Santo Domingo (EFE).- Trabajadoras sexuales de la República Dominicana rechazaron hoy la intención de las autoridades de perseguir a sus clientes como forma de enfrentar la explotación sexual en el país, cuarto proveedor de mujeres para esta actividad en el mundo, por detrás de Tailandia, Filipinas y Brasil.
El Movimiento Mujeres Unidas (Modemu), que agrupa a las trabajadoras sexuales del país, señaló que la "represión" no resolverá la situación y que la medida, ratificada hoy por el procurador del país, Francisco Domínguez Brito, las empujará a la clandestinidad, lo que aumentaría las posibilidades de contagiarse de alguna enfermedad de trasmisión sexual.
La directiva del grupo, Jacqueline Montero, se preguntó, además, si la Policía Nacional "va a llevar preso a los pobres que andan en motorcito y pagan 500 pesos (12 dólares) o a los que pagan un millón de pesos (24.390 dólares)" por el servicio.
"Esto es una cacería de brujas que quieren hacer con nosotras y los clientes más pobres" aseguró, al tiempo que advirtió que "los policías que abusan de las compañeras a diario en las calles, las golpean y las violan, ahora se van a sentir apoyados" por la medida.
El procurador general dominicano reiteró las acciones que adoptara el Ministerio Público, auxiliado por la Policía, en contra de los hombres que pagan por el servicio de la prostitución.
El funcionario justificó la medida porque, en su opinión, "se trata muchas veces de muchachas menores de edad semi esclavizadas (que) las llevan a centros de prostitución y luego las reclutan para llevárseles a Argentina, Chile o a Europa".
"Creo que las mujeres no merecen eso como futuro", señaló Domínguez Brito.
La Procuraduría especializada contra el tráfico ilícito de migrantes y trata de personas local anunció ayer que emprenderá acciones para tratar de detener las elevadas cifras de mujeres víctimas de explotación sexual, lo que incluirá la persecución de clientes de estos servicios.
El titular de esa entidad, Jonathan Baró, citó cifras de un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que en 2003 estimó en unas 60.000 las dominicanas dedicadas a la prostitución en Europa, de las que al menos un tercio pueden haber sido víctimas de trata.
La situación actual, según el funcionario, es peor "por lo que ha llegado el momento de enfrentar de forma responsable esta problemática, para lo cual, necesariamente, debemos empezar a perseguirla y combatirla, en nuestro territorio".
Aunque no hay cifras exactas, distintos estudios señalan que entre 30.000 y 70.000 dominicanas han sido víctimas desde hace tres décadas de trata para la explotación sexual fuera de su país, lo que ha convertido a República Dominicana, de 10 millones de habitantes, en el cuarto proveedor de mujeres para esta actividad en el mundo, por detrás de Tailandia, Filipinas y Brasil.
Según un reciente informe sobre este tema publicado por la ONG local Tú, Mujer, las dominicanas están involucradas en el comercio sexual en al menos 66 países y territorios del mundo, algunos tan cercanos a la nación caribeña como los vecinos Haití y Puerto Rico, pero otros tan lejanos como Australia o el Líbano. EFE