SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Se hacen llamar Lxs Libertarixs. Usan las x en sustitución de la a y la o para no hacer distinción de género. Su norte, el 4% del Producto Interno Bruto para una Educación de Calidad. Se trata de un grupo de jóvenes revolucionarios que, cansados de ver a la Coalición por una Educación Digna ignorada por las autoridades, decidieron tomar medidas más contundentes.
Y fue así como la noche de ayer, domingo 6 de noviembre, cuando justamente se conmemoraba el 167 aniversario de la Constitución de la República Dominicana decidieron tomar el liceo República de Argentina ubicado en la calle las Mercedes esquina calle Duarte, en la Ciudad Colonial.
La mañana de este lunes, 7 de noviembre, cuando los estudiantes se disponían a iniciar su jornada diaria de estudios se encontraron con la sorpresa de que las puertas del plantel se encontraban encadenadas, y que en su interior permanecían 25 jóvenes exigiendo mejores condiciones para el recinto escolar.
Según narran los estudiantes, inmediatamente el director del liceo, Felipe Santiago, les ordenó a los estudiantes que se marcharan a sus hogares hasta que se solucionara el conflicto.
La mayoría de ellos obedecieron la orden de su superior, pero más de tres decenas de estudiantes desafiaron el mandato del director y permanecieron en la parte frontal del liceo y se sumaron al reclamo.
Los estudiantes, tal como si fueran a hacer una exposición en clases, escribieron en cartulinas todas las exigencias y necesidades del plantel y las pegaron en la pared.
Eran cuatro las cartulinas, una por cada curso del bachillerato, y en ellas los reclamos eran comunes, “Agua para los baños”, “papel higiénico”, “una biblioteca”, “un centro de cómputos”, “pintura”, “lámparas y zafacones”, “sillas y abanicos”, pero sobre todo pedían “un director new (nuevo)”.
Desde anoche, el vocero de la Policía Nacional, coronel, Máximo Báez Aybar, se trasladó al lugar para tratar de mantener la situación bajo control.
La profesora María Teresa Cabrera, también se presentó al lugar para fungir como mediadora entre Los libertarios, la Policía Nacional y el Ministerio de Educación.
El ministerio de Educación designó a dos vice ministros, William Sifres y Adalberto Martínez, para ir a supervisar la situación del plantel escolar y luego pasar reporte a ese ministerio.
Sin embargo los activistas por el 4% no les permitieron la entrada y se limitaban a hablar con las autoridades solo a través de celulares.
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Luego de tres horas intentando entrar a la escuela, las autoridades de Educación y los miembros de la Policía Nacional decidieron marcharse del lugar, no sin antes informárselo a los Libertarios.
El vice ministro de Educación fungió de vocero y se comunicó con la libertaria María del Mar Mella, a quien le comunicó que se marcharían del lugar y que están dispuestos al diálogo y a someter al Consejo de Educación los aspectos que le confieran al Ministerio.
Sin embargo le aclaró que el aspecto del 4% del PIB para Educación no es un asunto que le competa al Ministerio, por lo cual no pueden comprometerse con nada que tenga que ver con ese punto.
De su lado María del Mar Mella le indicó que en esos momentos se encontraban elaborando el documento que presentarían a la comisión designa para atender el caso, y aclaró que si no firman el documento no levantaran la ocupación.
Tras la llamada, tanto los miembros de la comisión con los de la Policía, se marcharon del lugar, y con ellos uno a uno se fueron marchando también los estudiantes.
A las 12 del medio día solo permanecían en los frentes del liceo miembros de la prensa y de la Coalición por una Educación Digna, así como también unos que otros integrantes de los Libertarios.
Cuando el reloj marcaba las 12:30 los libertarios anunciaron que dirigirían algunas palabras a la prensa.
Abrieron una de las puertas principales y tras otra puerta de rejas pidieron a los comunicadores que no se retiraran del lugar, pues confiaban en que los periodistas le garantizarían su seguridad. Igualmente invitaron al país a una vigilia que realizarían en el lugar en horas de la tarde.
Tras este anuncio se negaron a responder preguntas de la prensa y solo se escuchó a uno de ellos que gritaba “ya cierren la puerta”.