Cortesía de Jean-Michel Caroit/Corresponsal de Le Monde en Santo Domingo

SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La movilización ciudadana contra la corrupción y la impunidad se extiende en República Dominicana, uno de los países más afectados por el escándalo de los sobornos pagados por la compañía constructora brasileña Odebrecht.

Con un total de US$92 millones (85 millones de euros), el país ocupa el tercer lugar, detrás de Brasil y Venezuela, por la cantidad de comisiones que Odebrecht admitió haber distribuido. Tres meses después de las primeras revelaciones en EE.UU., ninguna acción legal ha sido tomada en Santo Domingo, no se han hecho arrestos, y todavía no se sabe los nombres de los destinatarios de los sobornos.

"Tenemos sed de justicia y alertamos a las élites religiosas, políticas y del mundo de los negocios sobre las terribles consecuencias sociales e institucionales que podría enfrentar nuestro país en caso de mantener una actitud cómplice frente al mayor escándalo de corrupción de nuestra historia", advirtió el domingo 19 de febrero de María Teresa Cabrera, uno de los portavoces de la Marcha Verde contra la corrupción y la impunidad.

Una multitud vestida con camisetas verdes se habían reunido en el Parque Independencia, Santo Domingo, para dar la bienvenida a la antorcha que viajó durante una semana por todo el país para exigir el juicio de los corruptos y la cancelación de los contratos de Odebrecht.

Al frente del Estado desde 1996, con una pausa entre 2000 y 2004, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD, centro-derecha) tomó el control de todos los poderes, ejecutivo, legislativo, judicial y los medios de comunicación, garantizando la impunidad de sus funcionarios.

Las pancartas exigían la cárcel para el presidente Danilo Medina, acusado de recibir dinero de Odebrecht para financiar su campaña electoral, y para sus predecesores Leonel Fernández e Hipólito Mejía. Un total de 17 contratos por un total de US$6,2 mil millones (5,7 mil millones de euros) se firmaron con la empresa brasileña durante los mandatos de los tres presidentes. Además de los sobornos, la sobrefacturación cubriría más de mil millones de dólares, según muchos economistas.

Oposición fragmentada

De acuerdo con el diario brasileño O Estado de São Paulo, Hilberto Mascarenhas, exejecutivo de Odebrecht acusado con cargos de soborno, testificó que financió campañas electorales en varios países, incluyendo República Dominicana. El intermediario, João Santana, fue el principal estratega electoral de Danilo Medina antes de ser condenado a ocho años de prisión en Brasil por corrupción.

Surgida a finales de 2016, el movimiento de la Marcha Verde se ha desarrollado al margen de una oposición política débil y fragmentada. Está dirigido por profesores como María Teresa Cabrera, economistas como Manuel Robles y periodistas como Jonathan Liriano. A través de Facebook y Twitter, ha logrado movilizar rápidamente a las clases medias indignadas por una larga serie de casos de corrupción que siguen sin castigo.

Contratos sobrevaluados

El 22 de enero, decenas de miles de personas marcharon en las calles de Santo Domingo contra la corrupción y la impunidad. En febrero, más de 300,000 habían firmado un "Libro Verde" para exigir la designación de un fiscal independiente, con el apoyo de la ONU, para investigar el escándalo de Odebrecht. El recorrido de la antorcha mostró el eco de la Marcha Verde en las provincias y en los barrios. Un nuevo evento está programado para el domingo, 26 de marzo en Santiago, la segunda ciudad del país.

Al frente del Estado desde 1996, con una pausa entre 2000 y 2004, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD, centro-derecha) tomó el control de todos los poderes, ejecutivo, legislativo, judicial y los medios de comunicación, garantizando la impunidad de sus funcionarios.

Los miembros del partido se han enriquecido sin pudor mientras que las altas tasas de crecimiento apenas han logrado la reducción de la pobreza que envuelve a un tercio de la población. Félix Jiménez, líder del PLD, reconoció que los contratos habían sido sobrevaluados y loa responsables funcionarios de su partido tienen las manos sucias.

 “La verdad surgirá”

El presidente Medina niega haber recibido financiación de Odebrecht para su campaña. "Sé que mucha gente querría verme nadar en el barro, pero la verdad surgirá", ha dicho. Con el Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez, uno de sus cercanos, y una comisión de notables que nombró, trata de salvar el gran proyecto de su cuatrienio: la construcción por Odebrecht de dos centrales eléctricas de carbón en Punta Catalina, cerca de la capital.

Denunciado por la oposición como "el mayor caso de corrupción historia dominicana", este proyecto es fuertemente criticado por los ecologistas que critican el uso de carbón mineral en el país insular y turístico, uno de los más amenazados por el calentamiento climático.