Taipei, 6 feb (EFE).- El análisis de las dos cajas negras del avión de TransAsia siniestrado el miércoles ha mostrado fallos en los dos motores y varias alertas automáticas de pérdida del empuje mínimo para sustentarse en vuelo, anunciaron hoy fuentes oficiales.
"Se produjo un fallo en los dos motores, una llamada de la tripulación, un ruido externo y luego se interrumpió la comunicación", dijo hoy en rueda de prensa el director ejecutivo del Consejo de Seguridad de Vuelo, Wang Xingzhong, al ofrecer los resultados preliminares del examen de las dos cajas.
Según los datos analizados, el vuelo GE235 de TransAsia duró 3 minutos y 23 segundos. A las 10.51.13 hora local del miércoles recibió el permiso de despegue y se precipitó en el río Jilong a las 10.54.36 hora local del mismo día.
Según las últimas cifras, 35 personas han muerto en el accidente, mientras que hay 15 heridos y todavía quedan 8 desaparecidos a los que se da por fallecidos y cuyos cuerpos se buscan en el río entre serias dificultades debido al frío y la falta de visibilidad en las aguas.
Wang explicó que, muy poco después de despegar el avión, se detuvo el motor izquierdo, por lo cual el piloto y su segundo enviaron una señal de alerta y trataron de encenderlo de nuevo.
Después falló el segundo motor y también se intentó reactivarlo, tras lo cual se oye un ruido externo y se interrumpe la grabación de las cajas negras, añadió.
Un minuto antes de estrellarse el avión se registraron cinco alertas automáticas de que el avión estaba perdiendo el empuje suficiente para poder mantenerse en vuelo, concluyó.
Expertos taiwaneses apuntaron a que, en una situación de fallo mecánico como esta, el piloto no podía hacer mucho, por lo que pidieron un mayor control de las revisiones y más medidas de seguridad.
"Con dos motores dañados no es de extrañar que el avión perdiese altura desde 381 metros a las 10.53 horas, un minuto después del despegue, hasta 90 metros un minuto más tarde", señaló a Efe el experto aeronáutico taiwanés Eddie Yu.
Aunque los aviones bimotores turbohélice del tipo del siniestrado ATR 72-600 pueden volar con un solo motor, si el fallo ocurre al despegar cuando aún no han alcanzado una velocidad y altura de crucero, no es fácil maniobrarlos.
"En primer lugar, en el vuelo con fallos de motor se pierde potencia y se entra en lo que se denomina "empuje asimétrico", es como conducir un automóvil con las ruedas izquierdas bloqueadas y las derechas con algo de bloqueo también", agregó Yu.
Varios analistas del sector han alabado también la actuación del piloto, Liao Chien-tsung, que murió en el accidente y fue encontrado aferrado aún a los mandos.
El análisis del vuelo muestra que Liao evitó estrellarse en una zona muy poblada y se ofrecen como prueba los dos fuertes virajes de la aeronave, nada más despegar, para evitar la zona más poblada, y poco antes de precipitarse en el río Jilong, para aterrizar en su lecho.
"La trayectoria del vuelo muestra que el piloto se desvió y trató de evitar los obstáculos, hizo un esfuerzo consciente para evitar víctimas innecesarias y por aterrizar en el río, y esto muestra gran valentía", ha dicho en medios locales un experto de Hong Kong, Daniel Tsang.
El exdirector de la Administración de Aviación Civil de Taiwán, Billy Chang, también subrayó que los datos muestran que los pilotos trataron de minimizar los daños y víctimas, al volar sobre una zona muy densamente poblada.
Sin embargo, dos siniestros mortales en siete meses y cuatro desde 1995, todos con aviones ATR, han despertado muchas dudas sobre la seguridad de la aerolínea TransAsia y sobre ese tipo de aviones.
Estadísticas de Airsafe.com muestran que los aviones ATR 42 y ATR 72 tienen un índice de accidente no diferente del de otros modelos similares de Boeing o Embraer, en concreto, de 0,69 siniestros cada millón de vuelos.
Los aviones ATR son muy populares y han sido adquiridos por 180 empresas de 90 países, y cada 15 segundos despega uno de ellos en algún aeropuerto del mundo, mientras que los motores de la canadiense Pratt & Whitney con el que estaban dotados también tienen un historial de alta fiabilidad.
TransAsia desveló que uno de los motores del avión siniestrado, que recibió el 14 de abril de 2014 y fue revisado el 26 de enero de este año, fue cambiado en Macao, cuando venía de camino a Taiwán, por la empresa canadiense Pratt & Whitney.
El aparato -con 58 personas a bordo, entre ellas cinco tripulantes y dos menores- se precipitó al río el miércoles, tras perder altura por causas desconocidas y golpear un viaducto, pocos minutos después de despegar con dirección a la isla de Kinmen, a escasos kilómetros de la costa china. EFE