La Habana, 21 jul (EFE).- Tras la reconciliación diplomática con Estados Unidos, los cubanos saludaron hoy la nueva etapa que se abre con el país vecino, aunque con el deseo de que el simbolismo del momento de paso a mejoras concretas en su vida cotidiana.

El restablecimiento de las relaciones fue este martes la noticia destacada en la prensa cubana (toda controlada por el Estado) con grandes titulares como "Libre y soberana", en el caso de Granma que dedicó su fotografía de portada a la bandera cubana ondeando en el mástil de la ya embajada de la isla en Washington.

En páginas interiores, el periódico oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único) ocupó cuatro de sus ocho páginas al acontecimiento y reprodujo íntegramente el discurso del canciller Bruno Rodríguez en la sede diplomática así como la conferencia de prensa que ofreció junto al secretario de Estado, John Kerry.

En las calles de La Habana, la normalidad fue la tónica en la jornada posterior al histórico 20 de julio de 2015, incluso en el entorno de la embajada estadounidense donde, como todos los días, centenares de cubanos hacían fila este martes para solicitar o tramitar visados para viajar al país norteamericano.

"El entusiasmo es bueno, pero hay que esperar un poco", indicó este joven quien admitió que inicialmente acogió el anuncio de la distensión con EE.UU. con bastante escepticismo pero finalmente "no hay mal que cien años dure ni bloqueo que lo resista", bromeó

Muchos de ellos se mostraron esperanzados en que esos trámites sea agilicen a partir de ahora, como Nilsa, vecina de Matanzas, quien afirmó que "la gente está contenta porque la unión" pondrá fin "a la discrepancia entre los dos países".

"Yo creo que EE.UU. puede ayudarnos, ellos tienen mucho que tomar de Cuba y Cuba de EE.UU., nos vamos a ayudar. Cada cual toma lo positivo y rechaza lo negativo", decía por su parte una optimista Rosa Elena Navarro de Villa Clara, que hacía fila en el llamado "Parque de los Lamentos" aledaño a la sede diplomática norteamericana.

Tras cincuenta y cuatro años de ruptura de relaciones en los que EE.UU. ha sido considerado el "enemigo" en Cuba, muchos en la isla confiesan que no imaginaban este momento: "era difícil pensarlo, pero todo es posible", señaló Malena una joven de 25 años quien cree que esta etapa "será buena para la economía y para las relaciones entre las personas".

"Yo espero que todo va a mejorar ahora, yo estoy muy contenta, por mi niña, por mi familia, por mí misma, por todos los cubanos. Ayer yo tenía una alegría con eso… Fíjate, mira cómo me erizo", comentaba Bárbara señalando su brazo en la concurrida avenida de La Rampa, mientras su hija intentaba conectarse a internet en la nueva zona wifi operativa en esa zona.

Más analítico, Darío, un joven periodista de 26 años, declaró a Efe que "ahora mismo, al cubano de a pie (el restablecimiento de relaciones diplomáticas) no lo beneficia más que en el plano simbólico, en el plano de la esperanza, de que las cosas deben mejorar porque el entendimiento siempre es bueno".

A su juicio, lo deseable es que esas nuevas relaciones reviertan "desde la base, desde el ciudadano común, en intercambios comerciales, técnicos, culturales, que se traduzca en beneficios personales y para el país".

"El entusiasmo es bueno, pero hay que esperar un poco", indicó este joven quien admitió que inicialmente acogió el anuncio de la distensión con EE.UU. con bastante escepticismo pero finalmente "no hay mal que cien años dure ni bloqueo que lo resista", bromeó.

Tras el izado de la bandera cubana en su embajada de Washington, los cubanos aguardan ahora otra fecha clave en la agenda del deshielo con Estados Unidos: la visita del secretario de Estado, John Kerry, el próximo 14 de agosto.

El primer secretario de Estado de EE.UU. que viajará a Cuba desde 1945 encabezará en La Habana la ceremonia formal de la reapertura de su sede diplomática estadounidense y será entonces cuando las barras y estrellas de la enseña norteamericana vuelvan a ondear sobre el Malecón de La Habana, donde radica la embajada.

Y en este año intenso de la reconciliación con Estados Unidos, Cuba se prepara también para otro destacado acontecimiento en septiembre: la visita del Papa Francisco, cuya mediación fue clave en el acercamiento entre La Habana y Washington.

Para la Iglesia Católica cubana, la reapertura de embajadas es un acontecimiento "trascendente" que "alienta la esperanza para mucha gente de una mejor relación entre ambos pueblos que facilite la comunicación y el intercambio", dijo a Efe el padre José Félix Pérez, secretario adjunto de la Conferencia de Obispos de la isla.

"Creo que todo esto tendrá un efecto muy positivo en orden a lo que el Papa tanto propone: el diálogo, el entendimiento, el tender puentes", agregó el religioso. EFE