SANTIAGO, República Dominicana.-Las lluvias de los últimos días han vuelto a inundar los barrios de las zonas bajas de esta ciudad, y de nuevo las autoridades se dedican a repartir raciones de alimentos y otras ayudas puntuales para cientos de familias.
Parece el cuento de nunca acabar, lo que ha motivado que personas de la comunidad y hacedores de opinión locales criticaran al Gobierno por poner en práctica las mismas medidas de siempre para auxiliar a los damnificados, sin un plan para resolver el problema de manera definitiva.
La carencia de una política para evitar que se levanten viviendas en zonas de alto riesgo de inundación ha provocado que desde el año 2004 a la fecha hayan muerto al menos 50 personas en esta ciudad, al tiempo que el número de barriadas con estas características haya crecido en un 50 por ciento.
Según datos de la Defensa Civil, en Santiago, ya suman 19 mil 747, las personas que viven en 53 lugares proclives a inundaciones y derrumbes.
Apenas llueve varios días seguidos en Santiago, y resurgen los problemas de inundaciones en barrios como El Hoyo de Julia, en la avenida Bartolomé Colón, las autoridades montan los “operativos” para repartir fundas de comida, frazadas y mosquiteros. Pero los funcionarios de mayor nivel no terminan de crear y poner en marcha un programa tendente a evitar los asentamientos en zonas vulnerables.
La Defensa Civil, con 1, 500 voluntarios fijos, apuesta al desarrollo de un plan preventivo que involucra las juntas de vecinos, las cuales son orientadas sobre lo que hay que hacer, en caso de una emergencia, según afirma el director local de la institución, Francisco Arias.
Los cuerpos de socorro procuran evitar desastres y pérdidas de vidas por la costumbres de las familias a no querer abandonar sus casas cuando hay llamados alerta y emergencia.
La Defensa Civil, con 1, 500 voluntarios fijos, apuesta al desarrollo de un plan preventivo que involucra las juntas de vecinos, las cuales son orientadas sobre lo que hay que hacer, en caso de una emergencia
Arias es un funcionario es optimista, y asegura que, a pesar de las limitaciones económicas, Santiago está preparado para encarar cualquier situación derivada producto del paso de tormentas u otro fenómeno en la temporada ciclónica, que comienza el próximo 1 de junio.
“En Santiago estamos preparados, todas las instituciones y la población residente en esas zonas críticas, saben que hacer, antes, durante y después de cualquier acontecimiento”, indicó Arias a reporteros de Acento.com.do.
En el año 2004 las evaluaciones de la Defensa Civil reportaban 36 zonas críticas, siete años después, los lugares proclives a inundaciones y deslizamientos de tierra han subido a 53, equivalente a casi un 50 %, debido a la improvisación de barrios.
Según Arias, ninguno de las alcaldías de los municipios de la provincia de Santiago tiene la oficina de gestión de riesgos que prevé la ley 147-02, lo cual ayudaría a evitar que personas se sitúen en lugares de peligros.
El funcionario agregó que tras las inundaciones del río Yaque del Norte, en el año 2007, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, ha trabajado en la rivera para impedir nuevos asentamientos.
“Estamos buscando que cada alcalde ponga en ejecución planes de gestión de riegos, estamos seguro de que se instalará esta oficina en el Ayuntamiento de Santiago”, afirmó Arias.
Hace una semana, el alcalde Gilberto Serulle, afirmó que desde que asumió la gestión se trabaja para poner en funcionamiento este departamento.
Clasificación zonas
Entre las zonas consideradas altamente vulnerables están; los barrios de Hoyo Oscuro, La Lata, Brisa del Yaque y otros ubicados en la rivera del río Yaque del Norte, en el sector Bella Vista, al suroeste del centro urbano de Santiago.
Arias dijo que estos barrios que fueron destruidos parcialmente por la riada del 2007, aún son considerados como zonas altamente vulnerables, porque aquí viven todavía unas 1, 170 familias.
Entre las zonas consideradas de altamente riesgosas, están las colindantes con el río Jacagua y con el arroyo Gurabo, según las evaluaciones de la Defensa Civil. En ambos lugares las crecidas e inundaciones suelen producirse más rápido que en las demás, casi de manera repentina.
En el trayecto del arroyo de Gurabo están ubicados los barrios Hoyo de Bartola, La Javilla, Las Mercedes, Los Santos, La Esperanza, Hoyo de Puchula, Las Cayenas y otros.
Zonas más habitadas
Los datos de la Defensa Civil, en Santiago, revelan que las zonas con más personas en peligro son Vuelta Larga I y Los Salados, donde los técnicos de la institución, registran, 2, 438 personas, Rincón de Oro-Rafey, 2, 207, Hoyo de Puchula, en Gurabito, con 1, 432, en Vuelta Larga II, se registran 1, 354 personas en riesgo, Hoyo de Bartola, 1, 064, mientras que en el sector de Hoya del Caimito hay 1, 028 familias en riesgo de inundaciones, en el sector Pekín, al sur del centro urbano, a orillas de la llamada “Cañada del diablo”, se ubican 988 personas en peligro.
Prevención
Arias asegura que el Comité Regional de Emergencia, suma 10, 000 voluntarios, prestos para prevenir pérdidas de vidas y proteger pertenencias materiales en caso de un evento climatológico.
A pesar del trabajo preventivo con grupos comunitarios, Arias afirma que la mayor dificultad que podrían tener es que la gente no acate los llamados de alerta para salir de la zonas de peligro, como ya ha ocurrido en otras épocas, en las cuales la negativa a salir ha provocado muertes.
Tras el paso de la tormenta Olga que obligó el desagüe forzado de la presa de Tavera, al 40 personas murieron arrastradas por la crecida del río Yaque del Norte, según cifras oficiales, también más 800 familias quedaron sin hogar. Otras víctimas han sido arrastradas a las alcantarillas, como los casos de Antonio Castillo de 30 años de edad, en la calle 43 del Embrujo III, el 14 de enero del año 2006 y Augusto Contreras de la Cruz, de 38 años de edad, el 06 de abril del año 2007, en la avenida 27 de febrero.
Refugios
En la provincia de Santiago, se enumeran 125 albergues donde se pueden alojar 58, 154 personas, según la Defensa Civil.
El listado incluye centros comunitarios, escuelas, iglesias y otros locales de uso privado, los cuales están a disposición de la Defensa Civil.
El principal albergue es el centro deportivo La Barranquita, con capacidad para 10, 000 personas, no es un lugar apto para alojar personas, sin embargo, el director de la Defensa Civil, asegura que estos lugares son intervenidos para su adecuación, en caso de que se requiera su uso inmediato.
Familias esperan casas
En los últimos siete años 1, 285 familias han quedado sin viviendas en Santiago por acontecimientos como inundaciones deslizamientos, hundimientos de tierra y otras situaciones.
A la fecha quedan en Santiago unas 773 familias desplazadas en espera de viviendas.
2004-San José-La Mina
Unas 17 familias cuyas casas se desplomaron en julio del 2004, en las proximidades del arroyo Pontezuela-Nibaje, en el barrio San José-La Mina, al sur del centro urbano de Santiago, aún esperan sus viviendas.
2007-Riada Yaque del Norte
Según reportes oficiales 300 familias afectadas por la riada del río Yaque del Norte, la madrugada del 12 de diciembre del año 2007, aún están sin techo.
Estas familias que residían en los sectores Bella Vista y Rafey, se quedaron sin casas, a pesar de que estaban en un listado depurado por el Gobierno que entregó en julio del año 2008, 512 apartamentos en la comunidad de La Herradura, al suroeste del centro urbano de Santiago.
2008-Carlos Díaz-Tamboril
En diciembre del 2009, el Gobierno entregó los recursos para la compra de terrenos para el proyecto de viviendas de las 382 familias desalojadas de los derrumbes de tierra en Carlos Díaz-Tamboril, surgidos en febrero del 2008, las viviendas están en proceso de construcción.
Los Guandules, 2009
El cuarto grupo de damnificados pertenece a los afectados de los hundimientos de tierra del barrio Los Guandules, originados el pasado 15 de junio del 2009, al sur del centro urbano de Santiago, aquí unas 74 familias se quedaron sin casas, el Gobierno prometió reubicarlos, en un plazo no mayor de tres meses, pero no se ha concretado el anuncio.