Sin documentos, en una situación prácticamente apátrida y sin posibilidad de trabajar o de acudir a un médico se encuentran miles de indocumentados, la mayoría de origen haitiano, que quedaron atrapados en el complicado sistema burocrático y jurídico de República Dominicana.
Amnistía Internacional recomienda a República Dominicana reconocer la existencia y las causas de la apatridia en el país. Son "ciudadanos fantasma", denuncia Amnistía Internacional (AI) en un informe que analiza la situación generada tras una reciente sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que niega la nacionalidad a los hijos de extranjeros que viven de manera irregular en el país, que se aplicó con "carácter retroactivo" a personas nacidas desde 1929.
Las autoridades dominicanas afirman que nadie es apátrida en su país y defienden su disposición a resolver el problema con el plan de regulación de extranjeros que pusieron en marcha en 2013 para arreglar la situación legal de los indocumentados que se inscribieran antes de febrero de este año.
Sin embargo, la organización de derechos humanos señala que la complejidad del proceso, la falta de información y la dificultad de los afectados para acceder a los documentos que les solicitaban dejó fuera miles de personas.
"En la práctica, las autoridades de la República Dominicana han barrido del mapa a cuatro generaciones de dominicanos de un plumazo", indicó la directora del Programa de Amnistía Internacional para América, Erika Guevara-Rosas.
"Sin nacionalidad, decenas de miles de personas se han convertido efectivamente en fantasmas y deben superar enormes obstáculos para acceder a los servicios básicos del país", agregó Guevara-Rosas, quien consideró "insuficientes" las medidas del gobierno para resolver la situación.
Estos son algunos de los afectados.