales, Red Nacional de Educación a través de las escuelas, universidades, y Centros de Capacitación Laboral, así como las Instalaciones Hoteleras, Centros de Diversión, Teatros, Cines, Bares, Abastos Alimenticios, etc.
Como la Quinta Capa podríamos clasificar un aspecto esencial, que es la Seguridad Ciudadana y de Tráfico, a través de la Vigilancia, la prevención, la infraestructura de CCTV y Centros de Monitoreo. Es intangible, pero reviste de una importancia tal que es imposible imaginarse la convivencia sin ella.
Por último, y no menos importante, está la Sexta Capa correspondiente a la Red de Comunicación, generada por los social media, red telefónica y de internet, finalmente, todo lo relacionado a transmisión de TV, cable y sistemas de entretenimiento, de teletrabajo y de escolaridad.
Para la reorganización del espacio urbano frente a esta gran problemática, ya altamente estudiada y diagnosticada, se imponen acciones inmediatas para que a mediano y largo plazo se comiencen a apreciar sus resultados.
Lo primero es la Creación de una Oficina de Planificación de la Ciudad ( OPC ) como un Gran Patronato en Alianza Público-Privada, que aglutine todas las Instituciones que tienen que ver con asuntos del desarrollo urbano, es decir Alcaldías del Gran Santo Domingo, Intrant, Digesett, Mopc, Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo,Turismo, Medio Ambiente, etc. y que, sin restar funciones a éstas para las cuales fueron creadas, trabajen mancomunadamente y acorde con el Plan de Ordenamiento Territorial establecido.
Lo primero es el traslado a largo plazo de toda la rivera del Ozama a ambos lados hacia ciudades satélites de los residentes en condiciones infrahumanas, dotándolos de todos sus servicios en las afueras de la ciudad, es decir una descentralización urbana a gran escala, a fin de incorporar todas estas áreas a Zonas Verdes Recreativas, devolviéndole a la ciudad todo su esplendor como ente mayormente arborizado que una vez ostentó.
Luego está la planificación, ampliación y adecuación de las grandes vías de comunicación. Finalmente, y sería lo más importante, el tratamiento del Hábitat Básico y la Movilidad poniendo énfasis en el peatón, y el vehículo como medio no como fin, esto último con una adecuada y eficaz colectivización del Transporte Masivo de Pasajeros.
La planificación tratada con seriedad en lo relativo a las densidades poblacionales permitidas, y a una moderna normativa de construcción, sin intereses particulares, pero con impacto positivo en la población de los más de cuatro millones aproximadamente que posee el Gran Santo Domingo, hará recuperar este estandarte de una de las ciudades más bellas del Gran Caribe Insular, y de la América desde Alaska hasta Tierra de Fuego y la Patagonia.
***El autor es Arquitecto, egresado de la Facultad de Arquitectura y Artes, Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, Santo Domingo, Rep. Dominicana. Miembro del CODIA y de la Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana (SARD)