(Tomado del diario La Tercera, de Chile, escrito por Fernando Fuentes)
Tras 17 meses de trabajo, el periodista de la red Globo, Vladimir Netto, acumuló cerca de 70 horas de entrevistas con investigadores y protagonistas para reconstruir cronológicamente la operación que indaga el escándalo de corrupción en Petrobras. El resultado fue el libro “Lava Jato: el juez Sergio Moro y los bastidores de la operación que sacudió a Brasil”, un verdadero thriller político cuyos derechos ya fueron comprados por el director José Padilha, responsable de la película “Tropa de Elite” y la serie “Narcos”, para una producción de Netflix cuyo estreno se prevé para 2017.
Netto conversó largamente, entre otros, con dos de los hombres clave del esquema: el cambista Alberto Youssef, principal operador del petrolão, y Paulo Roberto Costa, ex director de abastecimiento de la petrolera estatal. A partir de las informaciones que obtuvo, el autor de “Lava Jato” calcula que, entre 2011 y marzo de 2014, Youssef movió US$ 400 millones en 3.500 operaciones en la trama de corrupción. Su detención, en 2014, en el marco de una investigación de evasión de divisas, fue resultado de un golpe de suerte, asegura.
Según el texto, cuatro policías enviados para capturarlo se habían hospedado en un hotel próximo a su “amplio departamento” en Vila Nova, Conceição, en Sao Paulo. Pero Youssef estaba en São Luiz, en Maranhão, con el celular apagado para no ser localizado. Pero una noche bajó la guardia. En una entrevista exclusiva para el libro, Youssef reveló el error que cometió ese día: “Podría no haber encendido el celular, no iba a llamar a aquel teléfono. Pero tengo uno combinado con mi hija y quise avisarle que todo estaba bien”. Eso permitió su captura a primera hora del 17 de marzo de 2014, en una habitación de hotel en Maranhão cuando portaba una maleta con 1,6 millones y un avión estaba esperándolo.
El libro también detalla cómo Paulo Roberto Costa cayó por causa de un lujoso vehículo que Youssef le compró. El ex director de Petrobras acompañaba al cambista cuando, producto de un “taco” en Sao Paulo, quedaron frente a una concesionaria. Costa se enamoró de un Land Rover Evoque de 250.000 reales. “Me gusta aquel Evoque. Un día quiero tener un auto de esos”, comentó Paulo Roberto. “Un día, no. Vamos a comprarlo ahora. Vamos a la concesionaria”, propuso Youssef, según el relato exclusivo de Costa para el libro.
Dos días antes que la operación Lava Jato estallara, otro curioso incidente estrechó el cerco policial contra Youssef. Nelma Kodama, una cambista que operaba en el mercado de Sao Paulo, fue capturada en el aeropuerto de Cumbica. Amante de Youssef por ocho años, la mujer estaba con 200 mil euros escondidos en su ropa. “Su detención entró inmediatamente en el folklore policial porque, según los delegados, Nelma cargaba todo aquel dinero en los calzones”, escribe Netto.
Costa comenzó a prestar declaraciones por el caso Petrobras el 29 de agosto de 2014, en la sede de la Policía Federal de Paraná. “Es una gran falacia afirmar que existe donación de campaña en Brasil. En verdad, son verdaderos préstamos que serán cobrados a altos intereses cuando estén en los cargos. Ningún candidato en Brasil se elige sólo con la caja oficial de donaciones. Los valores declarados de costos de campaña corresponden en promedio a un tercio del gasto efectivo. El resto viene de recursos ilícitos o no declarados”, espetó.